A tan solo horas del día de la inauguración, en donde de manera oficial se da la transición de poder en los Estados Unidos, el presidente electo, Joe Biden, ha estado publicando a través de sus redes sociales algunas políticas que implementará una vez asuma el poder.
Algunas propuestas que se han asomado incluyen el aumento del sueldo mínimo a nivel federal, la legalización con camino a la residencia de los millones de inmigrantes que se encuentran indocumentados, el uso obligatorio de mascarillas y también la prohibición del desalojo por parte de los dueños de los hogares a los inquilinos que no paguen la renta.
Esta última política, fue implementada de “manera temporal” por la administración saliente; sin embargo, no se colocó un día límite para dejar de aplicarla, por el contrario, se pretende extenderla bajo el argumento que la crisis ocasionada por la pandemia que ha dejado a millones de personas desempleadas, no puede ser una excusa por parte de los dueños de las propiedades para expulsar a quienes no cumplan con sus responsabilidades de alquiler.
Un detalle que no se ha explicado es que, la mayoría de los empleos que se destruyeron fueron responsabilidad de las medidas de confinamiento obligatorias, estrictas y extendidas que se impulsaron a través de los gobiernos regionales, por lo que, las consecuencias no deberían ser pagadas por los privados, que también tienen que cumplir con sus gastos personales.
Cabe destacar que los impuestos (a la propiedad, sobre la renta, al valor agregado, etc.) no han sido abolidos de manera temporal como una medida para evitar ahondar aún más la crisis. Los que alquilan propiedades deben seguir pagando los impuestos, a pesar de no cobrar estos meses de renta.