EE. UU. sumó segundo escuadrón de cazas F-35 para operaciones en contra del narcotráfico

Caracas. – EE. UU. aumentó sus efectivos aéreos en el mar Caribe para apoyar a la operación «Lanza del Sur» en contra de los cárteles de narcotráfico, al enviar un segundo escuadrón de cazas Lockheed Martin F-35A Lightning II, y otro escuadrón de rescate con helicópteros Sikorsky HH-60W Jolly Green II a Puerto Rico.

De acuerdo con el portal Defensa.com, el incremento del número de medios aéreos se ha realizado durante las últimas semanas. De hecho, los Sikorsky fueron trasladados a la isla a bordo de aviones de transporte C-17 Globemaster III de la Fuerza Aérea de EE. UU.

La citada web indica que la nueva unidad de cazas que ha arribado la semana pasada a Roosevelt Roads es el Escuadrón de Combate 134 de la Guardia Nacional Aérea de Vermont, que opera los Lockheed Martin F-35A Lightning II, los cuales se suman a la operación “Lanza del Sur” en la región y como complemento a los F-35B del Escuadrón de Ataque de Cazas de Marines 225 (VMFA-225).

«Esta combinación de variantes A y B del F-35 no solo incrementa la capacidad de combate, sino que también amplía la flexibilidad operativa en el escenario estratégico por su versatilidad para realizar operaciones tanto sobre el mar como en tierra», indica la página Defensa.com.

Hay que recordar que, por lo menos en las últimas tres semanas, el presidente Donald Trump ha estado insistiendo en que pronto se llevarán a cabo ataques terrestres contra los narcotraficantes, esperablemente en Venezuela, así como en otros países de la región.

De allí la necesidad de aumentar las opciones con las que el Comando Sur pueda contar para poder cumplir con esta misión. En cuanto a los Sikorsky, la web indica que se trata de una «evolución del legendario Black Hawk», cuyo papel está destinado a labores de búsqueda y rescate principalmente.

El portal también precisa que «el refuerzo en la Base Naval de Roosevelt Roads responde a la necesidad de mantener una postura disuasiva y de respuesta rápida ante la posibilidad de una escalada de tensiones con Venezuela u otras naciones a las que Washington considera ‘no alineadas dentro de su dotrina'».