Caracas. – Este sábado, 20 de abril, se cumplen ya cinco años de la misteriosa desaparición del buzo profesional, Hugo Marino Salas, quien había llegado a Venezuela para investigar un siniestro aéreo, pero fue interceptado por esbirros de la DGCIM apenas llegó al país.
Varias publicaciones en las redes sociales, especialmente una publicada por la abogada Tamara Suju en «X», revivieron el caso de Marino, buzo experto en búsqueda en el mar, quien había participado en las labores de rescate de un avión siniestrado en julio de 2017 en Nueva Esparta con nueve personas a bordo y siete tripulantes del Sistema Coordinado de Transporte Aéreo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Una de las víctimas era el hijo del para entonces ministro chavista de Comercio Exterior y presidente del Banco Bicentenario, Miguel Pérez Abad, quien contrató a Marino para la búsqueda.
En 2019 voló desde Miami a Venezuela para retomar el caso, pero desapareció sin dejar rastro. Tal como lo clamó nuevamente en un video publicado por Suju este sábado, Beatriz Salas, madre del joven buzo, pide saber qué le ocurrió:
«Esperando que el régimen me responda y me diga dónde tienen a mi hijo o que le hicieron, voy a seguir preguntándoles ellos son los responsables de su desaparición seguiré luchando hasta encontrar la verdad».
Según Salas, la primera vez que unos familiares solicitaron información de él en Boleíta, la sede principal del organismo de contrainteligencia, les aceptaron una comida. En la segunda ocasión, los funcionarios negaron que estuviese allí.
«Luego de eso no he sabido más nada de mi hijo, por ningún medio. Yo he pedido que me ayuden (…) Yo sé que en Venezuela no hay justicia, pero tengo la esperanza que en algún momento yo logre saber qué le hicieron a mi hijo», contó.
Incluso, recordó (como lo ha hecho en otras ocasiones) cuando, en un programa, el fiscal chavista, Tarek William Saab, le aseguró haber ordenado una investigación sobre el caso de Hugo. Sin embargo, lo dijo una sola vez en aquella transmisión, y luego, al parecer, lo olvidó.
