El pueblo serbio copó las calles de Belgrado, la capital de Serbia, en apoyo al tenista, y la comunidad de expatriados en Melbourne marchó al Park Hotel, donde está recluido en cuarentena hasta que se solucione su situación.
El escándalo por la situación de Novak Djokovic, retenido en un hotel de Melbourne a la espera de la resolución judicial, tuvo un fuerte impacto en Serbia, país de donde el tenista número uno del mundo es oriundo.
A pesar de contar con una exención médica otorgada por el gobierno de Victoria y la asociación Tenis Australia, el gobierno nacional le denegó la visa y no le permitirá asistir al Grand Slam de Australia por su negativa a vacunarse contra el Covid-19.
El bochorno llevó al padre de Nole, quien está en Belgrado, la capital de Serbia, a presentarse ante la prensa y realizar una fuerte declaración de apoyo a su hijo, indicando que ahora se convierte en un símbolo del mundo libre y comparándolo con Jesús.
“A partir de hoy, Novak se convertirá en un símbolo del mundo libre, y en un líder de los países y los pueblos oprimidos“, lanzó Srdjan Djokovic enfurecido con la dictadura sanitaria en Australia.
“Jesús fue crucificado y sometido a muchas cosas, pero él ha resistido y está todavía entre nosotros. Novak también ha sido crucificado de la misma manera, el mejor deportista y hombre del mundo. Resistirá, no se preocupen“, sentenció.
Y agregó: “Cumplió todas las condiciones necesarias para su entrada y su participación en el torneo, que habría ganado seguro“. Por último, hizo un llamado a sus compatriotas a apoyarlo: “Somos un pueblo serbio orgulloso, cuyo representante e ídolo es Novak. Pero ahora lo tienen en la cárcel. Nuestro Novak es un prisionero de estos bastardos!“.
Y los serbios respondieron. Tras la conferencia de prensa del padre de Novak, miles de serbios colmaron las calles de Belgrado para expresar su apoyo al ídolo mundial, y uno de los mejores tenistas de todos los tiempos.
Pero también hubo una fuerte movilización de la comunidad serbia en Melbourne, que se trasladó con banderas nacionales y cánticos en favor del tenista hasta el Park Hotel, una instalación muy precaria en comparación a los hoteles lujosos a los que suelen ir los tenistas que compiten en el Grand Slam, donde está siendo obligado a cumplir una cuarentena de 14 días, mientras sus abogados tratan de evitar la deportación.
“¿Por qué no le dijeron nada antes de viajar a Australia? ¿Por qué ahora? Me gusta a Australia, pero lo que están haciendo ahora es una vergüenza“, aseguró Gordana, une serbia que vive desde hace 26 años en Australia, entrevistada en la calle por el medio AFP.