China, de la mano de Xi Jinping, se está preparando para un conflicto bélico internacional, así lo aseguró el experto en seguridad, César Sabas Fuentes.
Sabas, quien en el pasado había recalcado que se debía observar con mucha atención lo que sucediera en el extremo oriente del mundo, asegura que ni China ni Xi Jinping se caracterizan por “parlotear” sino que cuando dan declaraciones y amenazas de esta índole, es porque “ya han medido muy bien lo que van a hacer,” continúa además explicando que hay que ponerle mucho cuidado al “simbolismo” detrás de estas declaraciones.
El analista comenta que “dentro de sus tradiciones (las chinas) está el simbolismo,” añadió que no es casualidad el lugar, el momento ni la forma en la cual se envió el mensaje. La ciudad de Shenzhen, la cual fue la primera ciudad China que se abrió a los mercados internacionales, fue el lugar escogido por la cabecilla del partido comunista chino para declararle la guerra a la globalización, justamente en su 40 aniversario. “El (Xi Jinping) va en el 40 aniversario a decir que ahora viene una nueva China con un nuevo modelo económico y ya no nos importa la inversión extranjera”.
De igual manera, Sabas explica que existe otro simbolismo de suma importancia posterior al de Shenzhen, y es que el presidente de la república popular China, se dirige hacia Chaozhou. “Está muy cerca del estrecho de Taiwán y ahí es donde él dice que el ejército tiene que prepararse para la guerra,” Sabas resalta de nuevo la importancia de la ciudad en la que pronuncia estas palabras, “él no dice que va a invadir Taiwán, pero cuando vemos todo el simbolismo, Xi Jinping está marcando una política militar, económica y social”.
Sabas afirma que la misión de Xi Jinping es reunificar el imperio chino, por lo que no descarta una guerra en la región. “Eso tiene fecha, es el año 2049, pues es el 100 aniversario de la República popular China” añadió.
El experto en seguridad, concluye que la política internacional hacia China se ha vuelto de mayor resistencia gracias a la política exterior que ha tenido la actual administración de los Estados Unidos. “Obama era un presidente muy fatalista” continúa Sabas diciendo que, con la llegada de Trump al poder, la noción de poderse enfrentar contra China cambió, “él (Trump) convence a Estados Unidos, que la nación si podía hacer algo efectivo contra China. A partir de Trump, los problemas con Chinas pasan a ser estructurales, así que incluso si gana Biden, hay problemas que impiden que las relaciones sean como antes”.
