Caracas. – El Gobierno de Trinidad y Tobago autorizó vuelos militares de EE. UU. hacia y desde los aeropuertos internacionales de Piarco y Arthur NR Robinson durante las próximas semanas, en el marco de las operaciones militares que se realizan contra el «Cartel de los Soles» del chavismo.
Según el ministerio de Relaciones Exteriores de la isla, EE. UU. indicó que los movimientos de las aeronaves serán “de naturaleza logística, facilitando el reabastecimiento y la rotación rutinaria de personal”.
El ministro de Relaciones Exteriores, Sean Sobers, afirmó que la medida forma parte de los compromisos de la nación de dos islas para cooperar con EE. UU. en materia de seguridad regional.
El anuncio de Trinidad y Tobago se produce después de que el ejército estadounidense instalara recientemente un sistema de radar en el aeropuerto de Tobago. El gobierno del país caribeño ha dicho que el radar se está utilizando para combatir el crimen local y que la pequeña nación no se utilizaría como plataforma de lanzamiento para atacar a ningún otro país.
También, el anuncio se conoció una semana después de la publicación de la Estrategia de Seguridad Nacional 2025 de EE. UU., firmada por el presidente Donald Trump.
En el documento, la Casa Blanca plantea la intención de “reafirmar y hacer cumplir la Doctrina Monroe para restaurar la preeminencia estadounidense en el hemisferio occidental y proteger nuestra seguridad y acceso a geografías clave”.
Esta nueva estrategia apunta tanto al funcionamiento del «Cartel de los Soles», como organización narcoterrorista, como al cargo que usurpa Nicolás Maduro en la presidencia de Venezuela, permitiendo que se desarrollen planes y atentados contra la seguridad nacional estadounidense.
En consecuencia, este lunes el narcorégimen chavista controlado por Maduro anunció que pondría fin a cualquier acuerdo para el suministro de gas natural a Trinidad y Tobago, acusando al país de participar en la incautación por parte de EE. UU. de un petrolero frente a la costa venezolana la semana pasada, sin aportar pruebas de la acusación.
La Narcotiranía chavista alegó que la instalación del radar tenía como objetivo, hostigar a los barcos que transportan petróleo venezolano. Acusó a la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, de supuestamente imponer una “agenda hostil”, y dijo que transformó a su país en un “portaaviones de EE. UU. para atacar a Venezuela”.