El presidente de EE. UU., Donald Trump, invocó el 15 de marzo de 2025 la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para acelerar las deportaciones masivas de los integrantes de la banda transnacional Tren de Aragua.
Su orden ejecutiva subrayó que el Tren de Aragua «está perpetrando, intentando y amenazando con una invasión o incursión depredadora contra el territorio» y que todos los venezolanos mayores de 14 años que pertenezcan al mismo, se encuentren en EE. UU. y no estén naturalizados o sean residentes permanentes legales, están sujetos a ser detenidos, retenidos y expulsados en calidad de enemigos extranjeros.
Ante esto, la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) vuelve a expresar su preocupación por la medida a través de una carta, puesto que puede servir de base para arremeter contra los venezolanos de bien, especialmente aquellos que vienen huyendo de la narcotiranía que somete a Venezuela.
La carta de Veppex expresa:
«Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex).
[email protected]
Fecha: 18 de marzo de 2025.
Estimado señor Donald Trump,
Con todo respeto, le solicito que reconsidere la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros a los venezolanos de manera generalizada. Reconocemos que está bien castigar a los miembros del Tren de Aragua, quienes representan una amenaza real y deben enfrentar la justicia; sin embargo, esta norma, creada para tiempos de guerra, podría afectar injustamente a una comunidad que, en su mayoría, busca refugio y oportunidades en Estados Unidos tras escapar de una crisis humanitaria.
Le pido humildemente que las medidas se basen en pruebas específicas y procesos legales justos, dirigidas exclusivamente a los delincuentes y evitando castigos colectivos, y que dialogue con la diáspora venezolana para encontrar un equilibrio entre la seguridad y la compasión que siempre ha caracterizado a esta gran nación.
Agradezco de antemano su atención a esta petición.
Jose Antonio Colina
Presidente de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex).
En Dios Confiamos»