En Venezuela claudicaron las Fuerzas Armadas Nacionales

Venezuela la nación que hace más de dos décadas despuntaba como un Estado promisor que se enrumbaba hacia el desarrollo y el progreso dejó de ser un Estado, lo convirtieron en una madriguera de delincuentes foraneos y nacionales.

Entre la convivencia de hampones que la secuestró no es necesario un acuerdo firmado que estipule las condiciones entre las dos partes en el jugoso negocio en el que se repartieron el país, no es necesario porque el otrora Ejército “Forjador de Libertades”, sumiso se rindió ante una guerrilla que hoy impone condiciones y exige prebendas dentro del territorio venezolano.

En todo arreglo donde hay intereses entre delincuentes hay una victima, en Venezuela la victima es el desamparado pueblo venezolano que tiene que soportar las acciones criminales del ELN, las FARC, y las ambiciones de gobiernos chulos.

En Seboruco en el Estado Tachira la guerrilla se mueve como “ Pedro por su casa” entra a los hogares de sus habitantes y “ordena” prepararles comida, deciden cuando sus habitantes deben ir a sus casas y hasta revisan el contenido de mensajes y conversaciones en sus teléfonos celulares, en harás de proteger el monopolio en el negocio de la droga. Imponen su ley, es parte del convenio, convierten a los lugareños en su servidumbre y disponen a su antojo de sus casas y de lo que siembran. Esa tragedia ocurre en diferentes estados del país, mientras en México la puja es entre otros dos bandos con corbata, que buscan solo un objetivo supremo, por un lado mantener el poder y por el otro como participar discretamente en el.

En Venezuela desapareció el Estado como “ente rector protector de las garantías” con una organización política común, un territorio y órganos de gobierno propios, soberanos e independientes políticamente.

Cuando a un Estado lo desaparecen, sustituyéndolo por un conglomerado de bandas delictivas donde el único fin es la conservación del poder al precio que sea, y el órgano responsable de proteger la Nación y sus ciudadanos claudica. La “ÚNICA” opción que queda es el uso de la fuerza por cualquier vía para garantizar la existencia del Estado y la protección de sus ciudadanos.

. Cnel (GN) Antonio Semprun