Unas 108.000 personas han salido este sábado a las calles de Tel Aviv en la que supone la 35ª semana consecutiva de protestas y movilizaciones de la oposición israelí contra la reforma judicial impulsada por el Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Además, esta semana las protestas coinciden con los violentos disturbios protagonizados este mismo sábado por inmigrantes y solicitantes de asilo eritreos, en los que ha tenido que intervenir la Policía.
En este escenario, una de las líderes de las protestas, Shikma Bressler, ha destacado que la Policía «una vez más paga un alto precio por la negligencia del Gobierno de Netanyahu».
También ha intervenido ante los manifestantes el exministro de Justicia Avi Nissenkorn, quien ha advertido lo siguiente:
«Nuestra democracia está en peligro (…) Está ante el precipicio de la dictadura. La red de seguridad de la democracia sois vosotros y la protesta», ha resaltado en referencia a la reforma judicial que, según la oposición, amenaza la división de poderes y por tanto la democracia en Israel.
La economía de Israel emprendió una serie de reformas estructurales a partir de la década de 1980, y protagonizó un auténtico despegue económico que sigue dando de qué hablar aún en la actualidad.
La dirección de la economía de Israel sufrió una gran variedad de cambios a lo largo de su historia desde 1948. El rol del Estado como interventor, regulador y proveedor directo de servicios públicos fue creciendo en el país hasta mediados de la década de 1970, bajo una configuración casi socialista.
Y tras una primera etapa de fuerte crecimiento hasta los años 60s, el país poco a poco se fue quedando a través de la evolución de las economías desarrolladas, entrando en lo que se conoce como la “trampa de los ingresos medios”.
La expansión de la economía israelita se despegó el promedio mundial y registró un magro desempeño a partir de la segunda mitad de los 70s. Al mismo tiempo, la tasa de inflación alcanzó niveles estrafalarios, hasta alcanzar un punto máximo superior al 450% interanual en el año 1985.
Las reformas que transformaron Israel
A partir de los años 80s, los sucesivos Gobiernos emprendieron reformas de libre mercado para modernizar la economía del país y normalizar el crecimiento. El tamaño del Estado, que había llegado a representar casi el 80% del PBI en 1980, cayó drásticamente a menos del 37% del producto para el año 2023.
El plan de estabilización llevado a cabo por el ministro Shimon Peres en 1985 no sólo logró eliminar la inflación y devolver el crédito a largo plazo, sino que además emprendió un drástico ajuste fiscal sobre el Estado y un ambicioso programa de privatizaciones, incluyendo una gran cantidad de bancos, el servicio de telecomunicaciones, amplios sectores del transporte público y la distribución de gas, entre muchos otros casos.
La eliminación del gigantesco “Estado empresario” permitió concretar todos los recursos disponibles de una manera más eficiente en la educación, la salud, y fundamentalmente la defensa y la seguridad del país.
Gasto público consolidado histórico de Israel.
Por otra parte, el peso de los impuestos y las regulaciones sobre la actividad privada también fueron disminuyendo con el paso de los años. La tasa marginal más alta sobre el impuesto a la renta para personas físicas disminuyó del 60% al 50% desde 1985.
Al mismo tiempo, la tasa marginal máxima aplicada para personas jurídicas cayó drásticamente del 66% al 36% en una primera fase de reformas entre 1985 y 1996. A partir de 2004 se llevó a cabo una segunda fase de reducción que llevó la tasa sobre las empresas al 24%, y desde 2018 se aplica un 23% por iniciativa del Gobierno de Benjamín Netanyahu.
Las políticas del lado de la oferta fomentaron activamente el crecimiento potencial de la economía a largo plazo, y en un contexto de estabilidad macroeconómica. Estas fueron las bases para el despegue económico del país, superando la trampa de ingresos medios y alcanzando el nivel de vida de las economías desarrolladas, incluso a pesar de la intensa inestabilidad geopolítica propia del Medio Oriente y las condiciones climáticas adversas.
Principales tasas impositivas de Israel desde 1980.
Miles de israelíes se han manifestado este miércoles en Tel Aviv contra la reciente aprobación de la reforma judicial, que anula la denominada ‘cláusula de sensatez’, que a su vez habilitaba a los tribunales a eliminar una decisión del Gobierno al considerar que va en contra del sistema democrático.
Las marchas, que han sido lideradas por dos exministros de Justicia, Tzipi Livni y Avi Nissenkorn; el expresidente del Tribunal Supremo Yoram Danziger, el jefe interino la Asociación de Abogados de Israel (IBA).
Amit Becher, y otros jueces retirados, pasaron por el distrito judicial de la ciudad hasta llegar a los edificios gubernamentales.
«Nosotros ya hemos ganado, porque ningún gobierno puede usar la ley o alguna decisión para derrotar a una nación. No importa que la ley sea aprobada. Este miserable Gobierno pronto colapsará y todas las leyes que aprueben contra la democracia serán revocadas… Toda la charla sobre la unidad (de los israelíes) está vacía», ha consignado Nissenkorn ante los manifestantes, según el diario ‘Haaretz’.
Cabe destacar que los críticos con la reforma argumentan que se trata de un ataque al equilibrio de poderes de Israel, fundamentalmente a las bases en las que se asienta la democracia, ya que concede al Parlamento una influencia inusitada para limitar las competencias judiciales.
El Parlamento de Israel ha aprobado este lunes una controvertida cláusula del proyecto de reforma judicial presentado por el Gobierno en medio de nuevas movilizaciones a nivel nacional contra los planes del primer ministro, Benjamin Netanyahu.
La votación se ha saldado con 64 votos a favor y ninguno en contra después de que los parlamentarios de todos los partidos opositores decidieran abandonar el pleno de la Knesset ante la insistencia del Gobierno de sacar adelante la conocida como ‘cláusula de sensatez’, según ha informado el diario israelí ‘Haaretz’.
Poco antes de la votación, los ministros de Defensa y Justicia, Yoav Gallant y Yariv Levin, respectivamente, han mantenido una discusión entre gritos de ‘vergüenza’ desde las bancadas opositoras.
Así, los esfuerzos de última hora para enmendar el proyecto de la cláusula, que habilita a los tribunales a anular una decisión del Gobierno si considera que va en contra del sistema democrático, tras el colapso de las conversaciones entre el Ejecutivo y la oposición, o lograr reactivar las conversaciones entre el Gobierno y la oposición se han demostrado infructuosos, después de 30 horas de debate sobre la misma, que han incluido el rechazo a 140 enmiendas presentadas por la oposición.
La Policía de Israel ha utilizado este lunes cañones de agua contra cientos de manifestantes concentrados frente a la sede de la Knesset, en el marco de una nueva protesta contra el proceso legislativo para la aprobación del controvertido proyecto de reforma judicial.
Según las informaciones recogidas por el diario israelí ‘The Times of Israel’, la protesta en Jerusalén ha derivado en enfrentamientos en medio de lo que parlamentarios de la coalición gubernamental han descrito como «un cerco» al Parlamento.
Los incidentes se han saldado con al menos doce detenidos, mientras que al menos cinco manifestantes han sido ingresados en un centro médico de Jerusalén por lo que han sido descritas como heridas de levedad durante los enfrentamientos.
Entre los heridos figura la parlamentaria del Partido Laborista Naama Lazimi, que ha sido alcanzada en la cabeza por un chorro de agua lanzado por uno de los cañones de la Policía.
Tras el suceso, Lazimi ha recalcado que «hay un sistema de aplicación de la ley al servicio de un Gobierno que quiere una dictadura, no una democracia».
«Hay una razón por la que está prohibido usar un cañón de agua directamente [contra una persona] y no pueden usarlo contra las normas», ha zanjado.
Por su parte, el jefe de la Policía israelí, Kobi Shabtai, se ha dirigido a una sala de mando cerca de la sede de la Knesset para seguir de cerca los acontecimientos en la protesta, en la que ha sido detenido el destacado activista Moshe Radman, uno de los líderes de las movilizaciones contra el proyecto de reforma.
Además, la Policía ha acusado a los manifestantes de intentar retirar las barreras instaladas para bloquear las carreteras y ha agregado que uno de ellos ha mordido a un agente, al tiempo que ha recalcado que los policías «actúan en la zona» ante los «disturbios» y la negativa de los concentrados a «escuchar y seguir las órdenes para despejar la carretera».
Casi 4.000 reservistas del Ejército israelí han amenazado en las últimas semanas con rechazar su labor de voluntariado en protesta contra la iniciativa de reforma judicial impulsada por el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Cabe recordar que esta medida es señalada por sus críticos como un ataque a la separación de poderes al conceder competencias inusitadas al Ejecutivo sobre los tribunales.
Así, una lista recopilada por el Canal 12 de la televisión israelí apunta que entre los firmantes se encuentran, por ejemplo, al menos 200 pilotos, más de 350 reservistas de Inteligencia, 600 de la Brigada de Reconocimiento de Paracaidistas y 170 integrantes de las fuerzas de élite israelies, la Unidad de Reconocimiento General de Estado Mayor.
Todos los firmantes han rechazado los avisos del Ejército ante una posible falta disciplinaria en el caso que decidan ausentarse realmente del voluntariado. Para contener los ánimos, sin embargo, la cúpula militar israelí ha asegurado que no emprenderá acciones contra aquellos reservistas que se limiten a amenazar por escrito de sus intenciones.
Cabe recordar que, a finales de marzo, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, advirtió públicamente que la disputa sobre la revisión estaba causando divisiones en el Ejército que representaban una amenaza tangible para la seguridad israelí.
En respuesta a esa advertencia, el primer ministro Netanyahu ordenó el despido de Gallant, una medida intensificó las protestas semanales contra la reforma judicial, lo que a su vez llevó a Netanyahu a suspender temporalmente la legislación durante tres meses y retirar el despido de Gallant.
En este marco, Netanyahu lanzó la semana pasada una dura crítica en público a la fiscal general del país, Gali Baharav-Miara, acusandola de quedarse de brazos cruzados frente a las protestas de la población, y concretamente las efectuadas por los reservistas.
Cabe resaltar tambien que la fiscal es desde hace meses objetivo del primer ministro y de sus socios de ultraderecha ante sus críticas acérrimas a la reforma.
La Policía de Israel ha detenido este martes a más de 65 personas en el marco de una nueva jornada de masivas movilizaciones en varias ciudades del país contra el proyecto de reforma del sistema judicial, apenas horas después de que el Parlamento aprobara el primera revisión una de las cláusulas más controvertidas del proyecto.
Durante las protestas se han registrado algunos enfrentamientos, principalmente en Tel Aviv, en medio de los intentos de los participantes de bloquear carreteras para alterar el tráfico, lo que ha llevado a agentes montados a caballo a intervenir para intentar desbloquear estas zonas.
En este contexto, por ahora se han registrado algunos bloqueos en carreteras que llevan a Jerusalén, Haifa y Tel Aviv, en el marco de unas manifestaciones que se suceden desde hace meses contra la legislación que intenta sacar adelante el Gobierno de Benjamin Netanyahu, integrado por varios partidos ultraderechistas y ultraortodoxos.
Asimismo, grupos de manifestantes han empezado a concentrarse en el Aeropuerto de Ben Gurión para otra protesta y, a pesar de que las autoridades no permitirán que la concentración tenga lugar en la principal terminal, se están dirigiendo hacia esta zona, según ha informado el diario israelí ‘The Times of Israel’.
Este lunes, miles de manifestantes han irrumpido en el Aeropuerto Internacional Ben Gurion, a las afueras de Tel Aviv, en una nueva jornada de protestas contra la reforma judicial que impulsa el Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu.
La jornada de protestas comenzó con un el bloqueo del acceso al puerto de Haifa, el más importante del país, por parte de cientos de activistas. Respondiendo aa Policía por su parte con cargas para dispersar a los manifestantes que se negaron a disolverse.
«El bloqueo del puerto de Haifa es solo una de las decenas de acciones de resistencia para parar al Gobierno de la destrucción e impedir que se apruebe ninguna ley dictatorial», han explicado los convocantes.
Ya por la tarde la acción se trasladó al aeropuerto Ben Gurion, donde la Policía detuvo al menos a 37 personas por desórdenes públicos, tras lograr superar las barricadas, cortar los accesos y entrar en la Terminal 3 del aeropuerto.
Cabe mencionar que la Comisión de Constitución, Leyes y Justicia del Parlamento israelí ya ha comenzado ya a deliberar para aprobar una reforma «razonable» con la intención de aprobarla antes de que termine este mes.
La semana pasada los manifestantes propusieron aplazar las protestas convocadas para este lunes si se aplazaba también la sesión de la Comisión prevista para esta jornada, pero ésta ha tenido finalmente lugar según lo previsto.
Con esto, se cumplen 26 semanas de manifestaciones en el país, com vista a continúar tras los fallidos intentos de negociación entre el Gobierno y la oposición para intentar lograr un texto de consenso.
Los organizadores de las protestas contra el Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su reforma judicial han hecho este martes un llamamiento a bloquear los accesos al Aeropuerto Ben Gurión en el marco de nuevas protestas previstas para el lunes siguiente.
Shikma Bressler, una de las organizadoras, ha señalado así que las marchas y bloqueos llevados a cabo semanalmente en el país «no son suficientes» y «podrían convertirse en un evento diario».
«Prometemos a aquellos que están destruyendo el Estado que habrá sorpresas», ha dicho en referencia a Netanyahu y el ministro de Justicia, Yariv Levin.
Si bien, «todos los grupos que participen ejercerán la resistencia de acuerdo con su propio juicio», ha puntualizado, según informaciones del diario ‘The Times of Israel’.
Además, este mismo martes cientos de reservistas de la Fuerza Aérea de Israel han asegurado que se negarán a servir si la reforma sale adelante. Así, han firmado una carta en la que alertan de que dejarán de ofrecerse como voluntarios del Ejército si el Gobierno no detiene esta medida.
Los reservistas, una figura clave en las filas del Ejército israelí, han vuelto a amenazar al Gobierno a medida que sigue adelante en su empeño por aprobar la reforma. «Mientras se sigan tomando pasos unilaterales para acabar con el régimen democrático dejaremos de ofrecernos como voluntarios», recoge la misiva.
Unas 100.000 personas han tomado las calles en Israel este sábado por 24ª semana consecutiva para protestar contra la reforma judicial impulsada por el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu.
Las protestas, que se han dado en unas 150 localidades del país, han tenido lugar tras una semana en la que la Knesset —parlamento israelí— validó a la candidata opositora como miembro del Comité de Nombramientos Judiciales, una de las condiciones que pedía la oposición para retomar las negociaciones sobre la reforma judicial.
Sin embargo, los intentos de retrasar la convocatoria de la comisión hasta que la Knesset nombre a un segundo miembro después del rechazo al candidato gubernamental ha dado lugar a que la oposición decidiera retirarse de las negociaciones con el Gobierno, ha publicado el diario ‘The Times of Israel’.
Al respecto, el jefe interino la Asociación de Abogados de Israel (IBA), Amit Becher, afirma que esto «se trata de un intento de destruir la independencia del sistema judicial, de nombrar jueces políticos y de controlar al presidente de Tribunal Supremo y destruir la democracia».
Además, ha asegurado que la victoria del candidato gubernamental, Efi Nave, otorgará al Gobierno «control total sobre la designación de jueces».
Cabe recordar que Israel ha vivido semanas de continuas protestas contra la reforma judicial impulsada por Netanyahu, cuyo objetivo es dar el control del Comité de Nombramientos Judiciales al partido o coalición gubernamental, que podría también ordenar el cese de jueces en todos los tribunales, ya que el citado organismo tiene autoridad para ello, sin necesidad de un consenso con los representantes del aparato judicial.
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