Caracas. – Un migrante venezolano que fue enviado a El Salvador, Neiyerver Adrián León Rengel (27), demandará al Gobierno de Donald Trump por USD$ 1.3 millones, por la injusta deportación de la que fue víctima.
León, un barbero de 27 años, pasó 4 meses en la prisión de máxima seguridad CECOT, antes de ser enviado de vuelta a Venezuela en el marco de las recientes negociaciones entre EE. UU. y el narcorégimen chavista.
Fue uno de los 252 migrantes ilegales venezolanos enviados en marzo al centro de detención, después de que Trump invocara una Ley de enemigos extranjeros del siglo XVIII contra miembros de la organización terrorista «Tren de Aragua».
Agentes del ICE apresaron a León el 13 de marzo, el día de su cumpleaños, en el estacionamiento de su apartamento en Irving, Texas (sur), según se lee en la reclamación dirigida al Departamento de Seguridad Interior (DHS).
Ahora, el Democracy Defenders Fund (DDF) y la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos introdujo a su nombre una reclamación administrativa contra el DHS, en el primer paso para una demanda.
«Vamos a llevar el caso directamente hacia un juez para hacer la demanda contra el presidente Donald Trump y todo su núcleo de trabajo», declaró el joven a los medios en su casa en Venezuela.
«Todo este tiempo que no supimos de nuestra familia, ¿Quién nos lo paga? ¿Cómo hacemos nosotros para todo lo que teníamos, que perdimos? ¿Cómo lo recuperamos?». León Rengel quiere que su récord criminal quede limpio, pero también «algún otro tipo de compensación (…) dinero».
Contó, que durante su detención presentó la documentación que demostraba que tenía estatus de residencia temporal y su cita migratoria programada para 2028, añade, pero los agentes estimaron que sus tatuajes eran una prueba de afiliación al «Tren de Aragua».
No obstante, la denuncia indica que «funcionarios federales le mintieron, diciéndole que lo enviarían a su país» cuando en realidad «durante más de cuatro meses, Rengel [estuvo] en El Salvador», donde «sufrió abuso físico, verbal y psicológico», añade.
También, agrega: «los guardias lo golpeaban en el pecho y el estómago con puños y porras». «En una ocasión, lo llevaron a una zona de la prisión sin cámaras» y «fue brutalmente golpeado».
Estuvo recluido con casi una veintena de venezolanos «en una celda de apenas 3×3 metros» donde solían permanecer noche y día y durante más de un mes su familia desconoció su paradero, señala el texto.
Finalmente, el barbero venezolano exigirá una indemnización por USD$ 1.3 millones, debido a los daños y perjuicios que recibió durante su detención.
