EE. UU. habría pedido aclaraciones a Israel sobre los comentarios del primer ministro Benjamín Netanyahu, acerca de que el país hebreo «mantendrá el control de la seguridad» de la Franja de Gaza durante un periodo indefinido tras la guerra con Hamás, reportó este domingo The Times of Israel, que cita a un funcionario estadounidense.

Cabe destacar que la noticia fue comunicada inicialmente por la cadena Kan y confirmada posteriormente a The Times of Israel por un funcionario de EE. UU., aunque bajo anonimato.

Además, esto ocurre luego de que, este sábado, Netanyahu afirmara en una rueda de prensa que las Fuerzas de Defensa de Israel permanecerán en la Franja de Gaza «tanto tiempo como sea necesario», con el objetivo de prevenir que el enclave sea utilizado para lanzar ataques terroristas contra el Estado hebreo.

Según el jefe del Gobierno, la incursión de Hamás del pasado 7 de octubre demostró que «dónde Israel no mantiene el control de la seguridad, el terror regresa, se establece y ataca» al Estado judío. «Así que no renunciaré al control bajo ninguna circunstancia», recalcó.

La asistencia militar que Estados Unidos está brindando a Israel fomenta la escalada del conflicto armado con Hamás, según ha denunciado un diplomático árabe basado en Washington bajo condiciones de anonimato en declaraciones al diario Politico.

«Al enviar muchos equipos [bélicos] y mucho dinero a Israel, [EE. UU.] le anima a presionar e intensificar la escalada en lugar de buscar una solución», comentó.

Cabe destacar que, según el medio, muchos dirigentes árabes desprecian a Hamás, entre otras cosas por sus raíces islamistas y sus vínculos con Irán, y por eso no les importaría ver abatido al moviento palestino.

No obstante, a pesar de su desdén por Hamás, muchos líderes árabes instan a EE. UU. públicamente y de manera privada a que presione a Israel para que acepte un alto el fuego, dado que es preocupante que la furia ciudadana ñ, por las imágenes de palestinos muertos y heridos, pueda tornarse en su contra.

Entretanto, Tel Aviv no parece hacer caso a las advertencias de políticos como el ministro jordano de Exteriores, Ayman Safadi, de «detener esta locura». Los funcionarios insisten en que están haciendo lo que deben para no hacer daño a los civiles, pero el nivel de sufrimiento palestino es cada vez más difícil de explicar para el Gobierno israelí.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante un acto en Washington ha confirmado que reclamó al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, una «pausa» en la ofensiva militar lanzada contra la Franja de Gaza contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).

Si bien, no se ha pronunciado sobre la respuesta dada por el primer ministro israelí, que ha rechazado un alto el fuego hasta la liberación de las personas secuestradas por el grupo islamista durante su asalto.

Cabe destacar que, previamente, la Casa Blanca había señalado que Biden y Netanyahu abordaron durante su conversación sobre la posibilidad de «pausas tácticas» en los combates, para «dar oportunidades a los civiles para abandonar de forma segura las áreas de combate, garantizar que la ayuda llega a los civiles que la necesitan y permitir una potencial liberación de rehenes».

Esto ocurre en un escenario donde la ofensiva isrselí ha saldado hasta la fecha más de 10.300 muertos, incluidos más de 4.200 niños, mientras que más de 160 palestinos han muerto a manos de las fuerzas israelíes o en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.