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Leroy Garrett

Sigue la emboscada

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Por Leroy Garrett.

El triunfo de la señora Machado ha dado aliento a los restos de un país famélico y condenado, así como a grandes grupos de venezolanos en el mundo que esperan con relativa esperanza volver habitar la tierra de sus ancestros y querencias.

Si bien, es necesario recordar que tal espíritu celebratorio y de esperanza a la victoria ya había ocurrido, no es novedoso, es parte del manto mesiánico que ha acompañado a cada candidato opositor, ganador absoluto de un proceso primario para que unos meses después simplemente sea calcinado por el fraude.

En un país donde en su accidentada historia ha sido víctima de los odios más variados, ya el «Gran Elector», esa figura usualmente silente como demoníaca que es el verdadero poder en Venezuela, de nombre: Cilia Flores, ha salido de su autoimpuesto voto de silencio y ha denunciado las primarias como «fraude» y anticipa que el triunfo de María Corina, no cambiara en nada la vía franca hacia la desaparición de la república.

Ya a través de su jefa indiscutible, el chavismo ha ejecutado como entiende que son las “elecciones justas”. Nada cambiará. Ni Machado, ni ningún personaje seudo o total colaboracionista sería presidente de la república.

Esto ocurre en un conteto donde, desde el inicio de Plan Bolivar 2000, Chávez inició y terminó con éxito la destrucción de la fuerza armada; hoy un grupo fuertemente armado para sostener el orden en la colonia en tierra firme de la gran antillana Cuba.

Además, Chávez se aseguró que su milicia no consentiría entregar el poder pacíficamente y hacer retornar la magistratura civil; la presidencia bajo la colonización cubana es un tinglado de apariencia, el poder en Venezuela se ejerce en La Habana, por medio de un triunvirato de comisarios políticos, con la Flores a la cabeza, su consorte y Cabello, y la milicia en armas les obedece a muerte.

Por ello, equivocados estaban los “lideres petroleros” del 2002, cuando con escándalosa ingenuidad creyeron que por ser meritocraticos y educados contaban con la simpatía del mundo petrolero y desarrollado.

El negocio petrolero internacional es más afín con los déspotas como Saddam Hussein o Assad El Viejo, o cualquier Emir de un Emirato contemporáneo, ilustrando que se requiere poder despótico para asegurar la inversión y que funcione el negocio —y los chavistas cumplen el parámetro—.

Habiendo expresado todo esto, tengo que decir: ¡María Corina no! La esperanza democrática venezolana está fuera de su territorio y tiene que ser una operación política de calibre dispuesta a hacer las alianzas posibles, que sean efectivas y principalmente dispuestas a asumir todas las opciones necesarias en nombre de la libertad.

En otras palabras, como ya lo he dicho antes, es necesario Un Gobierno en el Exilio, pues el mismo conjugaría todas las premisas necesarias para la libertad.

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John R. De la Vega, P.A.

Immigration Law
  • Asilo
  • Representaciones en la corte de inmigración
  • Peticiones familiares

John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.

John R. De la Vega, P.A.

Immigration Law

John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.

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