Caracas. – Estar «vivo de milagro», debido a las terribles torturas que ha recibido durante su encarcelamiento, fue la confesión del teniente del Ejército Richard Alemán, quien se encuentra detenido desde el año pasado por el delito de rebelión.
Lo apresaron durante una operación del DGCIM en abril de 2020, realizada en Puerto Cabello, junto a otros compañeros militares y amigos, donde recibió las primeras golpizas.
Llegó a trabajar para la Gobernación del Táchira, junto a Vielma Mora, pero luego se rebelaría junto a un grupo de oficiales en el alzamiento conocido como Puerta Morocha, en la cual fueron detenidos varios capitanes de la GN.
«Lamento y me arrepiento mil veces, haber sido militar y hasta llegar a trabajar para esta horrenda revolución en la cual en algún momento de mi vida creí a pesar de que toda mi familia estaba en contra», llegó a admitir Alemán en las recientes declaraciones ofrecidas a los medios, sobre lo que le ha tocado vivir luego de su detención.
«Yo me encontraba en mi habitación, la 36. A eso de las 3:30 am. Estaba dormido después de ver una película, «Milagro en la celda 7»; y, de repente, me despierto y veo muchos fusiles y funcionarios vestidos de negro.
Entraron en la habitación, me pegaron cachazos en la cabeza, golpes y después me llevaron al estacionamiento donde estaban los demás compañeros. Nos llevaron a la Dgcim en Boleíta, donde nos recibió un oficial superior. Teníamos las caras tapadas con carpetas y cinta adhesiva», contó.
«Este oficial que nos recibió, de inmediato me dio una patada en la nariz. Desde ese momento, tengo problemas para respirar, he pedido que me vea un médico, y hasta ahora no me ha visto un especialista. Tuvimos 19 días recibiendo golpes. Me golpearon todo mi cuerpo. Me aplicaron asfixia mecánica con bolas. Se montaban encima de mí, me dio un paro respiratorio. El 27 de abril fui a parar al hospital militar, donde con un procedimiento médico me revivieron. Ese mismo día a las 3:00 am me dieron de alta», narró el joven oficial.
Igualmente, indicó que en el país no existe lo que se conoce como Estado de Derecho, por lo que considera que la población está desprotegida totalmente, ante lo que tilda como «una horrenda dictadura que se ha encargado de asesinar, apresar, perseguir y hacer daño a cada venezolano».