La presidente de Taiwán, Tsai Ing Wen, ha anunciado la extensión de cuatro meses a un año del periodo de servicio militar obligatorio ante las crecientes tensiones con China.
Tambien señaló que la decisión entrará en vigor el 1 de enero de 2024 para mejorar la capacidad de combate de la isla ante posibles ataques por parte de Pekín.
Tsai, que ha prometido además incrementar los salarios de los reclutas, ha mantenido durante la jornada una serie de reuniones con funcionarios de alto rango para abordar asuntos de seguridad y economía en la isla, según ha recogido la agencia taiwanesa de noticias CNA.
«China está amenazando la paz y la estabilidad y su amenaza a Taiwán es obvia», denunció. «La decisión es muy difícil», ha reconocido, al tiempo que ha incidido en que las autoridades mantienen su «determinación a la hora de proteger la patria».
«Nadie quiere una guerra. Sólo estar preparados para la guerra puede evitarla. Mientras Taiwán sea suficiente fuerte, no se convertirá en un campo de batalla», ha zanjado.