Estudio revela que los vacunados están más preocupados por el COVID que los no vacunados

De Derecha Diario

La paranoia y el pánico que se ha instalado en las masas entorno al SARS-CoV-2 es algo que no se había visto nunca en la historia moderna, por lo menos desde las Guerras Mundiales. El virus, que tiene una tasa global de mortalidad menor al 2%, y menor al 0,2% para personas de menos de 50 años, se ha convertido en el principal temor de las poblaciones de prácticamente todos los países del mundo.

Una encuesta del Centro NORC para el Estudio de Asuntos Públicos, difundida por The Associated Press (AP), reveló que este miedo es significativamente más alto en las personas que están vacunadas con el esquema completo que los que no.

“La gente que está volviendo a sus vidas normales está viviendo en una burbuja, son unos egoístas que se niegan a creer en los datos científicos”, aseguró Bronwyn Russell, una mujer de 58 años que vive en Illinois entrevistada por la AP como parte de la publicación de este estudio.

“Estoy preocupada, no me quiero enfermar”, dice Russell, quien dejó su trabajo por la pandemia y sobrevive en base a subsidios de desempleo de la ciudad de Des Plaines.

Mientras los no vacunados están volviendo a trabajar, viajar, a reunirse en grupos, y a regresar a gimnasios y templos, los vacunados se quedan en sus casas, asustados por un virus del que ya están inmunizados.

El miedo es entendible para los mayores de edad o personas con severos factores de riesgo. Según un estudio de la Escuela de Medicina de Cleveland, los mayores de 75 tienen un 8,5% de probabilidad estimada de morir por COVID-19, y este valor sube hasta el 28,3% en mayores de 85.

Sin embargo, como se ve en el cuadro siguiente, para los menores de 35 hay un mayor riesgo de muerte en un accidente de auto, o cualquier otra fatalidad accidental, que de morir por coronavirus. Esto demuestra el enorme relato que se ha creado alrededor de la mortalidad del COVID-19, y cómo los gobiernos han hecho todo para construir un miedo irracional en las poblaciones.

La encuesta revela que entre los mayores de 50 años de edad, el 36% está muy preocupado de que ellos o algún familiar contraerán el virus, casi el doble de lo que era en junio. Los más propensos a estar inquietos son los vacunados. Entre el sector de la población que dice no estar nada preocupado, sólo el 25% está vacunado y el 61% no está vacunado.

La dicotomía es a la vez sorprendente y lógica: Si bien los no vacunados están más susceptibles a contraer el virus, el hecho de que se han negado a vacunarse revela que consideran exagerada la amenaza.

La preocupación generalizada está teniendo consecuencias sanitarias: los preocupados dicen tener una peor calidad de vida, peor salud mental y física y menos actividades y relaciones sociales.

Midgette, de 73 años, otro de los entrevistados por AP que participó de la encuesta, asegura que hoy está jubilado pero que no se ha vacunado, y asegura que el gobierno está exagerando la amenaza a la salud pública.

Dice que “la vida ha vuelto a la normalidad” y que lo único que no ha podido hacer es irse en paseo de crucero con su esposa porque los cruceros exigen constancia de vacunación. “Yo crecí en otra época, me ensuciaba en el suelo, tomaba agua de la manguera, jugaba en la calle. No me voy a enjaular en mi casa ahora”, dijo entre risas.

Unas dos terceras partes de la población mayor de 50 años dice que no se siente aislada casi nunca, pero entre los que admiten estar preocupados por COVID, aproximadamente la mitad dice que al menos a veces se siente aislada.

La encuesta AP-NORC abarcó 1.015 personas mayores de 50 años adultos y se realizó entre el 20 y el 23 de agosto usando una muestra Foresight 50+ Panel, desarrollada por NORC en la Universidad de Chicago. Tiene un margen de error de más o menos 4,1 puntos porcentuales.

Calderón Berti señala a Leopoldo López como responsable del caso Monómeros

Humberto Calderón Berti, exministro de Energía y Minas de Venezuela y experto petrolero, señaló que la responsabilidad de la crisis que atraviesa la empresa Monómeros Colombo Venezolanos S.A. recae sobre la politización y exagerado sectarismo del dirigente opositor Leopoldo López.

El exdiplomático venezolano, expresó que “la politización acabó con todo, y eso ha sido muy lamentable, porque se corre el riesgo de perder la empresa”.

Explicó durante una entrevista radial que al ser consultado en la forma en la debía ser administrada la filial de Pequiven, ubicada en Barranquilla Colombia, consultó y proporcionó una lista de expertos de la antigua PDVSA, que a su juicio eran los profesionales indicados, sin embargo, se hizo lo contrario al incorporar a «personas cuyas credenciales eran ser militantes de partidos políticos», algo que consideró un error.

“Se empezó a politizar y los dirigentes políticos consideraron eso como una especie de piñata, de rebatiña. Me pareció absolutamente inconveniente”, indicó el experto en teas energéticos.

No hay que darle mucha vuelta: el gran responsable de lo que ha ocurrido en Monómeros se llama Leopoldo López, que politiza exageradamente con un sectarismo impresionante. Politiza todo a lo que le pone la mano, y es él el gran responsable de todo lo que está ocurriendo”, afirmó, y además mencionó que una situación similar ocurre con otras empresas del Estado fuera de Venezuela, como Citgo.
«Yo trabajé mucho para que la restituyeran, y la sacaran de la lista de Oficina de Control de Bienes Extranjeros, (OFAC), organismo de control financiero dependiente del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, y obtuvieran el crédito.

Hechos en Cúcuta

El exministro detalló que a su llegada a Colombia, en enero de 2019, escuchó rumores de lo que ocurría en Cúcuta, todo lo relacionado con la ayuda humanitaria, hecho que denunció ante las autoridades del vecino país. Sin embargo, “los mismos que estaban allí en Monómeros al final son gente vinculada a lo que estaba ocurriendo en Cúcuta, que yo denuncié en su debido momento”, apuntó.

En lugar de alinearse conmigo en defensa de los intereses de la población venezolana, me declararon una guerra dirigida por Leopoldo López”. De igual modo, detalló que quienes estuvieron involucrados en delitos en ambas situaciones eran amigos de López y de Juan Guaidó.

Una de las irregularidades que pone al descubierto es una reunión —que él presenció— encabezada por Manuel Rosales, que no era diputado, con miembros de la comisión de Energía y Minas de la Asamblea Nacional de la oposición y de la recién nombrada junta directiva de Monómeros.

Más revelaciones de Calderón Berti

Los miembros de esta última cuestionaron por qué no se habían dado contratos a unos amigos suyos. “En señal de protesta me paré y me fui”, sostuvo. “La politización acabó con todo. El desastre es ese, un mal manejo y una intromisión política indeseable”, sentenció.

Ante este escenario y la intervención que enfrenta actualmente Monómeros por parte de la Superintendencia de Sociedades de Colombia, Calderón Berti considera que se ha desperdiciado una oportunidad para cambiar la política venezolana.

Estoy triste por lo que la gente fue capaz de hacer en un momento en el que el país requería una señal de que los hechos iban a ser distintos. ¿Cuál ha sido el resultado de todo eso? Que han despilfarrado el mayor capital político que ha existido en Venezuela después de Chávez”, sentenció.

Lo que pasa es que nadie se atreve a decirlo. Hay muchos que han renunciado por las mismas razones que yo denuncie en Colombia y nadie se ha atrevido a decirlo: por intromisión impropia y sectaria de Leopoldo López en la conducción del Gobierno interino”, enfatizó.

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