La incertidumbre con respecto a los resultados de las elecciones presidenciales sigue teniendo presencia en la opinión pública.
Ya la primera demanda por parte de los aliados del actual presidente, Donald Trump, llegó a la máxima instancia judicial del país y fue negada. La demanda pedía retrasar o anular los resultados de la elección presidencial en Pensilvania, la cual la Corte Suprema de los Estados Unidos negó sin ofrecer detalles sobre los motivos que los llevaron a tomar esta decisión. En este fallo, habría participado la magistrada nominada por Trump, Amy Coney Barret.
El liderazgo estatal del partido republicano exigió la anulación de la “Ley 77” que permite votos universales vía correo; sin embargo, la corte de suprema estatal de Pensilvania aseguró que la petición se hizo pasado el plazo, por lo cual no la tomaron en consideración.
La Corte Suprema Federal, intervino en el caso, asegurando que se trataba de “asuntos federales”, a pesar que los procedimientos electorales son autonomía de los estados. Los demandantes, dirigidos por el representante republicano, Mike Kelly, dijeron ante la Corte que la Ley 77 violaba la propia constitución estatal de Pensilvania por lo que los resultados deberían ser anulados en su totalidad, petición que no fue aprobada.