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Leroy Garrett

27 de Febrero o el Preámbulo de la Caída

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Por Leroy Garret

¿Que pasó hace ya treinta años? Hay varios factores todos convergentes en el resultado de la entonces explosión social sin precedentes en nuestra historia.

En esta crónica no voy a hablar de los muertos, saqueos y anarquía de aquellas jornadas disruptivas del devenir venezolano, hagamos más bien un recorrido por sus causas.

El quinquenio de Lusinchi, afectado por el boom petrolero en el Mar del Norte que hizo declinar la supremacía en el mercado del cártel OPEP, y por ende, menos dinero para continuar haciendo viable el estado de subsidios y paternalismo, destaca en ese tiempo ataques de los dueños de medios por antipatías presidenciales, punzando su talón de Aquiles, publicando episodios de su escandalosa vida privada. El refinanciamiento de la deuda externa, contraída una década antes, que comprometió aún más el presupuesto nacional mas una política comunicacional pública plagada de mentiras bajo el lema “Venezuela se Salvó “ causaría mucha frustración popular no hubo salvación alguna, el tiempo más temprano que tarde demostraría lo contrario.

La candidatura de Carlos Andrés Pérez quien buscaba de nuevo la Presidencia de la República, fue el resultado de una guerra intensa que casi provoca una división en el otrora primer partido de la democracia.

Este descontento entre el partido y el presidente duro hasta el mismo día de su salida aparatosa.

La calle percibe la candidatura de Pérez como el retorno a la Gran Venezuela, al estado todo poderoso, rector de la economía, dueño de las grandes empresas y proveedor de cuanto subsidio sea posible para alegría de las mayorías.

La configuración social venezolana había cambiado sustancialmente, Caracas concentraba vastos sectores de la población otrora campesina, que abandonó una reforma agraria chucuta, que al principio se creían afortunados de hacer un ranchito a la pata del cerro buscando que la capital podría ofrecer, pero la generación criada en los cerros a treinta años de haber caído Pérez Jiménez en 1988, eran personas distintas, levantados en carencias, condenados a la indiferencia social, resentidos por ese olvido, y listos en replantearse un cambio radical en el devenir político.

La izquierda “pacificada”, sucursal de La Habana, habría encontrado ya su sector poblacional condimentado con odio suficiente para ya acabar con la democracia; los cerros.

La campaña de CAP era rica en slogans vacuos que no llegaban a la categoría de mensajes inteligibles sobre las políticas que corregirían el estancamiento del periodo Lusinchi, se hablaba de esas “manos que ves”, o la “concertación” o “el gran viraje” que las mayorías creían era el retorno al primer CAP. Totalmente falso.

CAP, asumido como líder mundial y visto el colapso del eje soviético, se plantea un acercamiento a Cuba con el expreso plan de democratizarla y eso pasaba por tender un puente a Fidel Castro, acción contraindicada por la doctrina Betancourt, que el mismo Pérez alguna vez defendió ferozmente.

El hecho es que décadas de estatismo basado en buenos precios por barril de petróleo, entonces en declive, habían mermado la fortaleza de Venezuela como hegemón en las Américas, la insurgente marginalidad y una clase media en caída libre, hacia al pais muy débil a pesar de que en Venezuela “nunca pasaba nada”.

El gran viraje de CAP no era un regreso a 1974, ni siquiera a 1958, era algo nuevo, era el estado separándose de su control de la economía, vendiendo sus empresas que antes nos enorgullecían y ahora presentaban pérdidas.

Era una receta de economía de mercado, no validada con los partidos políticos, sectores productivos, ni los militares, ni financieros, “lo que Pinochet hizo con muerte y violencia yo lo voy a hacer en democracia.“ Pérez creyó que la gente le quería por lo que el era, y se equivocó, la gente le quería por lo que el ya nunca más quería ser.

El equipo económico que trató de imponer en ondas de choque un modelo liberal no negociado con los sectores del país, no amparado constitucionalmente que mantenía sus garantías económicas suspendidas, respaldado por un supuesto de libre competencia; los “IESA BOYS” en completa indiferencia del costo social y estabilidad política, tomaron a Venezuela como un laboratorio para aplicar sus teorías, todos hoy son figuras de la academia y otros entes de pensamiento internacional. Siempre me ha intrigado porque se les ha premiado así.

¿Qué ocurrió? El gobierno de Pérez naciendo perdió el contenido de su votación, el motivo de su elección, al subir el precio de la gasolina y correlativamente el aumento en el precio del pasaje de transporte usado por las grandes mayorías del país, el recién electo expresidente se convirtió de legítimo en simplemente legal ipso facto.

Todo el escenario narrado le permitió a Fidel Castro de pasar súbitamente de conquistado a conquistador, su mano tenebrosa y su legado infernal está presente en los tiempos venezolanos desde el 27 de Febrero de 1989, hasta el presente.

¿Habremos aprendido la lección?

Cuenta X: @lerogarrett

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John R. De la Vega, P.A.

Immigration Law
  • Asilo
  • Representaciones en la corte de inmigración
  • Peticiones familiares

John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.

John R. De la Vega, P.A.

Immigration Law

John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.

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