Caracas. – El líder de la Narcotiranía venezolana, Nicolás Maduro, culpó a las sanciones económicas, y a los «opositores» que supuestamente las pidieron, de la pérdida de 642.000 millones de dólares para el país, a partir de 2015.
En un discurso que ofreció este lunes, en el marco del mensaje anual al país desde la sede del parlamento chavista, el dictador se refirió ampliamente a los cuantiosos recursos dilapidados durante su gestión, lo cual le atribuye a las medidas económicas adoptadas por EE. UU. en 2020.
«Las pérdidas de la economía superan los 642 mil millones de dólares (…) Los culpables son los que pidieron las sanciones, los que las exigieron, los que las justificaron y los que las tomaron», aseveró durante su alocución.
En este sentido, denunció lo que califica como un «genocidio económica», argumentando que todo ocurrió a partir de 2015 «cuando empezó frontalmente la guerra económica, la producción petrolera cayó 87%, llegando a su nivel más bajo en junio de 2020 con 339 mil barriles diarios frente a 2,5 millones que se producían en enero de 2015.»
Así, agrega: «Venezuela dejó de producir hasta 2022, un total de 3.993 millones de barriles lo que supuso una pérdida para el país de 323 mil millones de dólares».
También, detalló que, a consecuencia de las sanciones ‘contra los jerarcas de su narcorégimen’ «40 aeronaves de Conviasa siguen sancionadas. Un gran avión moderno sigue secuestrado por el partido judicial de Argentina, violando todas las normas de la aviación internacional. Nos reservamos todas las acciones legales».
También tocó el tema de los dineros congelados en diversos países del mundo: «Nos quitaron, nos robaron y congelaron en el mundo fondos que teníamos en bancos 22.000 millones de dólares, incluidos 32 toneladas de oro que siguen secuestrados en Reino Unido».
El jefe del genocida narcodictadura habló también sobre lo que considera una «persecución de EE. UU. contra principales líderes de los poderes públicos de Venezuela», cuando la mayoría de los integrantes de su gabinete están siendo solicitados por narcotráfico y terrorismo, además de estar a punto de ser investigados por crímenes de lesa humanidad.
«Incluso, la orden del Departamento de Justicia que le pone precio a mi cabeza como jefe de Estado sigue ridículamente vigente», lamentó el cabecilla del régimen genocida.
No obstante, al dictador se le olvidó mencionar y profundizar, entre otras cosas, en los entramados de corrupción que se han destapado en los últimos meses y que representan perdidas multimillonarias para el país.