Skip to content
Smart#Werable
Smart#Werable

Rusia, Estados Unidos, y el mundo hispano en la dialéctica de los imperios

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp

Por Oscar Becerra

Desde hace una semana el mundo entero se ha sorprendido con la entrada de tropas Rusas a Ucrania, más allá de Crimea y demás territorios rusoparlantes. Si bien este evento sorprende a muchos que daban por finalizado el poder ruso después de la caída de la Unión Soviética, quienes estudian la historia sabrán que un imperio no muere tan fácil, y que en ocasiones parece revivir. Durante la época soviética Rusia mantuvo ciertos elementos de la era monárquica, y aunque a veces la humanidad parezca que avanza a algo nuevo en realidad está copiando patrones del pasado.

En la otra punta de europa, España nace con una expansión, y también imita un imperio que le precedió; el romano. Tanto Rusia como España a pesar de estar en puntos opuestos del continente durante siglos mantuvieron una misión vital para Europa; detener el avance del islam. 

Luego al expandir su territorio llevarían su cultura e instituciones a otros rincones de la tierra. Los rusos por europa, el caucaso, y Asia Central; España por América, Filipinas, y África. Ellos a su vez serian influenciados por los pueblos que se fueron sumando al imperio. Aquí en España hay un sector amplio de la población que habla de Europa como algo lejano, y si se analiza detalladamente lo es. España es latina, a su vez es muy árabe, judía, y americana. Por su parte los enemigos de Rusia la describían a su pueblo como asiáticos europeizados. En conclusión tanto rusos como españoles son pueblos mestizos, motivo por el cual fueron repudiados por gran parte de Europa, a pesar de haber dado hasta el último hombre protegiendo la cristiandad de las tropas musulmanas.

Estados Unidos; el nuevo imperio

La nación norteamericana comenzó siendo una colonia miserable del imperio británico, muy lejos de la ostentosa India, e insignificante si se compara con esplendor de México en la era Habsburgo. Si bien la revolución norteamericana quería restablecer libertades, en medio de dicho proceso se gestó algo nuevo, no se sabrá si se dieron cuenta de ello sus principales actores, y si lo hicieron ya era demasiado tarde para dar marcha atrás.

Estados Unidos a medida que se fue expandiendo e incorporando a otros pueblos muy distintos a los WASP (blancos americanos protestantes), tuvo que superar el segregacionismo característico de los pueblos germánicos para establecer la igualdad ante la ley, haciendo posible una de las características principales de los imperios; la meritocracia.

Después de la segunda guerra mundial era evidente que Estados Unidos era un Imperio, y que la Unión Soviética también lo era. Ambas potencias tenían recursos y armamento envidiables, lo que evidenció una de las grandes verdades que decían tanto Gustavo Bueno como Ayn Rand; un país se respeta o por la razón o por la fuerza. Ya que en sí, un país es la conspiración consciente o inconsciente de unos ciudadanos en determinado territorios dispuestos a vivir y a defender un conjunto de leyes. Estos pueden colaborar o comerciar con otras naciones, y a su vez defenderse de otras.

La implosión de Occidente y de Hispanoamérica

Recientemente se está hablando de la decadencia de occidente ante amenazas externas. Muy típico de una postura victimita de la vida, y en absoluto responsable. Sin embargo los imperios no caen solo por amenazas externas, sino también internas. En el caso de Occidente una de las grandes amenazas es el maniqueísmo político; un pensamiento dualista que hace imposible el diálogo, algo esencial para mantener esa institución a la cual se llama  país. Me permitiré poner un ejemplo personal. Hace unos meses discutí con un colega en Argentina sobre la manera en que Javier Milei se refiere a los izquierdistas, protesté porque guste o no guste son parte de la nación Argentina y hay que contar con ellos para mantener el país en pie, muestra de ello es que tienen derecho a voto, y criminalizándolos, lejos de llegar a un objetivo en común; más bien se fractura más la nación. La discusión no terminó en nada pero concluí que la derecha se está tornado una suerte de chavismo azul; una incapacidad de establecer un diálogo racional y ganar la mente y los corazones de una nación. 

El en caso de Estados Unidos, ese maniqueísmo ha encontrado un suelo fértil debido al pasado segregacionista de dicha nación, lo que ha fortalecido a la séptima generación de izquierdas; la fundamentalista. Una izquierda que lejos de unir a la nación la fragmenta en pequeños colectivos que no trabajan para un bien común sino para cuotas de poder y dinero.

El caso de Hispanoamérica es una suerte de neofeudalismo, países con una cultura en común, debilitados, gobernados por elites y manipulados por los imperios pujantes propios de la época. Sumándole a esto se debe destacar la decadencia económica y la fragmentación civil y clasismo de estas naciones.

La Hispanidad frente al mundo

Si bien España, Hispanoamérica, y Filipinas ya no constituyen un imperio, aun mantienen vínculos culturales fuertes, muestra de ello es un idioma que no se ha quebrantado y cuya número de hablantes sigue creciendo. 

Como toda caída de un imperio, se generan naciones empobrecidas, con castas corruptas, y poderes paralelos al gobierno legítimo del país. En varios foros he escuchado sobre convencer a las clases altas de LATAM de apostar por el libre mercado; algo que honestamente no me convence ya que las castas son la degeneración de las masas. Las castas dominantes en Hispanoamérica manejan las naciones como una suerte de feudo, y los poderes paralelos como las guerrillas son la contraparte igualmente dañina que compite con estas.

Sin embargo en el mundo hispano no todo está perdido, como muchas veces pregona la derecha mas “dura”.  El mundo hispano como ya se ha dicho tiene una salud demográfica, naciones en las cuales la natalidad necesaria para que el mundo construido por los humanos se mantenga es optima; con excepción de España y Uruguay. Si el mundo hispano fuera consciente de lo decisivo que es este factor los debates sobre el aborto no serian tan banales.

Otros capitales que el mundo hispano tiene de sobra son su capital cultural, y académico. El cultural se puede ver en las artes, y el académico en la producción de ciencia, una muestra de ellos fue la Escuela de Salamanca. Quien haya visitado los pueblos mágicos de México podrá darse cuenta que el imperio español fue un imperio generador.

El mundo hispano debe aprender algo de los rusos; la decadencia económica no te define, pues hay otras fuentes de riqueza dentro de la misma cultura. El mundo hispano  vive con una actitud de derrota, por ello ni siquiera intenta revivir sus tiempos de gloria. 

Hace unos meses ocurrió algo esperanzador que pasó desapercibido por los “círculos intelectuales de derecha” así como también por la “izquierda más revolucionaria”.  La decisión 878 la cual le otorga libertad de movimiento, residencia y trabajo a bolivianos, ecuatorianos, peruanos, y colombianos. Desde los tiempos del imperio no había tal movilidad, la cual es especial para la creación capital financiero, y cultural. Quienes han leído a Arendt saben que el poder está en la calle, y que esta nueva dinámica trae consigo una nueva oportunidad. 

Lejos de convencer a las elites hispanas de desarrollar sus respectivos países, el foco debe desviarse a las clases populares, hacerlas conscientes de sus propias fortalezas, pues el pesimismo es un lujo burgués; los pobres no tienen otra opción que luchar.

Los países hispanos ante el conflicto de Ucrania y nos actores que interceden; Rusia y Estados Unidos deben tomar la decisión si seguir siendo estados títeres, gobiernos vasallos, o protectorados de los imperios actuales, o aprovechar sus vínculos en común para fortalecerse. Los rusos se inspiran en su pasado para revivir su imperio, Estados Unidos rompió con el pasado para crear uno nuevo. ¿Qué estamos esperando nosotros para salir de la actitud victimista o pesimista para ser más responsables con nuestras naciones?

Todos somos el Mesías

Tal vez tenemos que aprender del judaísmo algo importante. El mesías no tiene que ser una persona que haga milagros, sino debe ser una persona con coraje y responsabilidad con su pueblo y con la humanidad; cualquiera podría ser el mesías, pero no todos tienen el valor de hacerlo. En el mundo hispano todos somos nuestro mesías y la lengua en común nuestra mayor arma.

¿Te gustó este artículo? 
¡Compartelo!
Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp

John R. De la Vega, P.A.

Immigration Law
  • Asilo
  • Representaciones en la corte de inmigración
  • Peticiones familiares

John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.

John R. De la Vega, P.A.

Immigration Law

John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.

  • Asilo
  • Representaciones en la corte de inmigración
  • Peticiones familiares
Lee estos artículos 
¡Recomendados!
Otros temas 
Importantes

Suscríbete a

Contra Poder 3.0

Recibe todas las noticias, artículos, información sobre política, enchufados y más, suscribiéndote con tu email.