Para muchos, los prospectos de la libertad parecen sombríos. Con el populismo en crecimiento y las autoridades acabando con la libertad de expresión en muchos lugares ¿cómo pueden tener éxito los ideales democráticos? Para la egresada de Estudiantes por la Libertad, Rachel Altman, observar todo el panorama nos puede ofrecer un motivo para tener esperanza.
Desde que era joven, Rachel Altman ha investigado acerca de los derechos de las mujeres alrededor del mundo. Lo que ha conseguido es preocupante. En los países en vía de desarrollo la aplicación legal de la igualdad de género es “de arriba hacia abajo” para tener efecto alguno, dice ella. Por ejemplo, las cuotas que obligan a que las mujeres ocupen algunos cargos de influencia no abordan la raíz de los problemas. Rachel se ha dado cuenta que, fundamentalmente, las reformas deben “cambiar la percepción de la igualdad de género y de las mujeres” para que tengan un efecto duradero.
Cuando Rachel llegó a esta conclusión, empezó a ver un punto de encuentro entre la filosofía libertaria y los derechos de las mujeres. Su liceo en un suburbio del Distrito Capital era de tendencia hacia la izquierda, y sus visiones en el ámbito social se aceptaban, pero cuando empezó a leer a Bastiat, sintió que sus puntos de vista se convirtieron menos ortodoxos, “Tenía miedo de ser muy vocal debido a lo izquierdista que era mi escuela,” recordó.
La activista le da crédito al libertarismo en otros aspectos también, “Mi educación y donde crecí era muy liberal, pero mi familia era conservadora. Eso me influenció a tomar lo mejor de ambos lados del espectro”.
En la Universidad de Tulane, Rachen se sintió más bienvenida a pesar de sus posturas poco conformistas. Luego se convirtió activa en la causa libertaria en la universidad. Así que, cuando escuchó sobre Estudiantes por la Libertar, a través del presidente del capítulo local, decidió unirse.
Rachel se enamoró de SFL desde el principio. Le gustó el foco de las ideas y el debate intelectual, pero lo que inspiró especialmente a Rachel sobre SFL fue el alcance internacional. Estaba sorprendida que “la cultura de la libertad” fuera tan fuerte en lugares como Brasil, “No tenía idea que había tantos libertarios en tantos países,” dijo Altman. El hecho que los ideales de la libertan hayan sido adquiridos a nivel internacional fue lo que la convenció de su potencial para generan cambios a través de SFL.
Mientras más se envolvió con la organización, más quería alcanzar. En el 2019, ayudó a organizar la Cumbre de la Restauración de la Justicia en su universidad, “Viendo nuestro trabajo dar resultados y la carga de adrenalina, fue una experiencia increíble”. Este éxito la llevó a, eventualmente, convertirse en una coordinadora regional para SFL.
En su último semestre como coordinadora regional, Rachel ganó el premio por el número de reclutamiento más alto a nivel nacional, pero quiere enfatizar que esto no se trataba de ganar un juego de números sino de construir una comunidad. Ser un líder es saber reconocer lo que es posible dentro de la comunidad que está a tu alcance y utilizar tus recursos para atender esas necesidades, “Se trata de ser auténticos,” sentenció.
Rachel Altman está optimista acerca del futuro del libertarismo, especialmente cuando se juega con sus ventajas, “Creo que, de muchas maneras, adoptar el progreso tecnológico creará grandes herramientas para los libertarios.”
Por este motive ella es la directora de Medios Digitales para TechFreedom, un tanque de pensamiento ubicado en la capital de los Estados Unidos que busca conseguir cambios tecnológicos desde una perspectiva descentralizada. TechFreedom cree que las políticas dirigidas al control de la tecnología solo obstaculizarán el crecimiento. En su lugar, “la evolución y adaptación” son las mejores maneras de seguir hacia delante. Los libertarios deberían promover políticas que establezcan reglas generales sin tratar de diseñar resultados.
Lo que continúa inspirando a Rachel es que las ideas están creciendo en todas partes. “Con la ayuda de otros, puedo hacer el cambio en mi comunidad y, ojalá, en el mundo entero,” dijo. Por esto es que se inclinó en el campo político comunicacional en la capital. Después de todo, Rachel ha visto en primera persona la expansión de los ideales de la libertad, “Saber que eso es posible y que las ideas libertarias han crecido me da esperanza”.
Rachel Altman le da crédito a Estudiantes por la Libertad por ofrecerle muchas oportunidades que la ayudaron a llegar donde está hoy. Le dio posibilidades de organizar eventos y conocer muchos amantes de la libertad. Para aquellos que están pensando en involucrarse, Rachel les pide que lo hagan de inmediato, “Será una de las mejores experiencias de su carrera universitaria y su vida”.
Además, SFL también ha tenido un impacto importante en la vida personal de Rachel. Ha hecho amigos para toda la vida gracias a su activismo y considera su trabajo con SFL satisfactorio, “La cantidad de tiempo que invertí haciendo actividades relacionadas con SFL me hizo muy feliz”. También cambió su perspectiva en maneras importantes, pero, sobre todo, Rachel siempre se ha interesado en cambiar al mundo, dice que el hecho que SFL se enfoque en un alcance global “me inspira y me hace querer trabajar aún más duro”.
Enfocarse en causas globales te hace más humilde. Rachel se percata que en los Estados Unidos, las violaciones a las libertades parecen “el fin del mundo,” pero en otras partes, solo manifestarse en favor de la libertad puede ser muy peligroso, “Tenemos gente en Birmania que fueron arrestados – o Venezuela o Bielorrusia”. Rachel Altman ha conseguido satisfacción al defender su causa.