Caracas. – Más de 10.000 venezolanos han sido asesinados, a manos de organismos policiales y represivos del narco régimen, en un lapso de 10 años, según lo reveló este martes el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), en la presentación de su informe anual correspondiente a 2023.
El informe, el cual advierte sobre una sistemática vulneración de los derechos humanos en Venezuela bajo la gestión de Nicolás Maduro, denuncia que la mayoría de estos casos aún continúan impunes, y no han sido investigados.
En una rueda de prensa ofrecida desde Caracas, Óscar Murillo, coordinador general de la ONG, detalló que solo entre 2013 y 2023 se registraron 43.003 víctimas de violaciones a la integridad personal en el país.De este total, 1.652 casos fueron de víctimas de torturas, y 7.309 corresponden a víctimas de tratos o penas crueles, inhumanas y degradantes.
En este contexto, Provea destaca en su documento, que también en ese lapso de tiempo, se contabilizan 10.085 muertes, todas por acciones de cuerpos policiales, pero sin que la mayoría de estos hechos se hayan esclarecido judicialmente.
Murillo señaló, que varios organismos defensores de los Derechos Humanos comenzaron a poner sus ojos sobre Venezuela, desde 2015, al percatarse del aumento desproporcionado de crímenes violentos en contra de la población, perpetrados desde el régimen.
El informe de Provea señala, que las violaciones masivas y sistemáticas de derechos humanos han revelado la existencia de una política o plan de Estado orientado a “promover, tolerar y encubrir la comisión de abusos contra las garantías ciudadanas mediante prácticas encaminadas a causar terror en la población”.