Caracas. – Una protesta en contra de la condena de 16 años de prisión, aplicada a seis dirigentes sindicales, llevaron a cabo en Caracas varias ONG y gremios de distintas áreas, este lunes 7 de agosto.
La concentración tuvo lugar frente a la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde los activistas se presentaron con pancartas, para denunciar la grave arbitrariedad y brutal condena de la cual fueron víctima los trabajadores Reynaldo Cortés, Alonso Meléndez, Alcides Bracho, Néstor Astudillo, Gabriel Blanco y Emilio Negrín.
La dirigente del sector educativo, Griselda Sánchez, denunció en la protesta, que los «trabajadores fueron puestos presos, simple y llanamente, por defender sus derechos».
Igualmente, fueron condenadas las declaraciones del fiscal chavista, Tarek William Saab, acerca de que los dirigentes no eran trabajadores sino integrantes de un supuesto movimiento subversivo.
También, el coordinador de la ONG Provea, Rafael Uzcátegui, reclamó que los sentenciados sí forman parte del movimiento sindical, y que algunos de ellos acumulan una «amplia trayectoria gremial».
Cabe destacar la presencia de la candidata a las primarias, María Corina Machado, quien se presentó en la concentración para solidarizarse con los llamados, a repudiar la medida penal y a exigir la liberación inmediata de los representantes gremiales.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha advertido de que «la amenaza de una escalada está aumentando» en la península de Corea, en un mensaje con motivo del 70º aniversario de la firma del armisticio tras la guerra entre 1950 y 1953.
«La Guerra de Corea devastó la península de Corea. El acuerdo de armisticio detuvo el derramamiento de sangre. Durante siete décadas, ha servido como base legal para preservar la paz y la estabilidad en la península», ha dicho, antes de recordar que la misma «sigue dividida».
«En medio de las crecientes tensiones geopolíticas, el incrementado riesgo nuclear y la erosión del respeto de las normas internacionales, la amenaza de una escalada está aumentando», ha señalado Guterres, que ha pedido «un impulso de la diplomacia para la paz».
Así, ha reclamado a las partes que «retomen los contactos diplomáticos regulares y que fomenten un clima adecuado para el diálogo» para lograr el «claro objetivo» de materializar «una paz sostenible y la desnuclearización completa y verificable de la península de Corea».
En este sentido, ha hecho hincapié en que la ONU «es un socio fiel de cara a lograr la visión de una península de Corea en la que todos puedan disfrutar de paz, prosperidad y Derechos Humanos», al tiempo que ha recordado a los que fallecieron y a las «incontables familias separadas desde hace tanto» por la división existente.
El Consejo de Seguridad de la ONU realizará este jueves una reunión de urgencia para abordar el lanzamiento de este miércoles de un misil de largo alcance por parte de las autoridades norcoreanas.
La misión de Reino Unido en Naciones Unidas ha informado de la convocatoria, al tiempo que ha denunciado que se trata del «cuarto ensayo de misil balístico intercontinental de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) en lo que va de año».
El lanzamiento del misil, que cayó a 270 kilómetros al oeste de Japón, es una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, recuerda la misión a través de un comunicado en su perfil de la red social Twitter.
Pyongyang ha confirmado este jueves el lanzamiento, indicando que ha sido un entrenamiento de un nuevo tipo de misil, y que ha sido supervisado por el líder norcoreano, Kim Jong Un.
En este escenario, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado también el lanzamiento de «otro misil balístico intercontinental» y ha instado al país a cumplir con las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y a restablecer el diálogo sin condiciones previas para alcanzar la desnuclearización de la península.
En los casi tres meses de conflicto en Sudán, la ONU ha reportado, por lo menos, 21 incidentes de violencia sexual contra 57 mujeres y niñas en total.
Altos funcionarios de las Naciones Unidas han expresado su conmoción por el aumento de la violencia sexual contra mujeres y niñas en Sudán, ya que los combates en el país se extienden a casi tres meses.
El miércoles, la oficina de derechos humanos de la ONU en Sudán recibió informes creíbles de 21 incidentes de violencia sexual relacionada con el conflicto contra al menos 57 mujeres y niñas desde que estalló el conflicto el pasado 15 de abril, según una declaración conjunta de las agencias de la ONU. “En un caso, hasta 20 mujeres fueron violadas en el mismo ataque“, dijo el comunicado.
Los jefes de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el organismo de la ONU dedicado a la salud sexual y reproductiva (UNFPA), ONU Mujeres y la Organización Mundial de la Salud (OMS), pidieron el fin inmediato de la violencia, incluida la violencia sexual como táctica de guerra para aterrorizar a las personas.
Además, exigieron que se investigaran con prontitud, exhaustividad, imparcialidad e independencia todas las presuntas violaciones y abusos graves de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, con vistas a que los perpetradores rindan cuentas.
También, hicieron hincapié en que todas las partes deben respetar sus obligaciones en virtud del derecho internacional de proteger a los civiles, incluidas las mujeres y las niñas, lo que incluye permitir el paso seguro para que los heridos sobrevivientes accedan a la atención médica necesaria.
Los jefes de las agencias de la ONU también destacaron la necesidad de ampliar rápidamente los servicios de prevención y respuesta a la violencia de género en Sudán, así como en los países vecinos, donde quienes huyen de la violencia han buscado seguridad como refugiados, para satisfacer las crecientes necesidades.
Volker Türk, secretario general del ACNUDH, dijo que “estamos recibiendo informes impactantes de violencia sexual contra mujeres y niñas, incluida la violación. Y después de tanta crueldad y brutalidad, las mujeres y las niñas se quedan con poco o ningún apoyo médico y psicosocial”. “Debe haber tolerancia cero para la violencia sexual”, añadió.
Martin Griffiths, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia, por su parte, dijo que es “inconcebible” que las mujeres y los niños cuyas vidas han sido trastocadas por la guerra “estén siendo aún más traumatizados de esta manera”. “Lo que estamos presenciando en Sudán no es solo una crisis humanitaria; es una crisis de la humanidad“.
“Lo que estamos viendo una vez más es un aumento de la horrible violencia sexual en tiempos de crisis. Es una violación generalizada, pero con demasiada frecuencia oculta, de los derechos humanos, que puede tener impactos físicos y mentales devastadores a largo plazo en los sobrevivientes”, señaló Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF; quién también agregó que “es fundamental diseñar planes de prevención y respuesta que pongan las necesidades de las mujeres, las niñas y todos los sobrevivientes en el centro“.
Incluso antes de que Sudán se viera afectado por la guerra, más de 3 millones de mujeres y niñas en el país corrían el riesgo de sufrir violencia de género, según estimaciones de la ONU. Esta cifra ha aumentado desde entonces a un estimado de 4,2 millones de personas, confirmaron las agencias de la ONU.
El conflicto entre el Ejército de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido ha provocado la muerte de casi 3.000 personas, ha obligado a millones a abandonar sus hogares y emigrar, y ha exacerbado la ya grave crisis humanitaria.
En este contexto, los civiles, quienes han visto pocos avances hacia la paz en su país, se encuentran desprovistos de agua, alimentos, electricidad y medicamentos. “Las necesidades sanitarias de la población son elevadas, el acceso a la atención sanitaria sigue siendo muy difícil y las condiciones creadas por el conflicto en Sudán aumentan el riesgo de que las epidemias se propaguen y maten“, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
La OMS haverificado 50 ataques contra la atención sanitaria, incluidos 32 incidentes que afectaron a instalaciones, y 10 muertes y 21 lesiones entre trabajadores de la salud y pacientes.
Adicionalmente, ACNUR instó el martes a las facciones en conflicto a que permitan el paso seguro de los civiles, después de que se confirmara que 28 refugiados acogidos fueron asesinados en Jartum.
“ACNUR está consternado y expresa sus más profundas condolencias a las familias afectadas. Estamos trabajando para ayudar a localizar a familiares y víctimas y proporcionar apoyo psicosocial y de otro tipo”, confirmaron desde la agencia.
Mamadou Dian Balde, director regional de ACNUR, dijo que “una vez más los refugiados y otros civiles son las víctimas inocentes de esta trágica guerra… Todos deben respetar el derecho internacional humanitario y las normas de derechos humanos y dar prioridad a la seguridad y el bienestar de las comunidades afectadas, incluidos los refugiados”.
El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, consideró este miércoles que «deben levantarse» todas las medidas coercitivas unilaterales impuestas sobre Venezuela, alegando «sus efectos nocivos» sobre la población.
«Las sanciones sectoriales continúan exacerbando los desafíos de derechos humanos del país y afectan los derechos de los venezolanos y las venezolanas, incluyendo su acceso a medicamentos y atención sanitaria adecuada. Es necesario levantarlas», sostuvo el diplomático en el 53.º Período Ordinario de Sesiones del Consejo de Derechos Humanos, celebrado en Suiza.
Como parte de su informe sobre el estatus de los derechos humanos en el país suramericano, Turk insistió en la necesidad de «apoyar esfuerzos que lleven a un diálogo inclusivo y efectivo» entre los propios venezolanos y, en tal sentido, recomendó «la rápida» aplicación de los acuerdos alcanzados hasta la fecha, incluyendo el pacto de la Mesa Social alcanzado en noviembre.
La Organización de las Naciones Unidas ha incluido a Rusia en una ‘lista de la vergüenza’ porque sus Fuerzas Armadas son responsables de la muerte de más de 130 menores durante su invasión a Ucrania, que se ha saldado con un total de 477 niños fallecidos desde el pasado año.
«Estoy particularmente consternado por el elevado número de ataques contra escuelas, hospitales y personal médico, y por el elevado número de niños asesinados y mutilados, atribuidos a las fuerzas rusas y grupos armados afiliados», ha precisado el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
Un nuevo informe interno atribuye la muerte de 136 menores a las Fuerzas Armadas de Rusia, mientras que 80 niños han muerto como consecuencia de las acciones directas de las tropas ucranianas. El resto de muertes —261— no pueden atribuirse con certeza a ninguno de los dos bandos, pero igual han sido victimas del conflicto.
La ONU señala en su informe que hay una gran cantidad de casos no denunciados debido a las estrictas pautas para verificar las muertes, que se producen en su mayoría por ataques aéreos en ciudades y pueblos ucranianos.
Además, también ha documentado un total de 92 menores que fueron utilizados el pasado año como escudos humanos en el marco del conflicto, siento Moscú es responsable de 91 de los casos.
Asimismo, destaca que de un total de 751 ataques a escuelas y hospitales en Ucrania, 480 han sido perpetrados por el Ejército ruso y sus aliados, mientras que 212 ataques han sido llevados a cabo por las fuerzas ucranianas, si bien los cinco restantes no han podido verificarse.
El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, declaró este martes que las fuerzas ucranianas atacaron la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, ubicada en la provincia de Jersón, con el fin de reagrupar sus fuerzas y provocar una catástrofe humanitaria en la zona.
En su alocución en la reunión del Consejo de Seguridad, Nebenzia recordó que los militares de Kiev hablaban abiertamente sobre la posibilidad de volar el dique ya el año pasado.
El representante afirmó que «el acto de sabotaje» perpetrado por Kiev contra este objeto de infraestructura crítica puede catalogarse como «crimen de guerra o atentado».
En paralelo, el embajador ruso ante la ONU señaló que con este ataque Ucrania, que acusa a Moscú de haber causado la emergencia, persigue dos objetivos.
«En primer lugar, atraer la máxima atención para crear las condiciones favorables para reagrupar unidades de las Fuerzas Armadas y seguir con una contraofensiva muy publicitada que a todas luces se está ahogando y no consigue objetivos planteados por Kiev», remarcó Nebenzia.
En este contexto, mencionó el informe del Ministerio de Defensa ruso en el que se indica que Ucrania empezó a fortificar posiciones defensivas en la orilla derecha del río Dniéper.
«El segundo objetivo del ataque de hoy radica en infligir el máximo daño posible a la población de vastos territorios, algo que inevitablemente trae consigo la destrucción de una importante instalación de infraestructura hídrica y energética», sintetizó el representante ruso.
Además, aseguró que las autoridades de la provincia de Jersón siguen realizando esfuerzos para evacuar a los afectados por las masivas inundaciones de la zona, donde ya hay decenas de localidades sumergidas parcial o completamente.
Los combates entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han provocado la salida de Chad de más de 20.000 personas, pero el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) teme que, si no cesan los enfrentamientos, la cifra global pueda superar las 200.000.
La violencia se concentra en determinadas zonas, como la capital, Jartum, y la región de Darfur. Chad, que hace frontera precisamente con Darfur, ha recibido en poco más de una semana a más de 20.000 refugiados, a los que ACNUR ha comenzado ya a brindar una primera asistencia dado que duermen a la intemperie y sin un mínimo acceso a servicios básicos.
La agencia ha pronosticado que, con la tendencia actual, haya más de 100.000 nuevos refugiados en Chad, un país que ya acogía a más de 400.000 sudaneses antes de la escalada de la violencia.
Cabe mencionsr que, en este contexto, la ONU ha comenzado a reubicar a las familias llegadas en los últimos días en un campo de refugiados y busca un nuevo lugar en el que habilitar otro enclave.
El Gobierno de Estados Unidos ha reiterado al enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, el «pleno apoyo» de Washington a su labor de mediación y ha abogado por seguir dando pasos hacia una «solución política duradera y digna» para la población saharaui.
De Mistura se ha reunido en el Departamento de Estado con la ‘número dos’ de Antony Blinken, Wendy Sherman, que ha respaldado la intención del enviado de «intensificar» los contactos. Ambos han llamado a aprovechar el impulso de las consultas informales de marzo para seguir avanzando en el diálogo, según un comunicado.
El proceso de negociaciones permanece atascado y las dos partes enfrentadas mantiene posiciones inamovibles. El Gobierno marroquí sólo contempla una autonomía limitada para la antigua colonia española, mientras que el Frente Polisario reivindica el derecho de autodeterminación.
Cabe recordar que en 1991 se negoció una tregua —con apoyo de la ONU— que puso fin a 16 años de violencia entre Marruecos y el Frente Polisario, que defiende la independencia de este territorio.
Sin embargo, aunque en el marco del acuerdo de Naciones Unidas se preveía celebrar un referéndum con el fin de determinar el estatus del Sahara Occidental, ese referéndum sigue sin celebrarse y cada vez tiene menos visos de hacerse realidad.
Además, la tensión bélica entre Marruecos y el Polisario se reactivó a finales de 2020 tras la incursión de las tropas marroquíes en el paso fronterizo de Guerguerat, una zona desmilitarizada que separa Mauritania de las zonas controladas por Marruecos, lo cual motivó que el Frente Polisario considerara que Marruecos había roto el acuerdo de alto el fuego suscrito en 1991 y declarara el estado de guerra en todo el territorio.
Casi una decena de países han comenzado operaciones sobre el terreno para sacar a sus ciudadanos de la capital de Sudán, Jartum, sumida en una espiral de violencia por los combates que comenzaron hace una semana entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
Reino Unido, Francia, Alemania, Egipto, Bélgica y Países Bajos han anunciado el comienzo de sus respectivos procesos de evacuación, a veces individuales, a veces concertados, tras las operaciones realizadas en las últimas horas por Arabia Saudí y Estados Unidos.
En horas de la mañana, barcos de transporte jordanos ya se encontraban en la costa del país para culminar el proceso de evacuación de sus 300 nacionales anunciado ayer por las autoridades.
Por ejemplo, seis diplomáticos canadienses se encontraban entre el grupo evacuado por las fuerzas especiales estadounidenses de Jartum esta mañana, según fuentes próximas a la operación al diario ‘The New York Times’, mientras el Gobierno de Canadá anunciaba el traslado de los funcionarios de la Embajada a «un lugar seguro fuera del país».
Por su parte, el Gobierno francés todavía no se ha pronunciado sobre lo que podría ser incidente más grave durante las primeras horas de la evacuación: un presunto ataque del Ejército sudanés denunciado por las RSF que habría causado heridas a un ciudadano francés, según informaron a Le Monde fuentes próximas a la operación.
Una de las evacuaciones más destacadas ha sido la protagonizada por Reino Unido, que ha protagonizado una operación que ha involucrado a más de 1.200 efectivos militares en coordinación con Estados Unidos, Francia y otros aliados. El Ministerio de Defensa alemán también ha asegurado que «dentro de las posibilidades, la misión evacuará igualmente a ciudadanos europeos y de otras nacionalidades».
De igual modo, y según fuentes del ‘NYT’, un largo convoy de la ONU ha comenzado en las últimas horas el trayecto desde la capital a la ciudad de Puerto Sudán —uno de los destinos principales de la evacuaciones—.
El convoy, formado por decenas de autobuses y camionetas con personal de la ONU y grupos de ayuda internacional, han comenzado el trayecto de más de 600 kilómetros que separa ambas ciudades.
Países como Grecia, Italia, India o Corea del Sur también están ultimando sus preparativos mientras España tiene listos dos aviones en Yibuti para comenzar la evacuación en el momento apropiado.
También en las últimas horas, el Gobierno chino ha anunciado que está considerando la evacuación de sus ciudadanos en Sudán.
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