De Derecha Diario
La ex-gobernadora de Carolina del Sur y representante de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas bajo la administración Trump hará formal su candidatura a mediados de febrero.
En los últimos días, desde el círculo interno de la ex-gobernadora de Carolina del Sur, se confirmaron rumores de que Nikki Haley entraría en la contienda para disputar la candidatura por el Partido Republicano con vista a las elecciones presidenciales a celebrarse en el año 2024.
De acuerdo a una invitación que proximamente será enviada a sus contribuyentes, Haley realizará un evento en el cual emitiría sus intenciones de postularse como figura presidencial en las elecciones de 2024, el próximo miércoles 15 de febrero en la ciudad de Charleston. Haley sería la segunda figura por el Partido Republicano que buscará derrotar al presidente Joe Biden, mientras que el primer candidato y figura más fuerte es la de Donald J Trump.
Si bien, la antigua representante ante las Naciones Unidas de los Estados Unidos, perteneciente a la administración Trump mencionó en reiteradas ocasiones que no se postularía en el caso que tuviera que competir contra su antiguo jefe (Trump), Haley parece haber cambiado de opinión en las últimas semanas en las cuales brindó diversas entrevistas y señaló que es tiempo de que las ”nuevas generaciones” tomen lugar.
En su entrevista junto a Bret Baier, en la cadena televisiva Fox News, el pasado 19 de enero, también destacó sus labores como gobernadora de Carolina del Sur y como representante ante la ONU de los Estados Unidos. Con respecto a su labor como gobernador, Haley se hizo eco de su labor contra el desempleo llevado a cabo entre los años 2011 y 2017, reduciendo la tasa de desempleo a cifras de un solo dígito. A su vez, también utilizó sus credenciales como embajadora en las Naciones Unidas para denotar su capacidad de liderazgo y utilizarla como herramienta de campaña.
Haley sería la tercera candidata originaria del estado sureño que buscaría ocupar la posición del Salón Oval en el pasado reciente, ya que el senador Lindsey Graham (quién en los últimos días brindó su apoyo a Donald Trump) y el antiguo gobernador Mark Stanford, tuvieron anteriormente intenciones de candidatearse como presidentes.
A su vez, Haley, es una entre tantos miembros del Partido Republicano que manifestaron sus intenciones de ocupar la posición de presidente en las próximas elecciones, encontrándose en esta extensa lista figuras destacadas como el ex-vicepresidente Mike Pence, el gobernador de Florida Ron DeSantis, Liz Cheney y Mike Pompeo.
Durante su entrevista en Fox News, Haley, a su vez también reveló que recibió una llamada del ex-presidente Donald Trump, en la cual el mandatario le habría recomendado que ”siga a su corazón” y que debería hacerlo (postularse como candidata).
Nikki Haley ha sido una figura polémica durante los últimos años dentro del Partido Republicano, ya que ha remarcado en pasadas oportunidades su apoyo a las ”protestas” ,que derivaron en caos y anarquía, luego de la muerte de George Floyd, a la cual se refirió como un hecho que debería resultar ”doloroso para todos”.
Haley, también intentó hacerse eco de un falso ”ataque racista” contra el piloto de automovilismo perteneciente al NASCAR, Bubba Wallace, el cual luego el FBI desmintió, intentando posicionar al grueso de la población estadounidense detrás de un hecho ficticio con sesgos raciales.
Sin embargo, su mayor controversia se dió luego de que en el pasado mes de abril del año 2022, Haley manifestó que no se postularía a la candidatura por la presidencia de los Estados Unidos en el caso de que tuviera que competir contra Donald Trump, declaraciones que luego ignoró totalmente cuando manifestó sus intenciones de postularse. El ex-presidente Trump, su antiguo jefe, mediante su red social Truth Social, publicó una irónica frase junto a un video de la misma Haley manifestando que no se postularía.
A pesar del apoyo que recibió de grandes sectores del establishment político, como el senador Lindsey Graham, Haley también ha recibido numerosas críticas por parte de sectores asociados a Donald Trump, el ex-director de la CIA, Mike Pompeo y otros sectores tendientes al libertarianismo asociados con el Partido Republicano.