Cabello jura librar una guerra no convencional y prolongada contra EE. UU.

Caracas. – Una guerra no convencional, prolongada y en todo el territorio nacional, promete librar Diosdado Cabello contra EE. UU. en caso de que fuerzas militares de ese país decidan actuar para desmantelar al «Cartel de los Soles».

Cabello refirió su amenaza durante un congreso del PSUV celebrado este pasado jueves, evento televisado en el cual ya había advertido que la militancia chavista debe alistarse para pasar a una «lucha revolucionaria armada».

Cabello describió el conflicto armado, que a su juicio se desataría de producirse una intervención armada estadounidense. «Esa guerra que no será convencional se librará en todos los sitios, en todos los terrenos, en todos los frentes, con lo que tengamos a mano”, y aseveró que será un enfrentamiento que no durará «dos días, ni tres, ni cuatro, ni cinco. Serán 100 años de guerra, pero los vamos a derrotar».

Aseguró que una eventual confrontación con Washington no se daría bajo esquemas tradicionales. «Hemos visto a pueblos pequeños que se han impuesto y derrotado a grandes Ejércitos. Quien quiera recuerde a Vietnam (…), cuando un pueblo pequeño, pero con una voluntad férrea, y unido, fue capaz de darle una soberana lección al imperialismo norteamericano. No es con la guerra convencional. Es otro tipo de guerra y tenemos que pasar a esa fase y prepararnos», sostuvo.

Asimismo, llamó a no “subestimar a ese enemigo” ni tampoco “sobrestimarlo”. “Son derrotables, ellos lo saben”, afirmó.

También, Cabello lanzó nuevas amenazas contra quienes adversan a la estructura criminal a la cual pertenece, a quienes califica de «apátridas», precisamente por estar de acuerdo con una acción armada desde el exterior que pueda desmantelar a esa organización.

«Verán los vendepatrias que están aquí qué van a hacer, pero a la hora de defender la patria la duda es traición”, amenazó finalmente Cabello.

El Parlamento finlandés tumba la ley de confinamiento por inconstitucional

De Voz Populi

La comisión constitucional del Eduskunta (Parlamento finlandés) frenó este miércoles la tramitación del proyecto de ley del Gobierno que establece el confinamiento de la población en Finlandia, por considerarlo inconstitucional y desproporcionado.

La comisión parlamentaria cree que el proyecto de ley, que busca restringir la libertad de movimiento de los ciudadanos en las regiones con mayor incidencia de coronavirus, no se ajusta al marco constitucional, por lo que pidió al Gobierno que presente una nueva propuesta.

El actual proyecto prohíbe a los ciudadanos abandonar su domicilio sin un motivo justificado para evitar que siga extendiéndose el virus entre la población, aunque permite realizar ciertas tareas consideradas esenciales.

Según la comisión constitucional, esta prohibición «constituye una injerencia de gran alcance en los derechos fundamentales de las personas».

Esta prohibición, consideró la comisión, «constituye una injerencia de gran alcance en los derechos fundamentales de las personas» y no puede considerarse una medida proporcionada, como estipula la Constitución.

Restricciones menos severas

En su opinión, el objetivo de contener la expansión de la pandemia puede alcanzarse también mediante restricciones menos severas que el confinamiento de la población.

«Podemos lograr el mismo objetivo con medidas más suaves. Las prohibiciones y restricciones pueden dirigirse directamente a las fuentes conocidas de infección, como eventos privados, reuniones, iglesias, mezquitas y visitas a tiendas«, señala la comisión en un comunicado.

El Gobierno finlandés presentó el proyecto de ley el pasado jueves ante un repunte de la pandemia, con el objeto de imponer un confinamiento de la población en al área metropolitana de Helsinki y la ciudad de Turku, las regiones con mayor incidencia de covid-19.

La medida hubiera afectado a un total de 1,5 millones de personas, uno de cada cuatro habitantes del país nórdico. Finlandia mantiene en vigor el estado de excepción declarado el 1 de marzo para luchar contra la pandemia, lo que permitió a las autoridades cerrar los bares y restaurantes en las regiones con mayor ritmo de contagios.

El país nórdico registra una incidencia acumulada de 143,5 contagios por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, una cifra que se dispara hasta los 415,9 casos en la capital, Helsinki, aunque ha mejorado levemente en los últimos días.