Caracas. – El cadáver de Luis Octavio Román Blanco (18), localizado el pasado sábado en el río Guaire, presentó fuertes signos de haber sido torturado.
El pasado sigue activo, ya que lo tiene el colector de una línea de autobuses que funciona en Caracas.
El análisis forense indicó que murió por asfixia mecánica.
Sin embargo, tenía hematomas en varias partes del cuerpo, fractura en la cervical, le abrieron el maxilar inferior con objeto contundente, y además le arrancaron las uñas.
Román salió el pasado lunes hacia la sede de la UNES, a presentar las pruebas de admisión. La última llamada que realizó la hizo a las 8:00 pm, contándole a sus familiares que estaba perdido.
Tras encontrar su cuerpo, no aparecieron sus pertenencias, entre ellas el celular.
Sus familiares contaron que el teléfono sigue activo, pues, llamaron al número y el colector de una línea de autobuses que funciona en Plaza Venezuela les contestó.
El hombre les aseguró que compró el celular a un muchacho, cuyas características parecían ser las de Román.
Al enterarse de ello, fueron al Cicpc a buscar a los investigadores que llevan el caso, pero estos les dijeron que por tratarse de un teléfono analógico, no disponen de tecnología para rastrearlo.
La familia, en medio de una gran angustia, piden que se haga justicia. Desconocen que le pudo haber pasado a Luis Octavio ese día, para que lo torturaran de manera salvaje hasta asesinarlo, y arrojarlo finalmente al Guaire.
John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.
John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.
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