Un nuevo informe publicado este lunes por UNICEF revela que la violencia sexual contra la infancia en República Democrática del Congo es «generalizada» y «estructural», además de que los casos han empezado a aumentar de forma «alarmante» desde 2022, con hasta 35.000 registrados entre enero y septiembre de este año.
El informe —que detalla que hay casos documentados en comunidades de todas las provincias— advierte de que el número real de víctimas podría ser mucho mayor, ya que muchos de los casos no llegan a ser denunciados y los afectados no son capaces de buscar ayuda debido al miedo, el estigma, la inseguridad o el acceso limitado a servicios especializados.
La violencia sexual, que azota especialmente a comunidades de Kibu del Norte, Kivu del Sur e Ituri, se produce además en una situación «extremadamente peligrosa» de conflicto, con el constante desplazamiento de la población por los ataques, así como por un sistema de atención «precario» e ineficiente.
«Los trabajadores sociales describen cómo las madres caminan durante horas para llegar a las clínicas con sus hijas, que no pueden caminar tras haber sido agredidas. Las familias aseguran que el miedo al estigma y a las represalias las disuaden a la hora de denunciar el abuso», ha relatado la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.
UNICEF resalta que se han empezado a registrar también «cifras alarmantes» en otros puntos del país, como en Kinshasa y Kasai, donde tanto la pobreza, como la inseguridad alimentaria y el abandono escolar han afectado al «grado de exposición de las niñas a la explotación y el matrimonio precoz».
La ONG ha denunciado además que en 2024 se registraron cerca de 45.000 casos de violencia sexual contra la infancia, lo que representa casi el 40 por ciento de todos los casos de violencia sexual denunciados, tres veces más que en 2022.
