Se ha confirmado que el dictador de Irán, Ebrahim Raisi, falleció este domingo tras accidentarse el helicóptero en el que viajaba cerca de la frontera con Azerbaiyán.
El Gobierno de Irán ha expresado sus condolencias por el siniestro que ha costado la vida al presidente de la República Islámica y al canciller del país, Hossein Amirabdollahian, al tiempo que ha manifestado que «no habrá la menor perturbación en la gestión» del país.
En su declaración, el Gobierno describió a Raisi como «trabajador e incansable presidente del pueblo iraní», que dedicó su vida a «servir al gran pueblo de Irán en el camino hacia el avance y el progreso del país». En este sentido, recalcó que Raisi «cumplió su promesa y sacrificó su vida por la nación».
A estas condolencias se han sumado las palabras de funcionarios de Rusia, que han tildado a Raisi como «un amigo» y las del presidente de Turquia, así como otros países.
La noticia sobre el accidente fatal inicialmente fue difundida por las agencias Mehr y Tasnim y después confirmada en la cuenta oficial de Raisi en X, por el exministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohammad Yavad Zarif y por el vicepresidente ejecutivo iraní, Mohsen Mansouri.
En declaraciones a Tasnim, el vicepresidente ejecutivo iraní indicó que, tras horas de trabajo en las difíciles condiciones climáticas que reinan en la zona donde se estrelló el helicóptero, los restos de la aeronave fueron localizados por los grupos de rescate a las 5:30 (hora local) «casi en el fondo de un valle».
No obstante, es necesario resaltar que Raisi llegó a la presidencia de Irán en el año 2021, en una elecciones con la menor participación histórica, en lugar de ser investigado por los crímenes de lesa humanidad de asesinato, desaparición forzada y tortura, por haber sido miembro de la ‘comisión de la muerte’, según datos de Amnistía internacional.
Cabe señalar que esta comisión sometió a desaparición forzada y ejecución extrajudicial secreta a miles de disidentes políticos en las prisiones de Evin y Gohardasht, cerca de Teherán, en 1988, y el hecho de que Raisi haya tomado la presidencia es una muestra de la impunidad suprema que reina en Irán.
Además, bajo su gobierno se ha incurrido en la represión de los derechos de todo aquel que muestre su descontento con la tiranía de Irán, sobre todo las que han surgido después del asesinato de Mahsa Amini a manos de la policía moral.