El expresidente peruano Alberto Fujimori ha sido puesto en libertad este miércoles tras la orden de liberación emitida por el Tribunal Constitucional, que atendió sus reivindicaciones relativas a cuestiones de salud.
Cabe señalar que esto ocurre a pesar de que las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos siguen advirtiendo de la gravedad de sus crímenes en el pasado.
Así, el exmandatario ha salido de la cárcel de Barbadillo y a pesar de que un día antes la Corte Interamericana de Derechos Humanos había pedido aplazar la excarcelación hasta estudiar al detalle el fallo del Constitucional, que aparentemente ponía fin a años de litigios judiciales.
Cabe señalar que, tras su excarcelación, ha sido trasladado a la vivienda de su hija y excandidata presidencial Keiko Fujimori, que en principio será su residencia permanente.
«El momento que tanto esperamos por más de 16 años ha llegado. ¡Gracias a Dios!», ha celebrado Keiko Fujimori en redes sociales, junto a una imagen de la familia.
Decenas de simpatizantes del expresidente peruano se habían concentrado en los exteriores de la cárcel a la espera de que Fujimori saliese de prisión, un objetivo perseguido por él y su equipo de abogados desde hace años, pero que la Justicia había impedido en varias ocasiones.