El balance de víctimas a causa de los combates que estallaron el sábado en Sudán entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) ha ascendido a más de 330 muertos y cerca de 3.200 heridos, según ha afirmado el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
«La situación en Sudán es cada vez más preocupante y desgarradora. Más de 330 personas han muerto hasta ahora y cerca de 3.200 han resultado heridas. Condeno toda la pérdida de vidas, especialmente los ataques contra civiles e instalaciones sanitarias», ha dicho.
Además, ha subrayado en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter que «las informaciones sobre fuerzas ocupando instalaciones médicas son profundamente preocupantes» y ha recordado que «los ataques contra el sistema sanitario son una violación flagrante del Derecho Internacional y el derecho a la salud». «Deben parar», ha recalcado.
«La falta de acceso seguro, electricidad, comida, agua, personal y la disminución de suministros médicos hacen casi imposible que muchas instalaciones médicas funcionen, en el preciso momento en el que miles de heridos necesitan atención urgente», agrega.
Cabe mencionar que el Ejército y las RSF pactaron el martes un alto el fuego humanitario de 24 horas, pero no llegó a entrar en vigor por la continuación de los combates, lo que derivó en un intercambio de acusaciones sobre la responsabilidad en lo sucedido. Si bien las partes acordaron nuevamente este miércoles un alto el fuego que estará en vigor hasta las 18.00 horas de este jueves, los enfrentamientos han continuado.