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La odisea americana

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Por Leroy Garret

Hacia el poderío de los Estados Unidos hay opiniones envidiosas de larga data y origen tan arcaico como las generadas por el laboratorio propagandístico soviético de la internacional comunista y que han quedado como un credo creído a pie juntillas dentro de la narrativa política izquierdosa latinoamericana por generaciones.

Los Estados Unidos nacen como la antinomia a la Inglaterra de la dinastía de los Stuart, los descendientes de María la Reina de los Escoceses, decapitada por cargos de traición por Isabel Primera que, al ni reconocer ni adoptar hijo alguno, al final el trono quedó en manos de la descendencia de la decapitada.

El sistema político creado por los fundadores norteamericanos es una respuesta específica a evadir los errores cometidos por el reinado de Carlos I Estuardo (Stuart) – que provocó la guerra civil inglesa – sus debilidades católicas, inclinación odiada por el pueblo llano y su clase dirigente puritana, la mezcla de religión y secularidad en política, los abusos y privilegios de la nobleza aristocrática y el conflicto entre la autoridad del parlamento y el rey, todo fue evadido y previamente mitigado por los fundadores en la constitución.

No así la supresión de la esclavitud y ese error se pagó bien caro en vidas humanas y destrucción un siglo después.

Como cualquier democracia, la fortaleza de los Estados Unidos como potencia reside precisamente en sus aparentes debilidades, en el control de sus pesos y contrapesos institucionales, en la visión histórica de su poder judicial, real organismo de control social más no de aplicación de la ley – esa función es del presidente y sus recursos- y ese rol ha hecho a la nación del norte de ser enteramente esclavista (Decisión Dred Scott) hasta totalmente manumisa (Enmienda Constitucional XIII) según las necesidades históricas que satisfacer en el presente.

La confrontación civil ha sido una fuente constante de violencia y división, la guerra civil cuya causa no fue originalmente solo la liberación de los esclavos, sino la homologación económica del país tratando entonces de erradicar las relaciones de producción feudales, en el sur, basadas en mano de obra esclava, hacia un esquema de producción fabril donde la esclavitud se hacía inadmisible.

En tiempos más cercanos hemos visto avances y retrocesos, decisiones en contra y a favor del aborto, la lucha por igualdad de derecho civiles de los descendientes de los esclavos en el 60, el movimiento de liberación femenina en los 70s, la lucha por derechos de otras minorías como la hispana y la elección de Obama, el primer presidente negro de la nación, en donde precisamente se inicia la presente crisis política.

Nadie, ni los rebeldes del sur, durante la guerra civil, que tuvieron en la mira a la capital, Washington DC, incontables veces, jamás, se atrevieron a atacarla, ni mucho menos al edificio donde funciona el congreso, la representación genuina del pueblo americano; el Capitolio. Hasta que llegó Trump.

La Presidencia de los Estados Unidos, de creación constitucional es una institución no regulada por ley en lo que respecta a la conducta y modales esperados del presidente, todos los antiguos poseedores del cargo, con sus defectos incluidos, buscaban imitar los modales impuestos por el gran caballero de Virginia, George Washington, hasta que llegó la presidencia “Twitter” de Trump.

Durante el siglo XX, nadie discutía la infalibilidad americana, si en el mundo había Ébola, los norteamericanos nada tenían que temer, esa infalibilidad se derrumbó durante la pandemia de COVID y la errática presidencia de Trump.

Trump es un producto de la cara oscura del sueño Americano, su padre Fred , fue el dueño de los alquileres del barrio Queens de Nueva York desde la década de los 20s en el siglo pasado, igualmente, fundador del Ku Klux Klan en los años pre depresión en la gran Manzana, pudo avanzar comercialmente hacia la Isla de Manhattan, aprovechando la quiebra económica de la ciudad neoyorquina durante los 70s y 80s. Al frente de ese avance puso enfrente a su hijo que creía (Y creé) merecerlo todo: Donald Trump.

Trump es El Niño consentido de las fuerzas reaccionarias mas poderosas del mundo, luego de los nazis, su poder personal e influencia le ha permitido amasar una fortuna (Hecha por abusos acciones y omisiones al estado de derecho que le hacían recipiente por décadas de una impunidad e inmunidad no declarada) que ahora se sabe es más especulación que realidad. Su abierto desdén por hacer cumplir con la constitución y leyes, y agregar a La Casa Blanca dentro de sus extensa cantidad de propiedades inmobiliarias, alarma a los círculos académicos, intelectuales, clase media y aliados internacionales, una nueva presidencia Trump es en sí misma una amenaza a la civilización.

Después de gozar durante casi toda su vida de una impunidad de facto y falta de auditoría gubernamental en sus prácticas empresariales, luego de los abusos y transgresiones de su presidencia, su desconocimiento del resultado electoral pasado y sus abiertos esfuerzos para subvertir el resultado de las elecciones, Trump ha sido presa de una reacción de escrutinio judicial sin precedentes en la historia tanto del área criminal como civil. El ultimo recipiente de un ataque parecido fue Al Capone.

Los fallos civiles todos apuntando hacia décadas de fraudulentas prácticas comerciales, ya le condenan a pagos que sobrepasan el billón de dólares, casi el monto neto de su fortuna.

Hay retaliacion del gobierno y el poder judicial, en absoluto no descartable, es parte de la naturaleza humana, no debería desacreditar el esfuerzo institucional, apegado a el sistema de balances entre poderes creados por los fundadores de la república del norte, en su decidido intento de acabar con el cáncer que amenaza un sistema político vigente, el más perfectible de la historia del hombre.

Cuenta “X” @lerogarrett

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John R. De la Vega, P.A.

Immigration Law
  • Asilo
  • Representaciones en la corte de inmigración
  • Peticiones familiares

John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.

John R. De la Vega, P.A.

Immigration Law

John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.

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