Caracas. – Julio Borges, el dirigente de Primero Justicia, confesó que la eliminación del supuesto gobierno interino de Juan Guaidó, fue una decisión aprobada por todos los partidos políticos, incluyendo a Voluntad Popular.
Las declaraciones las ofreció en el marco de una entrevista, ofrecida al medio Politiks, en las cuales aprovechó para responder a las acusaciones que le hizo Leopoldo López, quien lo señaló de ser el principal saboteador del gobierno interino.
«El país rechazó con muchísima fuerza esta cantidad de disparos que ha hecho esta persona, no solo contra mí, sino contra todo el mundo y contra todos los partidos políticos», dijo sobre las acusaciones de López.
En este sentido, dijo que el fracaso de la «oposición» se debió a «decisiones unilaterales, decisiones desarraigadas de lo que significa trabajar en unidad, fueron llevando a que no tuviéramos éxitos, sino fracasos».
También, refutó los señalamientos del líder de Voluntad Popular, quien aseguró que, durante la aparente sublevación del 30 de abril de 2019, Borges era el encargado de negociar con Maikel Moreno, y por algo, este personaje no se sumó a la sublevación contra Maduro.
Al respecto, Borges dijo que las versiones apuntadas por «Mauricio Claver, asesor de seguridad nacional de Trump, de Mike Pompeo, exsecretario de Estado, y le sumas a eso el reportaje del El País, Armando Info, El Washington Post, The Wall Street Journal…», coinciden todas en una misma historia, contraria a todo lo dicho por López.
«No es mi palabra contra la de él. Es la palabra de los periódicos más prestigiosos de Venezuela y del mundo», asegura. Sobre la eliminación del interinato aseguró lo siguiente:
«Quizás la gente no sabe que en distintas reuniones que se celebraron fuera de Venezuela, tanto en Bogotá como en Panamá, la decisión de todos los partidos políticos, incluyendo a Voluntad Popular, era la de eliminar, sustituir y cerrar el ciclo del gobierno interino. Lo que ha debido ser un proceso tranquilo, sensato, creativo, de fortalecimiento, se convirtió en un escándalo, simplemente porque la figura del gobierno interino se convirtió en lo que no queríamos: en un fin en sí mismo, no en un medio para la libertad ni para lograr el cambio político».