El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha aprobado este miércoles una nueva estrategia para la seguridad infantil en el país, en la que se recoge que, entre otros asuntos, la difusión de valores no tradicionales como una de las principales amenazas para los niños rusos.
El mandatario ruso ha dado ‘luz verde’ a la Estrategia Integral de Seguridad Infantil, una nueva normativa que reconoce que la «imposición de una revisión de las normas básicas de moralidad y la manipulación de la información estimulan comportamientos antisociales y causan daños significativos a la salud mental de los niños».
Asimismo, la iniciativa incide en que «Estados extranjeros hostiles, así como organizaciones terroristas y extremistas» están tratando de difundir una «sensación de incertidumbre y distorsionar los valores espirituales y morales» de Rusia a fin de «desorientar a la sociedad» y «afectar negativamente» el desarrollo de la infancia.
La Estrategia Integral de Seguridad Infantil consta de un total de trece tareas principales para garantizar el buen desarrollo y formación de los menores, entre los que destaca la importancia de inculcar a los niños el «rechazo persistencia a la ideología del terrorismo y el extremismo».
En la misma línea, destaca el rechazo hacia sustancias estupefacientes o la adquisición ilegal de armas, así como la creación de un plan a nivel nacional para prevenir comportamientos «antisociales» y agresivos.
En este marco, también se prevé regular el acceso de los menores a la información para evitar «la expansión de ideología y valores externos».