Hace unos cuantos años, un amigo con el que solía debatir mucho en el trabajo, me comento una frase súper popular por las redes sociales, que decía lo siguiente: “viajar cura la xenofobia y el nacionalismo”. Me parecía muy curiosa la afirmación, sin mencionar que la consideré bastante falsa e incluso pretenciosa, por lo que terminé diciendo lo siguiente “Todos aman a un turista lleno de dinero, pero pocos aprecian a un emigrante en busca de trabajo”.
Hoy día me encuentro en el exterior, como emigrante en Perú, y en una ocasión recordé esa conversación y me sentí identificado con mis propias palabras. Mi situación actual me hace ver de primera mano lo que pretendía decir con esa frase, y mis circunstancias solo engrandecen mi añoranza por Venezuela y mi convicción nacionalista.
Es por eso que decidí escribir estas palabras, para todos aquellos venezolanos que decidieron tomar el camino correcto trabajando arduamente y buscando un futuro que el socialismo nos ha negado en nuestra bella y amada tierra natal. No declinen, no olviden jamás este sentimiento de melancolía ni esas ideas de una Venezuela grande y gloriosa, purgada de estas políticas socialistas y corruptas.
Todo lo que estamos aprendiendo hoy día, es solo una prueba, para cuando nos toque regresar para reconstruir Venezuela. Seamos consientes de los vicios que nos llevaron a esta situación, y de esa forma, trabajemos con más ímpetu en construir algo que por derecho histórico nos pertenece, una Venezuela centrada en el bien nacional, y posicionada donde siempre debió estar: un puesto de honor entre las naciones del mundo.
Lo que menciono no es chovinismo, porque si tú también eres emigrante, debiste ver de primera mano como nuestros connacionales sufren para escapar del desastre, como trabajan y son explotados al máximo, y aun así… sonreímos, nos juntamos, y hablamos con emoción de nuestros recuerdos en Venezuela, de lo que podemos ser, de lo que está mal y de lo que podemos solucionar, porque a diferencia de otras ideologías que se enorgullecen de ser creadas por intelectuales, el nacionalismo es algo que crece en todos los corazones, porque hasta el más analfabeta siente un deber por construir algo que trascienda, el más incivilizado siente atracción por el orden y el deber, incluso el mas apático e indiferente, en algún momento siente ganas de pertenecer a algo.
Quiero concluir estas palabras con una reflexión: “viajar te hace ver nuevos países y culturas, te permite respetar otras naciones, y añorar la aventura en destinos distantes. Porque es parecido a salir de casa, siempre llena de emoción ir al cine con tu pareja o amigos, en la situación de cuarentena actual muchos entenderán lo aburrido que resulta estar encerrado en casa. Pero salir de casa no se compara con la situación de ver arder tu hogar, porque emigrar puede significar triunfo personal, pero es saber que perderás personas importantes, es saber que perdiste mucho, es entender que perdimos nuestro refugio natural, es entender que amabas algo sin darte cuenta, emigrar cura la apatía, y te hace amar aquel lugar a donde perteneces naturalmente, tu nación, tu hogar”.
Sixto Mendoza.
@Sixto_MenDZ
de @OrdenVzla