La activista política colombiana, Isabel Mejía, dio sus impresiones con respecto las amenazas más recientes del guerrillero Jesús Santrich, quien recientemente, amenazó de muerte al presidente de Colombia, Iván Duque. A juicio de Mejía, la ciudadanía en general rechazó estos pronunciamientos, “ha generado profunda indignación. La fuga de Santrich y de Iván Márquez se debió a una negligencia por parte de la Justicia Especial para la Paz.”
La activista recordó que la izquierda en Latinoamérica funciona como una mafia internacional, y se les debe enfrentar en bloque como región, “el problema con Santrich y con esta gente de las FARC no solamente perjudica a Colombia. Estamos hablando de una organización que históricamente ha tenido nexos con terroristas de ETA, con el chavismo, con Cuba,” añadió, “hay un problema de fondo muy grande. En Venezuela hay una narco-dictadura que tiene nexos con el terrorismo colombiano e internacional. No hay principio de solidaridad entre los países.”
Mejía fue tajante en la estrategia que debe ser utilizada para confrontar a estos grupos terroristas, “se debe combatir a esas disidencias de las FARC; se debe sacar del congreso a esos terroristas que Juan Manuel Santos permitió que llegaran allá y que están en total impunidad.”
Además, la activista enfatizó el carácter criminal de absolutamente todos los que han sido miembros de las guerrillas, “hay mujeres que están denunciando, que estos tipos que están en el congreso, abusaron de ellas sexualmente.”
“El presidente debe desplegar toda la capacidad operativa y Santrich debe de saber que o lo espera una cárcel o que lo espera una tumba,” expresó Mejía.
En relación a los militares colombianos, la activista se mostró optimista, y si bien denunció que ha habido intentos de infiltrarlas, celebró que, hasta los momentos han sido fallidos, “puede que haya algunas manzanas podridas, pero considero que en el interior de las fuerzas militares hay una estructura que se basa en todo el tema constitucional. El mayor porcentaje de nuestras fuerzas militares están al servicio de los colombianos y no de ninguna ideología criminal, agregó, “las fuerzas militares (colombianas) han sido tan sólidas que no han podido penetrarlas, pero les ha tocado recurrir a la campaña de desprestigio.”
Finalmente, Mejía les recordó a todas las disidencias de las FARC que el tratado de paz con la JEP, que ella definió como una “corte hecha a la medida de los guerrilleros”, ya no los protege de la justicia tradicional, “al alejarse del supuesto pacto de paz, y al volver a delinquir después del 2016, esos casos hacen parte de la justicia ordinaria y dejan de ser competencia de la JEP.”