A propósito de la filtración del documento proveniente de la Corte Suprema estadounidense en donde la mayoría de los magistrados estarían dispuestos a anular Roe v. Wade (1973), el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha hecho un llamado a los legisladores para evitar que el “derecho al aborto” sea revocado desde el nivel federal.
Sin embargo, su postura parece haber cambiado de una manera radical con el pasar de los años.
El reconocido periódico The New York Times recordó que el mandatario, durante su ejercicio como Senador de la nación norteamericana, apoyó una enmienda constitucional que le permitiera a los estados, de una manera autónoma, anular la imposición que se hizo desde un nivel federal tras la aprobación de Roe v. Wade.
En esta iniciativa que propuso el ya fallecido Senador de Utah, Orrin Hatch, y que contó con el apoyo de Biden, se expresaba lo siguiente:
El derecho al aborto no se asegura en esta Constitución. El Congreso y los Estados deberán tener el poder concurrente de restringir y prohibir los abortos: Disponiéndose, que regirá una Ley de un estado que sea más restrictiva que una Ley del Congreso.
Tras haber sido aprobada en el subcomité judicial de la constitución del Senado, fue llevada a discusión en el Comité Judicial (1982) en donde fue aprobada con el apoyo de dos demócratas, incluyendo al actual presidente de los Estados Unidos.
Ante las críticas, Biden se ha catalogado a sí mismo como “una víctima de su pasado,” afirmando que en aquel entonces no estaba seguro de “tener el derecho de imponer” su visión religiosa y moral en otros, haciendo un claro énfasis a su catolicismo que condena los abortos.
En la nota del New York Times, también se destaca su postura en el mismo año de aprobación de la polémica Ley. El actual presidente acusó a la Corte Suprema que aprobó Roe v. Wade de haber ido “demasiado lejos” en su decisión.