Skip to content
Smart#Werable
Smart#Werable
(El Cadenazo)

El feminismo: la nueva edición de la histeria y la sumisión del estado

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp

Por Oscar Becerra

Desde el inicio de la humanidad una de las interrogantes más frecuentes para un ser humano es la psique del sexo opuesto, esta curiosidad está fielmente documentada en los escritos de Sigmund Freud, especialmente en sus tratados sobre la histeria. Desde que este médico judío austriaco fue a estudiar con Jean-Martin Charcot  pudo evidenciar que no había una correspondencia anatómica con el síntoma de las pacientes, así que se trataba como un trastorno psicológico y no como una enfermedad del soma (cuerpo). Este trastorno caracterizado por la somatización, comportamiento exageradamente dramático que roza con lo teatral, y una labilidad emocional, hizo que el propio Freud dudara de la honestidad de sus pacientes.

La mayoría de las pacientes de Freud eran mujeres de clase media alta. Al principio Freud quiso valerse de la hipnosis para curar sus síntomas; pero sería la asociación libre el método por el cual se llegaría al origen de la enfermedad y mediante la catarsis una posible cura.

El estado domesticado

En los años setenta, la medico judía de nacionalidad germano-argentina Esther Vilar traería de nuevo el debate sobre la histeria en la opinión pública. En su libro el Hombre Domesticado relata cierto tipo de mujer que mediante el chantaje emocional domina, aunque no de manera explícita, a su marido, convirtiéndolo en un esclavo financiero.

Vilar denuncia como ciertas mujeres jóvenes con rasgos histéricos se valen de comportamientos infantiles para domesticar a un hombre, y cuando estas envejecen se valen de sus hijos para seguir manipulando a su marido. También señala que muchas veces este tipo de  mujeres no sufre por despecho sino por la pérdida de una potencial víctima.

Un punto interesante en el cual coinciden Esther Vilar, Hannah Arendt,  Ayn Rand, y Camille Paglia es que los sujetos que forman parte de un colectivo (que no es lo mismo que comunidad política) tienen un aplanamiento cognoscitivo. El sujeto-masa no se rodea de los que piensan igual, es imposible, el pensamiento  es una habilidad netamente individual, sino que se rodea de quienes repiten el mismo discurso, el cual es planteado y replanteado por el líder del colectivo.

En los años 70 el marxismo de la escuela de Frankfurt ayudaría a colectivizar a hombres y mujeres, de la lucha de clases se pasaría a la lucha de los sexos. Al igual que otros movimientos posmodernos encontraría un buen mercado en la cultura anglo sajona, que historialmente se ha caracterizado por la dificultad de ser inclusiva en la esfera pública. Sin embargo un acceso a la vida pública no es el objetivo de muchos de estos movimientos sino los subsidios y las cuotas, lo que a muchos hace dudar del altruismo de estos movimientos.

Si bien la histérica clásica busca dominar al marido con un chantaje emocional; la histérica posmoderna busca mediante esta misma estrategia  dominar al estado. En términos coloquiales quieren volver al gobierno su suggar daddy, o en términos hispanos; el tipo que las mantiene.

La culpabilidad indefinida y la falsa sororidad

Uno de los aspectos más inmorales del feminismo es que bajo el muñeco de paja del heteropatriarcado  capitalista se les quiere culpar a todos los hombres por la violencia y la segregación de la mujer, olvidando que uno de los fundamentos del derecho penal es que la culpa es personal e intransferible. Tampoco se hace una distinción antropológica del papel de mujer en distintas culturas, por ejemplo, en países predominantemente budistas las mujeres gozan de muchos más derechos que en países musulmanes, o que históricamente en países católicos las mujeres han tenido mayor participación en la vida pública que en países protestantes. En el caso de Inglaterra se llegó incluso a hacer ventas de esposas, nada extraño en un país donde se ejecutaron  dos de las esposas de Enrique VIII.

Por otra parte, la falsa sororidad de estos colectivos se manifiesta cuando ignoran intencionadamente por ejemplo la violencia que puede haber dentro de una pareja lésbica, o los secuestros colectivos  que la organización musulmana Boko Haram hace a niñas nigerianas.

Ataraxia frente al posmodernismo

Esther Vilar hace una invitación a dejar de intentar comprender la psique de las histéricas, y a querer complacerlas. Contundentemente dice que en la mente de ciertas mujeres (y hombres también) no hay nada; que es mucho más fructífero intentar el que sujeto entienda primero su propia mente. Tanto los antiguos griegos como indios comprendieron que el control de las propias emociones es la llave a la libertad, quien es consciente de sí mismo es menos manipulable.

Por otra parte el estudio de la antropología, y la historia echa por tierra las teorías feministas. Una de las tareas pendientes del mundo hispanoamericano es el estudio de su propia historia. Tradicionalmente el lado español (por ende católico) de América ha sido mucho más inclusivo que el lado inglés (protestante), sin embargo si bien la actitud de la derecha conservadora católica ha sido firme frente al posmodernismo, su actitud frente al protestantismo has sido de poner la otra mejilla.

Lo más indignante del mundo hispano es su total sumisión ante ideologías provenientes del mundo germánico, sin hacer el más mínimo análisis. Esta sumisión es visible en Argentina y España, país donde el feminismo más radical se ha asentado.

El desconocimiento del periodo Habsburgo; especialmente Hispanoamérica, mantiene en una profunda ignorancia el esfuerzo colosal que hombres y mujeres de distintos pueblos hicieron para construir una nueva civilización cual lo hicieron los romanos. Más tarde a partir de la revolución industrial seria la tecnología y no las revoluciones marxistas las que materializarían lo que para la “izquierda” se denomina la libertad; tiempo para el ocio.

La tecnología no solo ha liberado a la mujer de la labor sino también al hombre del trabajo. Ha hecho que la mujer tenga más flexibilidad para trabajar fuera del hogar y en este proceso le ha dado al hombre más participación en la vida familiar, especialmente al poder utilizar su tiempo libre para la paternidad.

La posmodernidad se ha impuesto como un paradigma en la cultura occidental, quien se opone es perseguido cual acusado de brujería en la Alemania feudal. Si bien Hispanoamérica no es Occidental deberá decidir si seguir como un cordero el sermón posmoderno o aventurarse a crear su propio destino.

¿Te gustó este artículo? 
¡Compartelo!
Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp

John R. De la Vega, P.A.

Immigration Law
  • Asilo
  • Representaciones en la corte de inmigración
  • Peticiones familiares

John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.

John R. De la Vega, P.A.

Immigration Law

John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.

  • Asilo
  • Representaciones en la corte de inmigración
  • Peticiones familiares
Lee estos artículos 
¡Recomendados!
Otros temas 
Importantes

Suscríbete a

Contra Poder 3.0

Recibe todas las noticias, artículos, información sobre política, enchufados y más, suscribiéndote con tu email.