Se trata del fundador del partido Primero Justicia (PJ), Julio Borges, más conocido por su papel en la delación de militares, quienes si intentaron derrocar a Nicolás Maduro, que por llevar acciones que en realidad pusieran en riesgo la estabilidad de la Narcotiranía.
Borges fue uno de los parlamentarios electos en 2015, y luego presidió la Asamblea Nacional en 2016, con una gestión gris, que no reportó ningún resultado contra el régimen tirano.
Luego, en el exilio llegó a ser titular de la llamada Cancillería durante el supuesto gobierno interino de Juan Guaidó.
Antes de este cargo, y luego desempeñándose como «canciller», Borges reveló planes militares, que buscaban derrocar a Maduro y toda su cúpula. Ejemplo de ello, fue el llamado «golpe azul», sobre el cual se descubrió el papel que jugó el dirigente de PJ, delatando a los uniformados.
En consecuencia, los uniformados patriotas fueron encarcelados, humillados y torturados, muchos de ellos hasta la muerte, por esbirros del chavismo.
Su rol como delator fue desvelado por su principal conexión con la tiranía: Jorge Rodríguez.Pero, por si fuera poco, Borges también tomó parte en la trama del robo de la ayuda humanitaria, así como en el entramado de corrupción descubierto en torno a la empresa Monómeros.
Es uno de los principales señalados por malversar los recursos del país en el exterior, mientras perteneció al gobierno interino, al cual también traicionó.
Ha sido acusado de ser uno de los principales detractores de Juan Guaidó, por participar en todas las artimañas que se idearon para disolver la presidencia encargada.