Este mes se dió a conocer en la Argentina, que dirige el presidente libertario Javier Milei, que, además de que la actividad económica transita una fuerte recuperación —la economía se expandió un 6,6% interanual y un 0,1% respecto a diciembre—, la inversión bruta interna experimentó un crecimiento del 22,2% interanual en enero, medida en volumen físico, alcanzando un total de USD$ 7.529 millones mensuales.
Según la consultora OJF & Asociados, en 2024, en medio de la crisis económica heredada del kirchnerismo, se había registrado una caída del 13,7%, marcando el nivel más bajo desde la pandemia.
Por otro lado, la inversión en maquinaria y equipo mostró en enero un aumento del 41,9%, manteniendo un ritmo elevado de expansión debido a la importación de bienes de capital. Así, el ingreso de máquinas y equipos del exterior se incrementó en un 60,6%, mientras que la inversión en equipos durables de producción nacional avanzó un 17,7%.
En cuanto al sector de la construcción, tras 16 meses consecutivos de caídas, la inversión en el rubro volvió a crecer en términos interanuales, con un incremento del 5,6%. «La inversión sigue recuperando terreno. Lo abultado de la cifra responde a la baja base de comparación, pero los niveles de inversión vienen recuperándose paulatinamente desde el piso tocado en marzo», detalló el informe.
En este escenario, el informe concluye que «la principal vía de ingreso de inversiones es la importación, impulsada en buena medida por la percepción de atraso cambiario. Hacia adelante esperamos que se mantengan altos los niveles de inversión, apoyados también por un aumento del consumo privado».
También es relevante señalar que el flujo de Inversión Extranjera Directa (IED) alcanzó los USD$ 2.395 millones en el tercer trimestre de 2024, según datos del Banco Central, lo cual representa una caída cercana al 64% en comparación con el mismo período del año anterior.
A pesar de esto, ingresaron diez proyectos dentro del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) por un monto superior a los USD 11.000 millones, con casi la totalidad de los fondos dirigidos al sector energético y minero.
Es importante resaltar que, en lo que repecta a la recuperación de la actividad económica, el informe indica: «Seguiremos viendo en los primeros meses del año cifras abultadas de crecimiento interanual, apoyadas por la comparación favorable, pero también esperamos una pendiente positiva para la serie desestacionalizada».
«El crecimiento que esperamos se fundamenta principalmente en la recuperación que ya estamos comenzando a ver en el consumo, por mejoras en los salarios y en el crédito al sector privado, aunque también esperamos una incidencia positiva de las menores regulaciones y de la menor presión impositiva al sector privado, todo en un contexto de desaceleración inflacionaria y estabilidad macroeconómica», concluyó.