El portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Matthew Miller, ha asegurado este miércoles que nadie debería aprovecharse de las actuales tensiones en Oriente Próximo para atacar sus posiciones en la región, en respuesta a una coalición de milicias proiraníes de Irak que amenazaron en la víspera con atacar bases militares e «intereses» de Washington en el país y en la región de Oriente Próximo en caso de que lleve a cabo «cualquier acción hostil» contra Irán en respuesta a su ataque con misiles contra Israel.
«Ninguna entidad de la región debe utilizar este momento para atacar los intereses estadounidenses. Defenderemos los intereses estadounidenses y al personal estadounidense en la región», ha declarado Miller durante una rueda de prensa.
Tras ello, ha recordado que la presencia estadounidense en el país está avalada por el Gobierno iraquí, al que le ha exigido responsabilidad en caso de que cualquiera de estos grupos realice acciones en su contra.
«Nos preocupan desde hace algún tiempo los diversos grupos de poder que Irán financia, arma y controla en toda la región. Eso incluye a los grupos de poder iraníes en Irak que desempeñan una importante fuerza desestabilizadora en ese país. Por eso, seguiremos defendiendo nuestros intereses allí y seguiremos trabajando para intentar reducir las tensiones», ha añadido.
Cabe recordar que el pasado lunes una milicia iraquí proiraní atacó el Centro de Apoyo Diplomático de Bagdad, perteneciente al Departamento de Estado, aunque no causó bajas. Tras ello, Washington ha agradecido a las autoridades su «rápida reacción» para comenzar una investigación.
Además, la coalición de milicias proiraníes Resistencia Islámica de Irak ha llevado a cabo decenas de ataques contra las bases de EE. UU. tanto en Irak como en Siria, en el marco del conflicto desatado tras los ataques ejecutados el 07 de octubre contra Israel por Hamás.
En este marco, el Gobierno de Irak ha acordado recientemente con EE. UU. la retirada de las tropas internacionales del país «a más tardar a finales de septiembre de 2025», seguido de un proceso de transición para instaurar un mecanismo de asociación de seguridad bilateral.
El anuncio se produjo en un escenario tenso que llegó como consecuencia de los bombardeos de Washington en el país contra milicias proiraníes, medida en represalia a sus ataques contra bases estadounidenses.