Negociar su salida o buscar oxígeno: así opinan en redes del diálogo Maduro-Estados Unidos

Caracas. – Nervios, negociar su salida o buscar una bocanada más de oxígeno, que le permita maniobrar y continuar en el poder, son algunas de las teorías que, en las redes sociales, se manejan sobre el anuncio de Nicolás Maduro, en cuanto a retomar a partir de mañana miércoles las conversaciones con Estados Unidos.

Según lo indicó el tirano genocida este pasado martes en una alocución, el objetivo sería el de avanzar en el cumplimiento de los acuerdos firmados en Qatar, que incluyeron el establecimiento de condiciones para que haya elecciones libres en Venezuela y la liberación de varias personas detenidas en ambos países.

No obstante, en las plataformas digitales las opiniones van desde el negociar su escape, a cambio de ceder la victoria a Edmundo González Urrutia, o oxigenarse más, para al final «patear la mesa» y culpar a la oposición y demás países, de no cumplir los pactos.

También, las teorías refieren que, en realidad, la administración de Joe Biden no está interesada en sacar al tirano narcotraficante del poder, y por ello le permite negociar a última hora.

De hecho, Maduro aseveró que fue el gobierno estadounidense, el que le ha estado proponiendo conversar desde hace dos meses y de manera continua.

Otras opiniones indican, que Maduro necesita calibrar los pros y los contras de aceptar una derrota electoral, y por ello recurre a la conversación directa con Estados Unidos, nación responsable de las sanciones, investigaciones, acusaciones y recompensas, que pesan sobre él y sus secuaces.

Aun así, no hay certeza todavía del verdadero objetivo final de esta nueva ronda de conversaciones a punto de iniciar.»A solo 4 semanas de las elecciones, cuando ya empieza una campaña presidencial?

Amigo esto es sin duda alguna una negociación para la salida y bienestar del régimen al perder ahorita el 28 de Julio, los números ya no dan y su fuerza política se espumo», señala un internauta, y es una de las opciones más aceptada.

«Me imagino que para negociar su salida» o «Ahora si, pero como que ya no es muy tarde? Se le acabó la arrogancia a esta bazofia o es que anda buscando su salida?», señalan otros usuarios en la red «X».

Sin embargo, hay quienes son escépticos al respecto: «Leo mucho tonto diciendo «¿negociará su salida?»…🤔🙄🤦 Increíble que aún no conozcan a estos bandidos después de 25 años…¡aún caen en sus bulos! por eso se los tragan vivos. Buscan ganar tiempo, mientras traman lo siguiente.

Debemos prepararnos para el voto y defenderlo💪«, indicó una cuenta.

Igualmente, otro internauta advierte: «No negociarán salida x Dios…. Reanudan conversaciones el miércoles, un día antes de iniciar la campaña electoral para el 28j. Y así correrán la arruga. Ya ese cuento lo leímos y sabemos cuál es el final».

Muchos desconfían de esta nueva negociación en puertas: «Si algo he aprendido en estos 25 años, es a no subestimar al chavismo! Se ha burlado como le ha dado la gana de toda negociación. Negociaciones en Recta final ?».

Por ejemplo, el analista Esteban Gerbasi expreso su gran recelo hacia esta iniciativa del narco régimen: «CADA VEZ QUE EEUU DIALOGA CON EL RÉGIMEN JODE A VENEZUELA. @JoeBiden ⁩quiere q Maduro se quede. Maduro asegura que la Casa Blanca lleva dos meses ofreciéndole cumplir los acuerdos firmados en Qatar, que incluyen la liberación de presos y…».

Estados Unidos: CNN pide que los demócratas elijan otro candidato

De Derecha Diario

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el expresidente Donald Trump se enfrentaron en un tenso cara a cara este jueves en el primer debate de las elecciones de 2024, en el que el republicano dominó por amplia diferencia a un Biden que estuvo ausente mentalmente todo el debate.

El cruce, que se realizó en la cadena de CNN en Atlanta, donde Trump jugó completamente de visitante, pero arrasó. Biden, por momentos, pareció perder el hilo de sus pensamientos y tropezó en varios puntos, provocando lo que algunos analistas describieron como «pánico» dentro del Partido Demócrata.

Ambos candidatos se acusaron mutuamente de mentir sobre temas que van desde los veteranos y la frontera hasta el estado de la economía estadounidense y la inflación. Pero Trump fue capaz de hablar coherentemente, lo que no pudo hacer el mandatario demócrata.

Trump atacó repetidamente a Biden por su manejo de la economía y su historial de política exterior, así como por las cifras récord de llegada de inmigrantes. Biden, por su parte, apuntó a la reciente condena penal de Trump y repitió que su rival es «una amenaza a la democracia», pero sin ya que nadie le crea mucho.

Esta es la segunda vez que Biden y Trump se disputarán la Casa Blanca después de que al republicano le robaran las elecciones de 2020, aunque ambos todavía deben ser nominados oficialmente por sus respectivos partidos en las convenciones que se harán el mes que viene.

A diferencia de debates anteriores, éste debate se celebró sin una audiencia en vivo y también contó con micrófonos silenciados para los candidatos durante el tiempo de palabra asignado a su oponente, lo que evitó que se reinara en el caos que caracterizó el primer debate Trump-Biden en 2020.

Tras el cruce, los comentaristas de CNN salieron al aire advirtiendo el peligro de que Biden continúe con la campaña. «Altos funcionarios del Partido Demócrata están diciendo: ‘Tenemos un problema’«, aseguraron ni bien terminó el debate.

Anthony Van Jones, por su parte, le soltó la mano a Biden: «Fue doloroso de ver. Yo trabajé en muchas campañas con Biden. Lo amo, es uno de mis mejores amigos. Pero lo de hoy demostró que llegó el momento de cambiar de candidato. Todavía tenemos tiempo antes de la Convención«.

Por último, el comentarista David Urban asegura que los mismos candidatos demócratas no quieren que Biden continúe: «Me están llamando candidatos de todo el país que me dicen que si van en la misma boleta que este tipo van a perder en sus distritos«.

El jefe de campaña de Barack Obama en 2008 y en 2012, David Axelrod, puso en duda que Biden sea el candidato luego de la convención del 19 de agosto: “Les puedo asegurar que habrá discusiones sobre si debería continuar como candidato a presidente”.

En una entrevista en MSNBC, David Plouffe, mano derecha de Axelrod, advirtió que la actuación de Joe Biden en los debates llamó la atención sobre su avanzada edad, que es una de sus mayores debilidades.

«Es una especie de momento Defcon 1«, dijo Plouffe. «Lo más importante en esta elección son las preocupaciones de los votantes, y son tanto los votantes indecisos como los votantes de base, con su edad, y eso se agravó esta noche«.

Aunque Biden es solo tres años mayor que Trump, Plouffe dijo: “Esta noche parecía que se llevaban unos 30 años de diferencia. Y creo que eso es lo que los votantes tendrán que afrontar realmente después de esto”.

EE. UU.: Biden yerra de nuevo y afirma que consiguió fondos «para Irak»

Este domingo el presidente EE. UU., Joe Biden, ha vuelto a desacertar verbalmente al nombrar a «Irak» mientras hablaba sobre Ucrania durante un acto público.

Conversando con periodistas en el cementerio estadounidense en Belleau, Francia, en el marco de su visita conmemorativa por el desembarco en Normandía hace 80 años, el mandatario resaltó la necesidad de mantener fuerte el apoyo de Washington a sus aliados.

Al mismo tiempo, señaló que algunos en su país quieren lo contrario, en una clara referencia a los republicanos, que llevaban meses bloqueando un paquete legislativo con asistencia militar para Ucrania.

«La idea de que ahora somos semiaislacionistas, de la que algunos hablan, es decir, la idea de que tuvimos que esperar todos esos meses solo para conseguir el dinero para Irak [Ucrania] que nosotros… porque estábamos esperando. No es lo que somos. No es lo que es Estados Unidos», afirmó.

En este marco, en aras de corregir el mensaje, laa transcripción de la conversación publicada por la Casa Blanca contiene la palabra «Irak» rayada y «Ucrania» entre paréntesis cuadrados.

Esto se suma a una larga lista de errores y situaciones incómodas en las que ha incurrido el mandatario; tan solo hace poco tuvo otro de sus deslices verbales, cuando afirmó durante una entrevista con ABC News que Israel no tenía intención de invadir «Rusia».

Es necesario recordar que Biden tiene actualmente 81 años y es el presidente de mayor edad en la historia de EE. UU. En esta condición, se confunde en eventos públicos y ha protagonizado numerosos tropiezos y caídas, lo que ha generado dudas entre la ciudadanía sobre su capacidad para ejercer sus funciones.

EE. UU.: Biden y Trump aceptan enfrentarse en un debate

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el que probablemente será su rival en las próximas elecciones de noviembre, el expresidente Donald Trump, han aceptado enfrentarse cara a cara el próximo 27 de junio en un debate organizado por la cadena de televisión CNN.

CNN había enviado una invitación a ambos líderes para celebrar un debate electoral. Biden ha sido el primero en aceptar la propuesta y ha retado a Trump a hacer lo propio. «Depende de ti, Donald. Como dijiste: en cualquier lugar, en cualquier momento», ha dicho en sus redes sociales.

Más tarde, el expresidente Trump ha confirmado a una de las periodistas de la CNN que, efectivamente, aceptaba el reto. De esta forma, los principales aspirantes del Partido Demócrata y del Republicano celebrarán al menos un debate antes de los comicios.

Horas antes, el presidente Biden había desafiado a su predecesor para que aceptara participar en dos debates electorales antes de los comicios de noviembre y en un vídeo compartido en sus redes sociales le retaba a redimirse de su derrota en 2020.

«Ahora se comporta como si quiera debatir conmigo de nuevo. Pues alégrame el día, colega», añadía el presidente Biden en un vídeo en sus redes sociales, en clara referencia a la frase lapidaria de Clint Eastwood en la película ‘Harry el Sucio’.

Asimismo, Biden añadía que una de las fechas en que se podrían celebrar estos debates podría ser un miércoles, pues es el día de descanso del tribunal que juzga a Trump en el caso de presunto soborno que a la actriz de cine porno Stephanie Clifford.

Trump teme que Biden pueda desatar la Tercera Guerra Mundial

El expresidente de EE. UU., Donald Trump, declaró este viernes que el actual presidente del país, Joe Biden, podría desencadenar la Tercera Guerra Mundial debido a su incompetencia.

«Lo que pasa en Israel podría terminar en una guerra mundial. Tenemos a un presidente que no puede juntar dos frases. Tenemos a un presidente que no puede encontrar las escaleras para bajar del escenario. Tenemos un presidente que no sabe qué diablos está haciendo», manifestó Trump en una comparecencia junto al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, en su residencia Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida.

En este sentido, resaltó que los más de seis meses que faltan para los comicios generales parecen «una eternidad cuando la gente es incompetente».

Así, Trump calificó de «patética» la advertencia de Biden a Israel sobre un inminente ataque de Irán, al tiempo que apuntó que Teherán «no atacaría» al país hebreo si él fuera el actual inquilino de la Casa Blanca.

«Irán no estaba en posición de atacar. No tenían dinero. Estaban arruinados», señaló, agregando que ahora tiene en su poder «221.000 millones de dólares».

«Con todo lo que hemos hecho, con todos los combates, todas las muertes, miren lo que ha pasado», aseveró Trump, que dijo que EE. UU. pasa por un periodo «peligroso». «Y una gran razón por la que es peligroso es porque tenemos un presidente que es tremendamente incompetente», expresó.

El equipo de Trump exige que Biden se disculpe por faltar el respeto a la Pascua

El equipo de campaña del expresidente estadounidense Donald Trump exige que el actual mandatario y su rival en las presidenciales de noviembre, Joe Biden, se disculpe por declarar el Día de la Visibilidad Transgénero en el Domingo de Pascua que celebran los católicos y protestantes.

Cabe recordar que el Día de la Visibilidad Transexual se celebra el 31 de marzo de cada año desde 2009 con la intención de «concienciar sobre la discriminación a la que se enfrentan las personas trans».

Biden firmó su primera declaración para ese día en 2021 y desde entonces venía haciéndolo todos los años.

Sin embargo, este año, la celebración coincide con el Domingo de Pascua, que cae en una fecha distinta cada año.

La portavoz de campaña de Trump, Karoline Leavitt calificó de «atroz e insultante» que la Casa Blanca «declarara el Domingo de Pascua como ‘Día de Visibilidad Trans'» y que, además, «prohibiera a los niños presentar huevos con diseños religiosos para su Evento de Arte de Pascua».

«Tristemente, estos son solo otros dos ejemplos del asalto, que ya dura años, de la Administración Biden a la fe cristiana. Instamos a la fallida campaña de Joe Biden y a la Casa Blanca a pedir disculpas a los millones de católicos y cristianos en todo Estados Unidos que creen que el día de mañana es para una sola celebración: la resurrección de Jesucristo», afirmó la vocera.

Cabe destacar que estos comentarios responden a la difusión de un comunicado de la Casa Blanca emitido el viernes que llama a honrar el 31 de marzo «la extraordinaria valentía y contribución de los transgéneros estadounidenses» a la formación de una «Unión más perfecta donde todas las personas son creadas iguales y tratadas por igual a lo largo de su vida».

Simultáneamente, la Administración Biden ha prohibido que los hijos de miembros de la Guardia Nacional estadounidense presenten diseños religiosos de huevos de Pascua para el evento artístico de 2024 en la Casa Blanca, según un boletín divulgado recientemente por medios locales.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, comentó que «la Casa Blanca de Biden ha traicionado el principio central de la Pascua, que es la resurrección de Jesucristo».

«Prohibir la verdad y la tradición sagradas, y al mismo tiempo proclamar el Domingo de Pascua como el ‘Día Transgénero’, es indignante y aborrecible. El pueblo estadounidense está tomando nota», escribió el republicano en su cuenta de X.

Un testigo clave afirma que Hunter Biden «mintió descaradamente» bajo juramento

El ex-socio comercial de Hunter Biden, Tony Bobulinski, testigo principal en la investigación del juicio político liderada por el Partido Republicano contra el presidente estadounidense, Joe Biden, acusó públicamente al hijo y al hermano del mandatario, Hunter Biden y Jim Biden respectivamente, de mentir bajo juramento sobre la naturaleza de sus negocios en China.

En una declaración ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes este miércoles, Bobulinski declaró que cree que Joe Biden está mintiendo sobre su participación en los negocios de su hijo Hunter.

Para ello, Bobulinsku se basa en una reunión que tuvo con ambos en mayo de 2017 en el Beverly Hilton de Los Ángeles.

El testigo citó varios ejemplos de presunto perjurio del testimonio jurado de Hunter el mes pasado, acusándolo de mentir sobre la cronología de su relación comercial con el conglomerado chino CEFC y las interacciones de su padre con sus socios comerciales.

El representante Jason Smith, republicano de Misuri, preguntó a Bobulinski si Hunter estaba diciendo la verdad cuando declaró bajo juramento que su padre nunca estuvo implicado en ninguno de sus negocios, y respondió:

«No, no es cierto. Todo eso son mentiras descaradas […]. Hunter Biden dio su entrevista transcrita al Comité de Supervisión de la Cámara el 28 de febrero y mintió durante todo su testimonio», respondió.

Asimismo, Bobulinski afirmó que James Biden «también mintió extensamente a lo largo de su entrevista transcrita el 21 de febrero y cometió perjurio».

James, que también estuvo presente en la sala, alegó que no recordaba que se hubiera celebrado una reunión de ese tipo, lo que llevó a los republicanos a acusarlo de mentir.

En ese sentido, Bobulinski calificó a Joe Biden de «mentiroso en serie y fabulista»; a su hermano James lo describió como un «hombre de 75 años que no puede mantener sus mentiras claras», y sobre Hunter dijo que es un «drogadicto crónico que enfrenta dos acusaciones con 12 cargos».

EE. UU.: Biden afirma que Trump quiere repetir el asalto al Capitolio

Según el actual presidente de EE. UU., Joe Biden, el expresidente estadounidense Donald Trump quiere que se repita el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, según lo afirmó el sábado al comentar las palabras de su rival político, quien había advertido que EE. UU. se enfrentará a un «baño de sangre» si no gana las elecciones en noviembre.

Cabe recordar que, en un mitin en el estado de Ohio el sábado, Trump dijo: «Ahora, si no salgo elegido, va a ser un baño de sangre. Eso va a ser lo de menos. Va a ser un baño de sangre para el país».

Al respecto, Biden escribió en su cuenta de X: «Está claro que este tipo quiere otro 6 de enero. Pero el pueblo estadounidense le va a propinar otra estrepitosa derrota electoral este noviembre».

Es necesario mencionar que Biden y Trump han logrado los delegados necesarios para su nominación en los partidos Demócrata y Republicano, respectivamente, preparando una revancha en las elecciones.

Joe Biden en plena campaña electoral hace el discurso más populista de su mandato

Por Juan Figueroa.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró este jueves en su discurso sobre el Estado de la Unión que «ahora nuestra economía es literalmente la envidia del mundo»

Como se esperaba, Biden hizo el discurso del Estado de la Unión más populista y demagógico de sus tres años de mandato, al asegurar que el país experimenta «la mayor recuperación económica de su historia» y que «ahora nuestra economía es literalmente la envidia del mundo», entre otras afirmaciones.

La aseveración no puede estar más lejos de la realidad económica que sufren los estadounidenses desde que Biden se instauró en el poder, pero muy a tono con un año electoral, y muy similar a las promesas inclumplidas que hizo en 2020.

El Presidente pareció estar más dentro de un guión teatral hollywoodense que hablándole al pueblo de EE. UU. Su presentación estuvo dirigida en todo momento a covencer a los votantes de su supuesto vigor físico y mental, y pasar un necesario examen público después de sus recientes y graves errores cognitivos, que saltaron todas las alarmas dentro y fuera de Washington.

En este marco, Biden evitó dar cifras de llegadas de inmigrantes, que ya superan los 9 millones, y mucho menos adentrarse en el escabroso tema de inmigración que puntea en todas las encuestas como la demanda más urgente de los estadounidenses. En cambio, lo que hizo fue desviar la atención hacia el expresidente Trump y hacia un proyecto de ley que aboga por el mismo desorden y descontrol en la frontera, de ahí el rechazo rotundo del presidente de la Cámara de Representante, Mike Johson, a discutir el plan.

«No demonizaré a los inmigrantes diciendo que están envenenando la sangre de nuestro país», señaló

También, instó a la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, a respaldar un proyecto de ley bipartidista destinado a «restringir» el flujo migratorio en la frontera con México, enfatizando la «aceleración» de las expulsiones y el «fortalecimiento» de los criterios para las entrevistas de asilo basadas en el miedo creíble. Esta postura subraya una vez más la reticencia de Biden a cerrar la frontera, a pesar de poseer la autoridad legal para hacerlo en aras de la seguridad nacional, y su tendencia a desviar la responsabilidad hacia los republicanos. Estos últimos defienden una inmigración ordenada y conforme a la ley y la Constitución, en contraste con la situación actual bajo la administración Biden, caracterizada por un desastre continuo en la frontera sur del país. Los costos directos e indirectos asociados a esta crisis ya han superado los 600.000 millones de dólares, impactando directamente en los bolsillos de los contribuyentes.

El discurso emitido desde el despacho oval no solo reflejó la encrucijada en la que se encuentra ante la marcada desaprobación hacia su gestión, la cual supera el 70% en encuestas que incluyen a votantes y jóvenes demócratas. Es evidente que Biden ahora buscará todos los recursos disponibles para intentar cambiar la opinión actualmente desfavorable entre los votantes.

Al afirmar: «Asumí el cargo decidido a ayudarnos a superar uno de los períodos más difíciles de la historia de nuestra nación», Biden intenta proyectar una imagen de liderazgo y resiliencia. Sin embargo, sus palabras chocan con la cruda realidad económica que enfrentan millones de estadounidenses, pues más del 64% de los consumidores luchan por llegar a fin de mes, con ingresos disminuidos en más del 30% debido a la peor inflación en casi cinco décadas. Estas cifras sumergen a los espectadores del discurso en un estupor ante las afirmaciones sobre una recuperación económica que parece distante y desconectada de sus realidades cotidianas.

Actualmente, los consumidores se enfrentan a precios que superan el doble de lo que pagaban durante los picos de la pandemia de COVID-19 en 2020, durante la administración del presidente Donald Trump, en un momento marcado por la recesión debido a la crisis sanitaria.

Desde su primer día en la Oficina Oval, el presidente Biden ha promulgado más de 74 órdenes ejecutivas en menos de dos semanas, desmantelando el progreso económico logrado durante el mandato de Donald Trump. Esta rápida acción ha sumergido a Estados Unidos en la peor inflación registrada en las últimas cinco décadas, alcanzando un alarmante 9.1%. Sin embargo, analistas independientes sugieren que esta cifra podría ser aún mayor, pintando un panorama económico sombrío para millones de estadounidenses.

Biden rompió todos los récords negativos

La administración de Joe Biden ha marcado un hito en los indicadores económicos de la nación, pero, lamentablemente, en una dirección negativa. A pesar de las bajas cifras de desempleo, atribuidas en gran medida a medidas implementadas durante la administración anterior y la respuesta a la pandemia de COVID-19, la economía estadounidense ha enfrentado una serie de desafíos significativos.

La escasez de mano de obra ha alcanzado proporciones alarmantes, con más de 11.9 millones de puestos de trabajo vacantes, lo que ha generado una crisis prolongada. Este fenómeno ha sido exacerbado por la disminución en las ventas de viviendas durante más de 14 meses consecutivos, así como por la persistente contracción en la actividad manufacturera y la crisis bancaria de 2023.

El déficit comercial ha alcanzado niveles récord, superando casi un billón de dólares en 2022, mientras que la deuda pública actual ha llegado a los 34 billones de dólares. La política antiindustria petrolera implementada por la administración Biden ha provocado aumentos significativos en los precios del combustible, lo que ha contribuido a una escalada generalizada en los precios y la inflación.

A pesar de que la pandemia estaba en declive al inicio de su mandato y la economía estaba en proceso de recuperación, las decisiones políticas de Biden han tenido un impacto negativo, generando los mayores gastos federales en la historia del país, con excepción del año 2020 debido a la pandemia. Este retroceso económico intencionado ha llevado a una preocupante situación financiera para Estados Unidos.

Trump al frente de las encuestas

Desde el inicio de su intervención, Biden mantuvo un enfoque constante en criticar al expresidente Trump, lo cual no sorprendió dada su baja popularidad entre los estadounidenses y los resultados desfavorables en las encuestas. En este momento, Biden se enfrenta a una situación en la que tiene mucho que perder y pocas victorias que destacar durante sus tres años en el cargo, a excepción de las cifras de desempleo.

El expresidente Trump, quien ha sido el centro de atención en las elecciones primarias y ha asegurado su nominación republicana en el Supermartes, lidera en todas las encuestas nacionales con una ventaja de 6 a 8 puntos sobre Joe Biden. Además, Biden se encuentra bajo un escrutinio masivo debido a preocupaciones sobre su salud mental y física, exacerbadas por un informe del fiscal especial Robert Hur.

La investigación sobre documentos clasificados hallados en propiedades de Biden reveló que no pudo recordar la fecha en que fue vicepresidente durante la administración de Barack Obama ni la fecha de fallecimiento de su hijo en 2015. Estos episodios se suman a una serie de confusiones notables, incluyendo errores al nombrar a líderes mundiales y confusiones sobre sus propios familiares, que evidencian problemas cognitivos persistentes.

En otro punto de su discurso, Biden criticó los llamados a una revancha electoral de su contrincante seguro en noviembre, Donald J. Trump, al hablar de un futuro basado en los valores fundamentales de Estados Unidos, como la honestidad, decencia, dignidad e igualdad. Sin embargo, sus propios desafíos personales y políticos plantean interrogantes sobre su capacidad para liderar el país hacia ese futuro deseado.

Sobre la libertad y la democracia

El presidente, en un intento por movilizar al electorado, ha repetido en varias ocasiones que «la libertad y la democracia están bajo ataque» debido a la posible nominación de Trump, reflejando una atmósfera de constante tensión política en el país.

Es necesario recordar que, durante los últimos tres años, los estadounidenses han sido testigos de una serie de ataques a la democracia, la estabilidad nacional y el uso partidista del sistema judicial. Las acusaciones que enfrentan Trump y sus seguidores más cercanos son solo algunos ejemplos del grave deterioro institucional que se ha vivido. El caos en la frontera sur refleja el incumplimiento de las leyes migratorias y constitucionales, así como los esfuerzos para eliminar a Trump de las boletas electorales en estados controlados por la izquierda extrema.

En cuanto a la situación en Ucrania, Biden ha instado al Congreso a aprobar un paquete de ayuda adicional de más de 60.000 millones de dólares para enfrentar la agresión rusa. Sin embargo, los intentos anteriores no han logrado detener el avance del ejército ruso ni los bombardeos en Ucrania, planteando dudas sobre la efectividad de más asistencia.

A pesar del apoyo armamentístico brindado a Ucrania, la guerra continúa sin dar señales de una eventual victoria ucraniana sobre Rusia. En un intento de mostrar firmeza, Biden declaró: «Yo no me inclinaré» frente al presidente Putin. Sin embargo, su postura respecto a Israel ha sido ambigua, defendiéndolo y criticándolo simultáneamente en un intento por complacer a todas las partes involucradas; tan solo en su discurso, Biden pidió un alto el fuego de seis semanas entre Israel y Hamás, pero también criticó a Tel Aviv por el uso de la ayuda a Gaza como moneda de cambio, evidenciando la complejidad y la delicadeza de las relaciones internacionales en la actualidad.

Putin comenta los insultos de Biden, que lo llamó «loco hijo de puta»

El presidente ruso, Vladímir Putin, reaccionó a los insultos de su homólogo estadounidense, Joe Biden, que lo llamó «loco hijo de puta» durante un evento de recaudación de fondos para su campaña electoral celebrado en la ciudad de San Francisco.

El mandatario respondió a la pregunta del periodista Pável Zarubin, recordándole que en una reciente entrevista había dicho que la victoria de Biden en las elecciones estadounidenses era preferible para Moscú. «A juzgar por lo que ha dicho, tengo toda la razón», manifestó el mandatario.

«Esta fue una respuesta apropiada a lo que dije por mi parte. ¿Por qué? Porque él no puede decirme: ‘¡Volodya, bien hecho! Gracias, me has ayudado mucho'», destacó.

Putin también aseguró que, tras los insultos de Biden, no cambiará su opinión y seguirá creyendo que la victoria del actual presidente estadounidense en las elecciones de este año es preferible para Rusia.

Previamente, Putin explicó que cree que sería más conveniente para su país que en las elecciones de noviembre de 2024 ganara Joe Biden, y no Donald Trump, ya que el actual líder estadounidense, es «un hombre con más experiencia, es predecible, es un político de la vieja escuela».

No obstante, Putin dijo estar dispuesto a trabajar con «cualquier líder de EE.UU. en el que deposite su confianza el pueblo estadounidense».

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó las declaraciones de Biden de «groseras» y «desafortunadas», y agregó que constituyen una «enorme vergüenza» para EE. UU.

«Unas declaraciones tan groseras procedentes de la boca del jefe de Estado de EE. UU. difícilmente puedan herir de algún modo al jefe de otro Estado, y especialmente, al presidente Putin. Pero es una enorme vergüenza para el propio país, me refiero a EE. UU. Así que, si el presidente de ese país utiliza un lenguaje de ese tipo, debería darles vergüenza», comentó Peskov.