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Las mejoras salariales es una de las principales exigencias de los docentes en sus diferentes protestas pasadas

Al respecto del aumento de ingresos a los trabajadores: más mercado

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Por Roymer Rivas, coordinador local senior de EsLibertad Venezuela y teórico del Creativismo Filosófico.

Esta semana el ejecutivo celebra el «aumenta» de lo que llamó «salario integral» de los trabajadores en Venezuela, pero ante esta aberración tengo que hacer algunas acotaciones al respecto:

  1. El primero de mayo del 2023, la Cestaticket se fijó en 1000 Bolívares, que al cambio oficial eran aproximadamente 45$, pero con el tiempo la inflación fue corroyendo el mismo, al punto de que al 15 de enero de 2024 equivalían a 26$. No obstante, el sector privado se encontraba pagando el servicio de Cestaticket por encima de ello: algunos 30$, otros 40$, 50$, 60$, dependiendo del sector, por lo que este aumento es irrelevante para el sector que se encuentra pagando el mismo por encima del precio fijado, pero representa un aumento de costos para aquellos que pagaban por debajo —es decir, ahora se la ponen más difícil a este pequeño sector—.
  2. El ejecutivo se vanagloria de haber aumentado el «Bono de Guerra Económica» a 60$ «indexado» —nuevamente, sabrá Dios a qué—, pero no dice que esto no lo recibe todo el mundo y que dicho aumento será a costa de más emisión monetaria, lo que se traduce en mayor perdida del poder adquisitivo del dinero y, a largo plazo, menos ingreso real a las personas. Además, hay que decir que tal bono es entregado directamente por el ejecutivo, así que no tiene nada que ver con el sector privado —que solo enfrentará las consecuencias de la medida por estar sumergido en una realidad venezolana catastrófica a nivel monetario—.
  3. Al ejecutivo y a la cuerda de modorros que aplaudieron la medida, que vendieron como «aumento de salario integral», hay que enseñarles que tal denominación no existe en la LOTTT, sino que es un término que se ha desarrollado en la doctrina para hacer referencia a lo que recoge el articulo 122 de la misma, a saber: (salario normal + otras asignaciones salariales + utilidades + vacaciones)= Salario Integral —lo cual hace que el «salario integral» varíe para cada trabajador—. Ergo, el aumento de un Bono Basura, que hace más mal que bien, y de la Cestaticket, que solo beneficia a corto plazo a los trabajadores del sector público a costa de dañar más la economía y el sector privado, no forman parte del «Salario Integral». Estimo que este lenguaje se usó solo con la intención de engañar a todos los oyentes.

De lo anterior destaco varias cosas: (i) que el sector privado es más eficiente al momento de encontrar solución al problema de sus trabajadores —problema del mercado—, y no el Estado; (ii) que mientras los trabajadores del sector público están sumidos en la miseria en cuanto a su salario, los del privado se encuentran comparativamente mejor —no es que sea la panacea, porque el contexto venezolano no lo deja, pero eso no es culpa del sector ni del mercado—; (iii) en esta línea, que en lugar de virar hacia lo que se ha demostrado más eficiente —mercado, sector privado— para que los salarios de las personas mejoren, el ejecutivo sigue apostando por la Estado-dependencia y quita margen de maniobra al sector privado.

Su pensamiento es muy «lógico-perverso»: «oh, el sector privado paga 40$ de Cestaticket y lo que nosotros fijamos ahora está en 26$, no vamos a dejar que ellos sigan dando mejores cosas que nosotros, vamos a aumentarlo a 40$ y a decir que gracias a nosotros ahora ganan más, mientras que le quitamos poder a dicho sector y hacemos que la población dependa más de nosotros».

La solución no está en aumentar los salarios por decretos, eso no ha funcionado en ningún lugar, más bien distorsiona el sistema de precios en el mercado de los trabajadores y, por extensión, no permite calcular bien qué, cómo y cuanto debe ganar el trabajador en «x» sector, sino por disminuir la intervención y dejar que sean las voluntades individuales las que rijan el rumbo de la economía del país. Empero, entiendo que esta conversación se encuentra en un plano de comprensión fuera de las facultades mentales de quienes pretenden dirigir la sociedad, aquello que no entienden ni entenderán, pero que quieren controlar.

También, a las personas que pretenden mejorar su condición económica a través de un decreto, parecen no entender, después de años de fracasos, que esto no sirve, que la solución no se encuentra en protestar para que aumenten los salarios, sino en protestar para que el Estado deje de intervenir en el mercado de trabajo y de trabajadores y de paso al libre contrato entre las partes —patrono/empleado—. En el fondo, en lugar de pedir librarse, piden que su verdugo les de morfina para que no sientan el dolor del maltrato en el corto plazo —porque la dosis de morfina no es infinita—: «nos estamos muriendo, pero no sentimos dolor».

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John R. De la Vega, P.A.

Immigration Law
  • Asilo
  • Representaciones en la corte de inmigración
  • Peticiones familiares

John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.

John R. De la Vega, P.A.

Immigration Law

John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.

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