El foro de Madrid y el silencio que nos sepulta

Desde ORDEN se vio con buenos ojos la formación del Foro de Madrid, ya que corresponde un paso importante para la confrontación al Foro de Sao Paulo y todos sus brazos en la Íbero esfera. Sin embargo, lamentamos que nuevamente la representación venezolana no termina de estar a la altura de las circunstancias.

La coordinadora de Vente Venezuela, María Corina Machado, ha tenido el micrófono, la tarima y los recursos para poder denunciar y accionar, pero siempre se queda por debajo de lo requerido. Lamentablemente, su postura siempre ha sido gris, tibia; navegando entre las aguas de la tendencia mediática, pero con poca convicción de lo que esgrime y manteniendo a su lado a personas suscritas a la internacional socialista como aliados.

María Corina, en Venezuela no ha existido unidad porque no ha existido una oposición cohesionada, con Venezuela como objetivo común y con códigos comunes. Y tú te has sentado con actores políticos de izquierda, con Ledezma a un lado y Leopoldo López al otro, y has participado en sus fraudes electorales, así como en el tráfico de esperanza. 

¿Qué necesita la íbero esfera para enfrentar al Foro de Sao Paulo? 

En primer lugar, entender que no es una pugna electoral, ellos conocen y usan las leyes a su favor, pero a la vez, navegan con comodidad por fuera de ella, protegidos por el poder.  Usan la propiedad privada cuando son oposición y se olvidan de ella cuando son gobierno. Se victimizan ante la represión cuando usan agitadores armados y destruyen todo a su paso siendo oposición, pero no temen en usar la fuerza contra aquellos que hablan de protestas pacíficas cuando son gobierno.

Una de las principales fallas que han tenido todos los actores políticos de Occidente, es tratar de enfrentar a este enemigo como si se tratara de una divergencia política. No se entiende que ellos están y se sienten en guerra, por tanto, actúan acorde a esa idea. El enemigo más poderoso siempre será aquel que no tiene piedad, no el que tiene más fuerza.

Diciendo esto, es necesario avisar que, ya la izquierda, que Abascal llama “radical”, tiene el terreno abonado. ¿Cómo? Bueno, la izquierda “no radical” se dedicó de forma consciente o inconsciente, a ese trabajo. Por tanto, no podemos separar por miedo discursivo, a una izquierda de la otra. Mientras se sigue tratando de maquillar a la bestia para evitar dolientes por aceptación popular, estos dan pasos agigantados en la toma del poder.

Rescato la ponencia de Eduardo Bolsonaro quien fue de frente a dar con el diagnóstico real del problema, abriendo con la frase “La izquierda nunca está derrotada” y haciendo hincapié en no subestimar al enemigo. 

Sin duda, el rescate de la educación, pero justo esa educación de principios que enseña los roles de un ciudadano dentro de su Estado, para que no quede solo como un número en la urna.

También aplaudo su enfoque sobre el desarme, de gran importancia, ya que al desarmar a los ciudadanos se les quita la posibilidad de proteger su propiedad y a su familia.

Es lamentable que en Bolivia no se haya preparado el terreno para evitar que los enemigos de las naciones volvieran al poder. Pero seguiremos lamentándonos si seguimos desarticulados o si quienes tienen el espacio, no asumen el rol que les corresponden, o ceden espacio a quienes están dispuestos a asumirlo. En esos momentos, como diría el politólogo Nelson Ramírez, sobre el fraude en lo Estados Unidos de América, es necesario cruzar el rubicón.

Abascal, nuestro tiempo nos exige más fuerza, la democracia nos habla de la participación ciudadana en la política, y esta participación no solo es electoral. También es la defensa de nuestras naciones, y en nombre de la justicia no podemos seguir tomando acciones timoratas para enfrentar a quienes tienen muy claro su objetivo.

Murillo, tener un código no significa entregar en nombre de la democracia, el futuro de nuestras naciones. 

En Venezuela, actuar bajo las condiciones de la tiranía nos ha dejado siempre en desventaja. La espiral del silencio, de Noelle-Neumann, sigue cuando actores que han sido testigos de cómo otros pactan con delincuentes, se callan para no condenar sus lazos. En Venezuela, el silencio que han guardado los principales actores políticos, ha sido el silencio que nos sepulta y ese mismo silencio puede sepultar a todo Occidente. Ellos no solo irrespetan los resultados electorales, ellos no respetan la vida. El nudo gordiano solo se resuelve de una forma.

Murillo, tener un código no significa entregar en nombre de la democracia, el futuro de nuestras naciones. En Venezuela, actuar bajo las condiciones de la tiranía, nos ha dejado siempre en desventaja. En Venezuela, el silencio que han guardado los principales actores políticos, ha sido el silencio que nos sepulta y ese mismo silencio puede sepultar a todo Occidente. El nudo gordiano solo se resuelve de una forma.

Venezuela quiere ORDEN

Germán Jiménez