El Gobierno del Reino Unido está estudiando la posibilidad de utilizar antiguas bases militares y barcos para alojar a los inmigrantes, como parte de una reforma migratoria que busca agilizar las expulsiones y reducir el flujo de personas en el Canal de la Mancha.
Actualmente, el Gobierno dedica alrededor de 6,2 millones de libras (unos 7 millones de euros) al día para cubrir los gastos de alojamiento de migrantes en hoteles que no tienen espacio suficiente en los centros públicos. Según la BBC, hay más de 51.000 personas distribuidas en casi 400 hoteles en todo el país.
El secretario de Estado de Inmigración, Robert Jenrick, ha anunciado que el Gobierno quiere incluir antiguas bases en Lincolnshire, Essex y East Sussex que tienen capacidad para alojar a «varios miles» de personas en la ecuación de acogida.
Además, el Gobierno está considerando la posibilidad de utilizar ferris, aunque este aspecto aún no ha sido confirmado por Jenrick.
El secretario de Estado ha argumentado que el sistema de acogida de inmigrantes está «sobrepasado» debido al aumento de la inmigración, pero aún no está claro hasta qué punto habrá quejas por parte de las comunidades que puedan verse afectadas por la creación de nuevos centros.
El diputado conservador Edward Leigh, representante de una de las circunscripciones concernidas, ya ha expresado su descontento y considera que esta medida es «una mala idea».
La oposición también ha cuestionado la capacidad del Gobierno de Rishi Sunak para hacer frente a la presión migratoria. Una portavoz del Partido Laborista, Yvette Cooper, ha afirmado que la propuesta del miércoles significa que el Gobierno está aceptando el «fracaso» de sus políticas migratorias.