Militares venezolanos en Colombia denuncian ser amenazados por la DGCIM y reclaman ayuda

Caracas. – Debido a la necesidad de solicitar protección, a causa de las presuntas amenazas por parte de organismos de inteligencia venezolanos, dos militares venezolanos, Fabiola Geraldine Zambrano y Tulio Michael Moreno, iniciaron este pasado lunes una huelga de hambre en Bogotá (Colombia).

La medida de protesta la iniciaron frente a la sede de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en la capital colombiana, y en compañía de un ciudadano civil también de nacionalidad venezolana, quien no ha sido identificado aún.

Moreno explicó, en declaraciones a medios, lo siguiente: «recibimos amenazas, somos perseguidos políticos y perseguidos militares por parte del gobierno venezolano. Estamos acusados por traición a la patria, por gaceta oficial y nunca sucede nada, nunca sale nada.”

En este sentido, dijo que ya llevan 5 años y 7 meses en Colombia, desde que llegaron a ese país en 2019, tras rebelarse contra el narcorégimen de Nicolás Maduro por apoyar a la presidencia interina de Juan Guaidó, y desde entonces no han recibido ningún tipo de ayuda por parte de ningún organismo ni tampoco de la «oposición» venezolana.

El militar disidente también contó que fueron amenazados el pasado 30 de septiembre por el DGCIM, y piden ayuda a las entidades pertinentes en Colombia, ya que la han solicitado ante la ACNUR y no reciben respuesta alguna. Así, denunció que sienten miedo y no se sienten protegidos en Colombia.

“Teníamos un proceso de protección aquí en Colombia, un salvoconducto. Y nos hicieron desistir de la protección engañadamente porque supuestamente me iban a entregar un documento especial y nunca nos entregaron nada. No nos entregaron absolutamente nada”, dijo.

Por ello, pidió a las autoridades colombianas corroborar la situación tanto suya como de Zambrano, a fin de que comprueben que son perseguidos políticos, y no violadores de derechos humanos, como han sido etiquetados la mayoría de los militares venezolanos. «No todos los militares son violadores de los derechos humanos, y que son personas igual de comunes y corrientes como cualquiera”, argumentó.