De Derecha Diario
Las tensiones entre Estados Unidos y Rusia se reavivan en Escandinavia, al norte de Europa, tras la decisión del gobierno de Biden de desplegar aviones bombarderos B1-Lancer en Noruega. Rusia advierte que esto podría retrotraer al mundo a épocas de la Guerra Fría.
Joe Biden ha tomado la decisión de desplegar en las próximas semanas una tanda de 4 aviones bombarderos B-1 Lancer en Noruega, país ubicado en Escandinavia al norte de Europa, y que posee frontera con Rusia.Este sería uno de los acercamientos más significativos de elementos militares norteamericanos al territorio ruso en décadas, lo cual ha despertado nuevos conflictos entre las super potencias.Ante los hechos, el Embajador de Rusia ante el Consejo Ártico, Nikolai Korchunov, afirmó que: «Hay indicios de que este es otro paso hacia una mayor actividad militar en el extremo norte, con una tensión creciente y una posible escalada militar«; y advirtió que la decisión podría «retrotraernos varias décadas, a los días de la Guerra Fría«.Los aviones, junto a 200 tropas de la Fuerza Aérea, serán desplegados en la Base Aérea de Ørland, ubicada en el centro de Noruega, país aliado de la OTAN. Durante su servicio de «varias semanas», los combatientes entrenarán junto a las tropas noruegas, utilizando estos aviones.
El experto en asuntos militares Jerry Hendrix afirmó que, en su opinión, el objetivo de la «jugada estratégica» de Biden es respaldar a sus aliados y presionar a Rusia, quien a partir de ahora volverá a ser el principal enemigo geopolítico de Estados Unidos.
En octubre del año pasado Rusia aprobó la Estrategia para el Desarrollo del Ártico 2020-2035, con el fin de «equipar a las fuerzas armadas rusas en el Ártico con armas modernas, equipo militar y especial adaptado a las condiciones del Ártico, así como crear la infraestructura necesaria».
En la directiva aprobada por los rusos, se destaca también el desafío para su país del «aumento del despliegue militar de otros Estados que podría estar asociado a un potencial conflicto».
Sin dudas esta es una de las escaladas militares más importantes de los últimos 4 años en Europa. Particularmente debido a que la relación con Rusia durante el mandato de Trump había sido más relajada y de un respeto mutuo.
Biden viene de un gobierno que tuvo importantes cruces con Rusia, en especial cuando el país euroasiático anexó la región ucraniana de Crimea, a pesar de la insistencia de Obama y del mismo Biden que esto resultaría en una catástrofe militar entre los países.
Finalmente, el anterior gobierno democrático se dejó pisotear por Putin y no tomó cartas en el asunto, algo que probablemente esta vez no quieran volver a dejar pasar.