Por Aldo De Vivo Orsini
@Aldodevivo
No existe un país del mundo que no tenga pensiones, todos, con sus claras diferencias, mantienen un sistema de pensiones estatales para sus ancianos. Curiosamente, todos ellos tienen problemas en mayor o menor medida con el pago o retorno de las mismas, algunos solo pagan el 50% del ultimo sueldo cobrado, otros pagan el 100%, otros cobran a partir de los 60 años, otros tantos a los 65, pero todos tienen el sistema de pensiones.
En el 2019 el déficit del Estado español cerró el mes de abril en 8.195 millones de euros, lo que supone un notable incremento respecto al mismo periodo del pasado ejercicio. En concreto, la desviación presupuestaria ha aumentado en 2.300 millones, lo que supone un repunte de casi el 40%.
Esta situación «se debe a la revalorización del sueldo de los funcionarios (2,25%) y a la mayor subida de las pensiones (1,6% en general y 3% las mínimas y no contributivas)», tal y como defienden fuentes de Hacienda.
En el caso peruano, la falta de cobertura de pensiones se refleja en que 7 de cada 10 peruanos mayores a 60 años no reciben ningún tipo de pensión, ni del sistema público (ONP) ni del privado (AFP), y tampoco del programa Pensión 65. La razón principal es la alta informalidad del mercado laboral peruano.
Y los pocos que sí tienen una pensión, reciben montos bajos, porque la tasa de reemplazo, que es el porcentaje del último sueldo que el trabajador ganó antes de jubilarse, está por debajo del 40%. ¿Cómo así? Bueno, si una persona se jubila con un sueldo de S/1,500, su pensión será menos de S/ 600.
En Venezuela, la dictadura se ha encargado de otorgas pensiones a diestras y siniestras, a los que fueron contribuyentes o no, obviamente en el país se lleva a cabo una dictadura socialista y el problema no es que falten pensionados, pues el banco central imprime billetes a montones para cubrir ese gasto público. El problema es que, la pensión en Venezuela es de 1.800.000 bolívares soberanos, es decir, 0,96 dólares
Pero ¿Por qué existen problemas con las pensiones?, la verdad es que siempre los habrá, porque estas políticas fueron diseñadas para no ser cobradas. Les explico, las pensiones fueron creadas para calmar los ánimos de la Alemania unificada del siglo xix. ¿No sabían? Pues les cuento, el sistema de pensiones estatales fue creado en 1889 por el canciller de Alemania Otto Von Bismark con la intención de calmar las protestas de los socialistas que exigían sus “derechos sociales”.
Otto de forma muy inteligente accedió, pero lo hizo con trampa ¿cómo? Bien, aprobó las pensiones estatales para ser cobradas a partir de los 70 años, y la trampa viene aquí: el promedio de vida para la época era de 45 años, es decir, casi nadie llegaba a la edad para cobrar esas pensiones y el estado se quedaba con el dinero de los contribuyentes. Tremendo negocio del estado.
Pero vino un problema para el Estado, con el avance del capitalismo, también se modernizo la medicina, la pobreza disminuyo, cada vez más la gente podía acceder a mejor calidad de vida, medicinas, centros médicos y el promedio de vida aumento hasta nuestros días a 81 años para mujeres y 75 para los hombres, a eso hay que sumarle que la edad de cobrar pensiones disminuyo debido a las políticas populistas.
¿Qué trajo esto como consecuencia? Ahora son millones de personas que deben cobrar pensiones, lo que genera un gasto público tremendo, deuda pública y déficit fiscal y que, además, mucha gente tenga problemas para cobrarla, eso sin contar la siempre presente corrupción que hay en el estado.
Pero ya la gente está acostumbrada a la existencia de pensiones, no se pueden quitar a pesar que seria lo correcto, lo que se puede hacer es crear un sistema de pensiones privado, no estatal, que sea: 1) voluntario, 2) que una persona individual pueda contribuir, sin necesidad de estar en la nomina de una empresa y 3) que existan planes distintos de pensiones donde el individuo pueda elegir a donde ira su dinero o como invertirlo.
Las soluciones no pasan por el Estado, sino por los privados y los individuos, no se puede dejar nuestro dinero ahorrado para la vejez en manos de los políticos, pues ya sabemos lo que hacen con el dinero: lo roban. ¿dejaría usted a un león cuidando carne? Supongo que no, entonces ¿Por qué dejar a los políticos cuidando nuestro dinero?
Edúcate en la libertad, que la ignorancia se paga caro.
John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.
John De la Vega es un abogado venezolano-americano que ha ayudado mucho a la comunidad venezolana e hispana en sus procesos migratorios en los Estados Unidos.
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