Giorgia Meloni se compromete a luchar contra la discriminación y el antisemitismo al descubrir una placa para 35 periodistas judíos perseguidos bajo las leyes raciales de la era fascista, dejando claro que su gobierno está a favor de la democracia y en contra del fascismo, cerrando el debate mediático sobre el tema.
Giorgia Meloni, Primera Ministra de Italia, se comprometió el martes a luchar contra “cualquier forma de discriminación y antisemitismo” que aún tiene el riesgo “de estar presente entre nosotros”. “El desafío de la lucha contra la discriminación y antisemitismo no es algo por lo que tengamos que mirar hacia atrás, sino que es actual”, indicó la líder de la formación Fratelli d’Italia durante la inauguración de una placa en Roma para conmemorar a 35 periodistas víctimas de la represión fascista en Italia.
El evento tuvo lugar a las puertas del Colegio de Periodistas de la región del Lacio, donde se colocó una placa de mármol con los nombres de 35 periodistas judíos víctimas de la represión estatal durante el periodo fascista, entre 1922 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.
“Fue una vergüenza que ha marcado para siempre nuestra historia, como lo he dicho varias veces y lo repito. Es una mancha imborrable, una infamia que tuvo lugar gracias al silencio de demasiados“, agregó; y señalo que “no es un desafío que hayamos ganado, porque el antisemitismo surge con otras caras y herramientas nuevas y diferentes. Es una batalla que involucra a las instituciones, a la política y al gobierno, y a quien cuente la historia”.
En su discurso inaugural ante el Parlamento, pronunciado en octubre, Meloni dijo que “nunca ha sentido ninguna simpatía por los regímenes, incluido el fascismo”, y que las leyes raciales antisemitas de Italia de 1938 habían sido “el punto más bajo de la historia italiana, una vergüenza que manchará a nuestro pueblo para siempre”.
Además, agregó que el gobierno italiano está “listo, enfocado para hacer su parte para luchar contra todo tipo de discriminación y antisemitismo que amenaza con estar presente entre nosotros”.
Durante la campaña electoral, Meloni quiso dejar clara su distancia con cualquier movimiento fascista y en un mensaje público el 10 de agosto, un mes y medio antes de las elecciones, negó cualquier “deriva antidemocrática” en caso de vencer, y condenó el fascismo.
“He leído que la victoria de Hermanos de Italia en las elecciones de septiembre supondría un desastre, que conduciría a un cambio autoritario, a la salida de Italia del euro y otras tonterías de este tipo. Nada de esto es cierto“, aseguró.
Por otro lado, en una entrevista con el diario Israel Hayom, publicada a mediados de septiembre, Meloni aseguró que el país judío “representa la única democracia de pleno derecho en el Medio Oriente” y “defendemos sin reservas su derecho a existir y vivir en seguridad”.
“Creo que la existencia del Estado de Israel es vital, y Fratelli d’Italia hará todo lo posible para invertir en una mayor cooperación entre nuestros países”, continuó la próxima jefa de Gobierno. También se declaró una soldado de la lucha contra el antisemitismo.
Además, volvió a hacer eco de sus dichos al inicio de la campaña cuando aseguró que los nuevos líderes conservadores europeos “entregaron el fascismo” a los estantes de la historia “hace décadas”, al mismo tiempo que condenaron “firmemente la pérdida de la democracia” durante aquellos gobiernos autoritarios, “las escandalosas leyes antijudías y la tragedia de la Segunda Guerra Mundial”.
Entrevistado por el Jerusalem Post, Riccardo Pacifici, expresidente de la comunidad judía de Roma, dijo que Meloni se demostró “valiente cuando declaró que no se pueden usar símbolos fascistas y ser miembro de su partido”. La líder “me prometió que encontrará a las personas nostálgicas del fascismo y las expulsará” de Fratelli d’Italia, aseguró Pacifici.