De Derecha Diario
El candidato por la Libertad Avanza reunió un equipo de expertos para llevar a cabo la dolarización de la economía argentina de la forma más rápida posible, el programa que promete erradicar definitivamente la inflación.
El economista Steve Hanke manifestó públicamente su apoyo al candidato Javier Milei para las elecciones generales, destacando la contundente victoria en las primarias. Es conocido por sus opiniones en favor de la dolarización para países que han fracasado sistemáticamente a la hora de llevar a cabo una política monetaria propia de manera responsable.
Hanke también sirvió como asesor del presidente Carlos Menem en la década de 1990, en un programa embrionario para dolarizar el país entre 1998 y 1999, aunque finalmente quedó trunco debido a la negativa del Gobierno entrante de la Alianza en diciembre de ese año.
Jugó un papel relevante durante el proceso de dolarización de Ecuador en el año 2000, asesorando al presidente Jaime Mahuad y al Ministro de Economía y Finanzas Carlos Julio Emanuel en aquel entonces. La implementación de este programa erradicó la inflación de Ecuador de forma definitiva en menos de 20 meses.
Hanke es autor de uno de los trabajos más completos acerca de cómo llevar a cabo un proceso de dolarización, su libro “Public Debt Sustainability” en colaboración con otros autores reconocidos en el tema como Carlos Newland, Pablo Guidotti (ex-funcionario menemista) y el propio Elimio Ocampo, que también se sumó oficialmente al equipo de Milei para asesorar en cuestiones vinculadas a la dolarización.
El llamado “halcón dolarizador” fue partícipe de la instauración de una caja de conversión en la economía de Bulgaria para derrotar la inflación que azotaba al país en 1997. Su vasta experiencia en asesoría en múltiples países es ampliamente reconocida, y un activo relevante para el plan de dolarización que pretende aplicar Javier Milei.
Hanke también se incorpora oficialmente a la asesoría del candidato presidencial de Venezuela Roberto Enríquez, cuyas elecciones primarias casualmente tendrán lugar en el mismo día que las generales en Argentina. Hanke recomienda una caja de conversión con el dólar para el caso venezolano, y una dolarización completa para el caso argentino.
El principal argumento para dolarizar la economía argentina en lugar de volver a replicar un proceso similar al de la Ley de Convertibilidad es la credibilidad, precisamente el mismo argumento que desestima la idea de llevar a cabo una política monetaria “responsable” con un Banco Central hipotéticamente independiente.
Hanke explica que sin credibilidad, una caja de conversión atada al dólar se vería expuesta a una serie de ataques especulativos contra la moneda previendo una salida similar a la del 2002, el hecho de que exista un precedente (algo que no ocurría en los años 90s) impone una limitación relevante.
De la misma manera, la idea que el Banco Central pudiera recuperar su autonomía y aplicar un programa de metas de inflación (controlando la tasa de interés) o restringir la cantidad de dinero (controlando los agregados monetarios) para bajar la inflación se ve limitada por la eventual caída de la demanda de pesos, ya que los argentinos no confían en la moneda y el proceso conduciría a una larga y tortuosa recesión sin ninguna garantía de éxito en materia de inflación.