De Derecha Diario
El actual presidente describió al mandatario electo, Gabriel Boric, como “buena persona” y que tiene “sentido republicano”, a pesar de su apoyo al terrorismo de izquierda.
El presidente saliente de Chile, Sebastián Piñera, dijo este miércoles en una rueda de prensa que su sucesor, Gabriel Boric, “es una buena persona” y “tiene sentido republicano”, aunque reconoció “muchas diferencias” ideológicas entre ambos.
“Tengo una buena opinión del presidente electo. Creo que es una buena persona, creo que tiene un sentido republicano y buenas intenciones”, afirmó el gobernante, y agregó: “Lo que Chile necesita son reformas con diálogo, con colaboración y con acuerdo, no revoluciones”.
Con solo 35 años y más de 4,6 millones de votos, Boric se convirtió el pasado 19 de diciembre en el presidente electo más joven y más votado de la historia de Chile. Y a pesar de las frases del actual mandatario, el líder de Apruebo Dignidad tiene ideología marxista, y ha defendido a los violentos terroristas que participaron del “estallido social” del 2019, así que buena persona no es.
Piñera, quien gobernó entre los periodos 2010-2014 y 2018-2022, aseguró haber sufrido “en algunas materias” una oposición “muy obstruccionista” por parte de la izquierda y la centroizquierda, y le prometió a Boric una oposición “firme, pero constructiva”.
“Le dije al presidente electo que, al menos en materia de vacunas, iba a tener un primer año más tranquilo que los que hemos tenido nosotros. Le vamos a dejar aseguradas la provisiones de 2022″, dijo bromeando Piñera, quien se tomó muy a la ligera la vuelta del comunismo al poder en Chile.
La exitosa campaña de vacunación, gracias a la cual más del 92 % de la población (19 millones de habitantes) cuenta con un esquema completo y 11,3 millones ya han recibido la dosis de refuerzo, es prácticamente el único logro de Piñera, que ha tenido un desastroso segundo mandato.
Boric asumirá el próximo 11 de marzo, y todavía el pueblo chileno está a la expectativa sobre si hará un gobierno más alineado a la socialdemocracia, que le dio su apoyo en segunda vuelta, o si pondrá al mando a Daniel Jadue, y pisará el acelerador en la dirección de la extrema izquierda comunista.
