Elon Musk al príncipe saudí dueño de Twitter: “¿Qué piensa el Reino de la libertad de expresión?”

De Derecha Diario

El gobierno saudí mantiene una posición importante de las acciones de Twitter incluso desde antes que la red social salga a la bolsa, y ya avisaron que votarán en contra de vender la empresa a Elon Musk.

El príncipe saudí Alwaleed bin Talal al-Saud, que usó millones de dólares de las arcas públicas del reino de Arabia Saudita para convertirse en uno de los mayores accionistas de Twitter, adelantó que votará para rechazar la oferta de Elon Musk de comprar la compañía por 43 mil millones de dólares.

No creo que la oferta propuesta por @elonmusk ($54.20) se acerque al valor intrínseco de @Twitter dadas sus perspectivas de crecimiento”, tuiteó el príncipe este jueves. “Siendo uno de los mayores accionistas a largo plazo de Twitter, @Kingdom_KHC y yo rechazamos esta oferta”.

Al-Saud preside Kingdom Holding Company, el conglomerado con sede en Riyadh que compró acciones de Twitter por primera vez en 2011 antes de la oferta pública inicial de la empresa en 2013, y maneja sus hilos prácticamente desde el comienzo.

KHC también tiene grandes participaciones en una amplia gama de negocios, incluida la cadena hotelera Four SeasonsUberLyft y Citigroup.

El magnate árabe confirmó que lanzó una agresiva compra de acciones de Twitter, y ahora es dueño del 5,2% de la empresa, más de la mitad de lo que tiene Musk (9,2%), y con esta posición podría tener suficiente fuerza para rechazar la propuesta.

Al mismo tiempo, Vanguard, la masiva financiera encabezada por el demócrata Mortimer J. Buckley, también lanzó una agresiva compra de acciones, y volvió a ser el mayor accionista de Twitter. Hasta este jueves tenía el 8,4% del total accionario, y ahora pasó a tener 10,3%, solamente para que Musk no sea la principal fuerza en el directorio.

Vanguard es otro de los accionistas que rechazaría la oferta de Musk, aunque en su caso, se especula que al ser una financiera, cuyo único objetivo es maximizar los retornos, estaría incumpliendo su responsabilidad fiduciaria con los fondos de inversión que maneja, ya que el CEO de Tesla está pagando un valor premium por las acciones, que darían retornos que Twitter nunca tendrá por su cuenta. Por lo que su voto negativo no está todavía confirmado.

Musk no tardó en responderle también por Twitter. “Interesante. Solo dos preguntas, si se me permite”, le escribió Musk al príncipe. “¿Cuánto de Twitter posee el Reino, directa e indirectamente?“, preguntó, y agregó: “¿Cuáles son los puntos de vista del Reino sobre la libertad de expresión periodística?“.

El objetivo del CEO de Tesla es claro: quiere hacer de Twitter un bastión de libertad de expresión, especialmente para cuestiones políticas y de periodismo.

Un punto al que el reino de Arabia Saudita jamás adscribió en su propio país. La Corona vigila y arresta con frecuencia a periodistas opositores, tiene prácticamente un monopolio de la prensa y no permite que se expresen públicamente opiniones contrarias a las del gobierno.

El mensaje de Elon Musk también fue publicado con cierta referencia al brutal asesinato del periodista del Washington Post, Jamal Khashoggi a manos de agentes saudíes en la embajada del país en Turquía. Se especula que Khashoggi era una espía trabajando para Irán, pero nunca pudo ser probado

Elon Musk hace una oferta para comprar el 100% de Twitter

El multimillonario Elon Musk, quien es actualmente el mayor accionista de la red social Twitter, hizo una oferta para comprar el 100% de la empresa a $54,20 por acción en efectivo.

De finiquitarse este trato, se estaría hablando de unos $40 billones, según reportó la cadena de noticias Bloomberg.

Musk aclaró que esta era su “mejor oferta y final,” por lo que instó, a través de una carta enviada al presidente de la Junta Directiva, Bret Taylor, a tomarla en consideración.

A continuación, la carta:

Bret Taylor

Presidente de la Junta

Invertí en Twitter pues creo en su potencial para ser la plataforma de libertad de expresión alrededor del mundo, y creo que la libertad de expresión es un imperativo social para una democracia funcional.

Sin embargo, desde que hice mi inversión, me doy cuenta que la compañía no prosperará ni cumplirá su imperativo social en su esquema actual. Twitter necesita ser transformada como una empresa privada.

Como resultado, estoy ofreciendo comprar el 100% de Twitter a $54,20 por acción en efectivo, un 54% superior al día anterior al que comencé a invertir en Twitter y un 38% superior al día antes que mi inversión se anunció públicamente. Esta es mi mejor oferta y final y si no es aceptada, tendré que reconsiderar mi posición como accionista.

Twitter tiene un potencial extraordinario. Lo desarrollaré.

Firma Elon Musk

La oferta se hace a sólo días de Musk haber anunciado que no aceptaría su posición como parte de la Junta Directiva de Twitter.

¿Acaba Elon Musk de salvar la libertad de expresión?

Por Jon Miltimore

La gran compra de Twitter por parte de Elon Musk podría ser exactamente lo que los defensores de la libertad de expresión han estado esperando.

De FEE en español

Durante el fin de semana pasado, el CEO de Twitter, Jack Dorsey, hizo comentarios que parecen confirmar algunas sospechas que tenía.

Desde hace algún tiempo, me he preguntado si Jack ha estado experimentando un despertar silencioso. (Esos tuits sobre el bitcoin, la inflación y Murray Rothbard no han pasado desapercibidos, al menos no para nosotros). Y los comentarios que Dorsey hizo el sábado indican que, como el Dr. Frankenstein, está empezando a ver el monstruo que creó.

«Los días de UsenetIRC, la web… incluso el correo electrónico (con PGP)… eran increíbles. Centralizar el descubrimiento y la identidad en las corporaciones realmente dañó a Internet», tuiteó Dorsey. «Me doy cuenta de que tengo parte de la culpa y me arrepiento».

Esta toma de conciencia es importante pero también compleja. La censura corporativa ha sido un tema espinoso para los libertarios, que por un lado apoyan la libertad de expresión, pero por otro reconocen el derecho de empresas privadas como Twitter, Facebook y YouTube a eliminar contenidos y usuarios por las razones que deseen, incluso si esto crea una cultura que ahoga la investigación, el debate y la expresión.

Desgraciadamente, esta es precisamente la cultura que han creado las grandes empresas tecnológicas, en gran parte debido al abandono por parte de las empresas estadounidenses a la doctrina Friedman, que sostenía que la responsabilidad social recae sobre los hombros de los accionistas de las empresas, no de los ejecutivos. Dorsey parece haber reconocido esto.

No es exagerado decir que he sentido una sensación de desesperación por la censura de las grandes empresas tecnológicas, especialmente durante la pandemia. Hay algo oscuro y distópico en el hecho de que un puñado de empresas -trabajando directamente con el gobierno, eso sí- censuren y prohíban a la gente por compartir «información errónea» (un término que parece significar cada vez más Wrongthink).

La reflexión de Dorsey pareciera un paso en la dirección correcta sobre un asunto espinoso: admitir el problema es el primer paso en el camino hacia la recuperación. Luego sucedió algo mucho más grande.

El lunes saltó la noticia de que el fundador de Tesla, Elon Musk, había comprado una participación del 9.2% en Twitter. La noticia de la compra hizo que el precio de las acciones de Twitter se disparara en las operaciones previas al mercado. Y lo que es más importante, la compra convierte a Musk en el mayor accionista de la empresa.

Se trata de un gran acontecimiento porque, antes de la noticia de la compra, se había rumoreado que Musk podría estar echando el ojo a Twitter para ayudar a corregir la dirección de la libertad de expresión.

«La libertad de expresión es esencial para que la democracia funcione», tuiteó Musk el 25 de marzo. «¿Crees que Twitter se adhiere rigurosamente a este principio?».

Las respuestas a la encuesta de Musk fueron unilaterales -más del 70 por ciento de los 2 millones de votantes respondieron «no»- y los analistas dicen que la compra de Musk es una prueba de que tiene la intención de tomar un papel activo en cómo se dirige *Twitter.

«Creo que tiene la intención de ser activo y forzar el cambio en Twitter«, dijo Dan Ives, analista tecnológico de Wedbush Securities, al CNN. «Esto es un disparo en la proa de la junta directiva y el equipo de gestión de Twitter para iniciar las discusiones».

Esto es significativo porque, como aludió Dorsey, Internet se ha centralizado bajo el paraguas de un puñado de corporaciones, lo que facilita al gobierno la externalización efectiva de la censura del discurso problemático, generalmente bajo el pretexto de proteger a los estadounidenses de la «desinformación» o el «discurso del odio».

Hasta este momento, las grandes empresas tecnológicas han seguido en su mayoría el juego del engrandecido gobierno. Pero Dorsey y Musk parecen reconocer que algo está podrido en Silicon Valley. Y uno de ellos, al menos, parece estar tomando medidas para hacer algo al respecto. Esto es de vital importancia, porque la libre expresión es parte integral de la libertad y la búsqueda humana de la verdad.

«…si realmente queremos entender por qué la libertad es necesaria en una sociedad civilizada», observó una vez el gran reportero estadounidense Walter Lippman, «debemos empezar por darnos cuenta de que, dado que la libertad de discusión mejora nuestras propias opiniones, las libertades de otros hombres son nuestra propia necesidad vital».

Desde hace años, a medida que la censura de las grandes empresas tecnológicas se hacía más y más agresiva, los defensores de la libertad han insistido en que el mercado era la solución al problema, no el gobierno.

La gran compra de Twitter por parte de Musk podría ser exactamente lo que hemos estado esperando.

Elon Musk no formará parte de la Junta Directiva de Twitter

Tras haberse convertido en el mayor accionista de Twitter, el magnate y CEO de Tesla, Elon Musk, ocuparía un cargo en la junta directiva.

No obstante, Musk se ha negado a formar parte de ella y, lo que para algunos representa un retroceso en su presunta batalla por la libertad de expresión; para otros, forma parte de una estrategia.

El anuncio se hizo público en la cuenta del CEO de Twitter, Parag Agrawal, quien expresó a través de un comunicado que el objetivo de la plataforma, con o sin Musk en su junta directiva, continúa siendo el mismo, y que fue el propio magnate quien tomó esta decisión la mañana del nueve de abril en donde se haría efectiva su designación.

Lo llamativo es que, de haber asumido este cargo, Musk debía cumplir con ciertas restricciones entre las cuales se encontraba no poder ser tan vocal como lo ha sido hasta ahora, ni podría adquirir más de un 14,9% de las acciones, por lo menos, durante los próximos 90 días.

Tras haberse hecho publico este anuncio, Musk publicó en su cuenta un emoji sonriente, que luego procedió a eliminar.

Ante esto, varios internautas han afirmado que la decisión del empresario se debe a que podrá generar los cambios que quiere alcanzar en la red social con mayor facilidad si no acepta esta posición.

Borrego de la Semana 56: Columnista del Washington Post

Tras la compra de Twitter por parte de Elon Musk, los ataques y las críticas en contra del magnate por dicha acción se han proliferado. Varios internautas han expresado su disgusto con esta acción, asegurando que estos recursos se habrían podido utilizar para otras causas; sin embargo, otros han ido más allá.

El periodista y columnista de Bloomber y Washington Post, Timothy O’Brien, publicó un artículo titulado «La inversión de Elon Musk podría significar malas noticias para la libertad de expresión.«

A lo largo de la nota, O’Brien afirma que el magnate es un abusador que tomará represalias en contra de la empresa y que critica que tenga la posibilidad de jugar con el dinero de esa manera.

Musk, en el pasado, ya ha demostrado ser un férreo defensor de la libertad de expresión, permitiendo que informaciones con las cuales el no está de acuerdo, fluyan con total facilidad en sus servicios de internet.

Por este motivo, Contra Poder News galardona a Timothy O’Brien como Borrego de la Semana, quien, irónicamente, escribe para un medio cuyo dueño es el multimillonario, Jeff Bezos, a quien él aún no ha criticado por invertir también en un medio de comunicación.

Elon Musk arremete contra el Washington Post

El pasado martes, el reconocido periódico, Washington Post, cuyo dueño es Jeff Bezos, ex CEO de Amazon, publicó un artículo titulado: “La inversión de Elon Musk en Twitter podrían ser malas noticias para la libertad de expresión.”

La publicación captó la atención del magnate casi de inmediato quien respondió: “El Washington Post siempre es bueno para reírse.”

A lo largo del artículo, su autor, Timothy L. O’Brien, realiza una serie de críticas al empresario y asegura que sus motivaciones para esta inversión son “arrodillar a Twitter” lo cual catalogó como algo muy serio.

Asimismo, O’Brien recordó que Musk tiene una “inclinación libertaria” e insinuó que es “un abusador” que no realizó esta inversión por el dinero sino para asustar a los gerentes de la reconocida red social.

Twitter designará a Elon Musk como parte de su junta directiva

Este martes, el CEO de la popular redo social Twitter, Parag Agrawal, anunció a través de su cuenta que la compañía designará al magnate Elon Musk como miembro de la junta directiva.

La declaración se hace pública justo un día después que se dio a conocer la adquisición de un 9,2% de las acciones de Twitter por parte de Musk, convirtiéndolo en el accionista mayoritario de la empresa, y casi cuatriplicando la suma que tiene el fundador y ex CEO, Jack Dorsey.

“Estoy emocionado por anunciar que designaremos a Elon Musk en nuestra junta directica,” dijo Agrawal, “A través de conversaciones en recientes semanas con Elon, se hizo claro para nosotros que el traería un gran valor a nuestra junta.”

Asimismo, el CEO reconoció que Musk podrá traer a discusión otro punto de vista, “Él cree apasionadamente en nuestro servicio pero también es un crítico intenso, lo cual es exactamente lo que necesitamos en Twitter y en la Junta directiva, para fortalecernos en el largo plazo. Bienvenido Elon.”

El magnate respondió casi de inmediato aceptando el cargo, “No puedo esperar para trabajar con Parag y la junta directiva para hacer mejoras significativas en Twitter durante los próximos meses.”